Parece que no era lo que parecía que era


El Vaticano había insinuado que había dado con un nuevo Caravaggio, un Martirio de San Lorenzo de 183 por 130,5 cm que prometía mucho. Dejaba ir la bomba, pero se cubría las espaldas con mucha prudencia y hoy, días después, parece que la precaución tenía una poderosa razón de ser.

El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, ya se había mostrado escéptico y prudente. Rossella Vodret, superintendente de los museos italianos (la señora de la fotografía), convocó a todos los estudiosos que pudo para que vieran el cuadro con sus propios ojos y opinaran. ¡Vaya si han opinado! Esa pierna parece la pierna de una rana, no la de San Lorenzo, refiere uno de los expertos, a título de ejemplo.

Sin embargo, parece que están de acuerdo en algunas cosas y muy interesantes. Todos los expertos consultados dan por hecho que la obra es meridional. Napolitana, quizá, pero podría ser siciliana o maltesa. El pintor conocía la obra de Caravaggio, y la estudió. Faltan realizar pruebas diagnósticas (que tendrán un coste de 3.000 euros), pero se apunta la posibilidad de que el autor fuera Michele Cassarino o Mario Minniti. Los expertos se inclinan por ver en el San Lorenzo una obra de Minniti y ¡atención! ¡Qué gran noticia!

Porque Minniti fue siempre amigo fidelísimo, discípulo, puede que incluso amante, de Caravaggio. Para un caravaggista de pacotilla como un servidor de ustedes, vérselas con un Minniti no está mal. Aunque pinte piernas que parezcan de rana, que tampoco hay para tanto, caramba.

El acuciante caso del bogavante y los gasterópodos


Se equivocaron los pro-taurinos en Cataluña cuando quisieron esgrimir que se comienza prohibiendo torear y se acaba prohibiendo comer langosta. Se equivocaron de pe a pa, y eso que se equivocaron gente de mucha categoría y enjundia. El caso es que se comenzó prohibiendo hervir una langosta para comérsela después (en público) y se ha acabado prohibiendo torear.

Hagamos memoria. En mayo de 2007, se denegó el permiso al espectáculo, quizá una performance, del polémico artista medio argentino, medio español, Rodrigo García en el Teatre Lliure de Barcelona. El espectáculo se llamaba Accidents y el protagonista se enfrentaba a un bogavante vivo (sic). Se dijo que la performance entreteje la naturalidad y el artificio, la crueldad y el refinamiento, con alta carga simbólica, a partir de la idea de que en esta época contemporánea y consumista el hombre ya no mata para comer. Vale.

En un primer momento, el protagonista fumaba y le echaba el humo al bogavante, con intención de asfixiar al pobre bicho. Ya saben, fumar es malo. Luego venía la parte más cruel. El protagonista ponía a hervir un cazo lleno de agua y echaba dentro al bogavante. Una cámara de vídeo ampliaba la imagen del crustáceo mientras hervía y unos micrófonos amplificaban sus gritos mientras moría. Aterrador. Según los censores, el espectáculo vejaba la dignidad del animal y por lo tanto, no podía tolerarse, amparándose en las leyes autonómicas vigentes, porque ese maltrato afectaba a un ser físicamente y psicológicamente sensible (Ley 22/2003, de 4 de julio, de protección de los animales).

El espectáculo fue traducido a otros idiomas. Fue relativamente fácil. El protagonista sólo come, el bogavante habla bogavante y Accidents, el título de la obra, pasó a llamarse Accidens para facilitar la exportación. No sirvió de nada: también fue censurado en otros parajes. En Madrid, por ejemplo, en Italia, en Polonia. El recreo en la crueldad había sido censurado, pero Rodrigo García persiste y triunfa en Sudamérica y en Europa (en Francia, especialmente). En uno de sus últimos espectáculos toma un conejo vivo, un horno de microondas... y no les cuento el resto. También ahoga hamsters en el escenario. Qué animal.

Ya entonces se denunció que Rodrigo García sufriera tantas penalidades por hervir y comerse un bogavante delante del respetable cuando en el Aplec del Cargol de Lérida (Lleida) se ejecutan brutalmente y de manera mucho más cruel a más de un millón y medio de caracoles cada año, en público, etcétera... y nadie dice nada ni se queja, y eso que se ha demostrado que los gasterópodos padecen en el proceso.

Les recuerdo que los caracoles no se matan así, rapidito. En primer lugar, los caracoles se mantienen en ayunas durante diez días, apretujados unos contra los otros de manera obscena. Si se cocinan a la llauna, se ponen sobre una plancha al rojo uno a uno, donde mueren cocidos mientras intentan huir. Si se guisan, es la norma hervirlos un poco para quitarles la porquería y la baba, pero ese primer hervor no los mata, sino el segundo. Eso duele. Estéticamente, además, el gasterópodo es devorado de manera un tanto cochina por decenas de miles de visitantes del Aplec del Cargol, donde nunca falta la clase política vigente, que se pone de caracoles a reventar.

Una matanza parecida se produce en el Maine Lobster Festival, pero no faltan las voces que claman contra la fiesta. Aquí, sin embargo, predomina la hipocresía: se censura a un tipo por hervir y comer un bogavante en público y luego se tolera el lamentable espectáculo de la agonía de millones de gasterópodos en Lérida, con la excusa de la promoción de la helicultura. ¿Por qué no actúan las autoridades con la celeridad exigible? ¡Seguro que obtienen algo a cambio!

Más información aquí.

Deh, vieni alla finestra! (2)



Disfruten.

Deh, vieni alla finestra!


Deh, vieni alla finestra, o mio tesoro!
Deh, vieni a consolar il pianto mio:
se neghi a me di dar qualche ristoro,
davanti agli occhi tuoi morir vogl'io.

Tu ch'hai la bocca dolce più che il miele,
tu che il zucchero porti in mezzo al core,
non esser, gioia mia, con me crudele:
lasciati almen veder, mio bell'amore!

Canzonetta de Don Giovanni (c. 1787)
Música de Mozart y libreto de da Ponte

Ilustración:
Acrílico en aerosol sobre persiana metálica
Anónimo (c. 2010).

Debate persianístico


Pintar persianas es ya una costumbre en la ciudad, pero las más de las veces es una costumbre que se incluye en el ejercicio del vandalismo, porque los propietarios de las persianas no deseaban verse obsequiados con las pinturas y aerosoles y los pintores actúan de tapadillo y con ánimo transgresor. El refugio del arte contemporáneo en el pintor anónimo de grafitos es motivo de muchos debates y muy interesantes. El maltrato que sufre la propiedad pública y privada por obra y gracia de estos vándalos, también.

De inspiración étnica (2)


No es el único.

De inspiración étnica


Un grafitero de inspiración étnica decora las persianas de algunos establecimientos del barrio.

Apisonadora


Máquina tremenda
que con motor rugiente
despiertas al durmiente
que con el sueño enmienda
fatigas de noche en vela.
¿No podrías, infernal trasto,
sin dejar apenas rastro,
obrar con más cautela?
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Ay, ay, la FIA... (GP de Alemania 2010)


¡Por una vez que vamos bien...! Después de un fin de semana donde perdemos la pole por dos milésimas de segundo (se dice pronto, dos milésimas), acabamos primero y segundo en carrera (¡por fin! ¡ya era hora!)... y van los jueces y multan con 100.000 dólares a Ferrari por decirle a Massa Oye, que Alonso corre más que tú, ¿has entendido? Era cierto, corría más, y detrás venía Vettel. Si Massa hacía de tapón, el Red Bull se les habría echado encima y podría haber perdido Ferrari. Así que Massa se ha dejado pasar, qué remedio, y se ha apartado sin disimulo. ¿Es feo esto que ha hecho, que le han hecho? Pues, sí, es feo, y si uno se llama Massa, duele. Pero es lo que hay y lo que hacen todos, aunque disimulan un poco más. A Button le dicen que se le calientan las ruedas cuando aprieta a Hamilton, por ejemplo, y la FIA mira hacia otra parte. El problema es que la FIA se guarda el derecho de alguna sanción deportiva y ya me entra miedo. Seguiremos el caso con atención. (Lo mejor es que parece que ahora el coche funciona.)
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La fotografía se ha publicado en la edición digital de El Mundo.

Hummel: pianos y trompetas

Juan Nepomuceno Hummel es uno de los músicos más influyentes del siglo XIX, pero es también un músico no diré desconocido, pero sí poco conocido. Su padre era el director de la Escuela Imperial de Música Militar y el chaval salió con dotes de músico, a base de mamar trompetas y timbales. A los ocho años, era alumno de Mozart, que lo tuvo en muy alta consideración y lo dejó tocar en su orquesta un año después. También fue alabado por Salieri, por Haydn y una vez mayorcito, ganándose la vida como músico y compositor, fue íntimo de Beethoven (y le quitó la novia). El genio de Beethoven, dicen, lo apocó, y llevarse bien con el sordo era trabajo digno de Hércules, pero se respetaron y quisieron hasta el último día. También mantuvo amistad con Schubert, con Goethe y con Schiller, con lo más granado, en resumen, de la cultura centroeuropea. Fue Kapellmeister en varias cortes del imperio austrohúngaro y muy alabado por sus composiciones en vida. Luego murió, cayó en el olvido y los intentos de recuperarlo y darle un lugar de honor en el panteón de los músicos no han tenido mucho éxito. Demasiado clásico para los románticos, demasiado romántico para los clásicos.

Sin embargo, en 1828 publicó Un curso completo teórico y práctico de instrucción en el arte de tocar el pianoforte. El piano era un instrumento recién nacido y poderoso, ennoblecido por las sonatas de Beethoven, pero huérfano de técnica y método. Hummel sentó las bases de la digitalización de los pianistas y la música para piano no habría sido la misma sin Hummel. Digámoslo así: Beethoven compuso las sonatas y Hummel dijo cómo tenían que tocarse. Se vendieron miles de cursos de Hummel en pocos días, y su curso sigue siendo obra digna de estudio. Chopin y Schumann son hummelistas puros y Liszt, Mendelssohn y los grandes pianistas del siglo XIX aprendieron la técnica pianística de Hummel. Incluso Schonberg se inclina ante su genio, lo que no es poco.

Para celebrar a Hummel, he buscado una pieza interesante, su Concierto en Mib mayor para trompeta y orquesta, que tocó Antón Weidinger por primera vez el 1 de enero de 1804. El concierto tiene su mérito por otra novedad: Weidenger había inventado las llaves para tocar la trompeta (hasta el momento, la trompeta se tocaba como una corneta, soplando y basta). El concierto de Hummel supuso tantos retos para el gran trompetista que tuvo que fabricar una nueva trompeta con cuatro llaves para poder interpretar la partitura. Así, pues, Hummel es un dios entre los pianistas... ¡y los trompetistas!

A la trompeta, una señorita estupenda: Tine Thing Helseth, que se atreve con el tercer movimiento de este concierto, el Rondo, con veinte añitos recién cumplidos (hoy tiene veintidós). A decir de los entendidos, la señorita Helseth es una gran promesa del trompetismo contemporáneo.

Disfruten.

La Gran Cacería Real


El Gran Duque Alexei Alexandrovich, hijo del Zar de Todas las Rusias, se había hinchado a leer novelas del Oeste y quiso partir hacia los Estados Unidos para cazar el bisonte americano (buffalo o búfalo), verse con los indios, cabalgar con los vaqueros... La cacería que organizó ha pasado a la leyenda del Far West como the Royal Buffalo Hunt, y está llena de anécdotas y historietas de lo más interesantes. Imagínense: la expedición de caza la capitaneaba el general Custer y el guía escogido fue William F. Cody (Buffalo Bill). ¡Casi nada!

La expedición partió en enero de 1872 hacia el sur de Sand Creek, donde abundaban los bisontes. Partieron con una escolta de setenta y cinco soldados de caballería, una multitud de oficiales, veinticuatro mulas de carga y seis carromatos, sin contar con el tren privado del Gran Duque, que corría por los rieles de la Union Pacific. Entre los invitados, el representante del Gobierno, el teniente general Sheridan, entonces comandante en jefe de la región de los Grandes Lagos, un tipo gordo, bajito y paticorto, que no despertó la afición del Gran Duque, deslumbrado por la apuesta figura del general Custer y sus habilidades como jinete.

En efecto, así que dieron con una gran manada de búfalos, Custer hizo una de sus exhibiciones. Tomo un revólver en cada mano (unos Schoffield del 44 de Smith & Wesson) y se lanzó al galope contra la manada. La demostración dejó a todos boquiabiertos y el Gran Duque aplaudió a rabiar. ¡Yo también quiero!, dijo.

Así que el Gran Duque Alexei Alexandrovich tomó dos Schoffield del 44, picó espuelas y comenzó a disparar contra los búfalos. El primer disparo le voló la cabeza a su propio caballo, los once disparos siguientes pusieron en fuga al séquito del Gran Duque. El teniente general Sheridan de poco no lo cuenta, pues le llovieron todas las balas alrededor, y verlo correr con aquellas piernas tan cortas fue un espectáculo muy del agrado del Gran Duque. Sheridan fue a parar encima de una plasta de búfalo y cuentan que cuando paró la balacera... Copio el testimonio del señor Beeson, presente en la cacería:

Se puso en pie y nunca había visto a una persona tan frenética y furiosa. Aunque su aspecto desgarbado y paticorto no parecía impresionar a nadie, tan pronto empezó a blasfemar dejó atrás a cualquiera. No sé qué tipo de lenguaje utilizan los Románov en Rusia, pero la soez catarata de improperios que soltó Phil Sheridan ese día pienso que el Gran Duque no la olvidará jamás. Insultó a todos y no se dejó a nadie. Custer salió muy mal parado, por no hablar del Gran Duque mismo, que se divirtió mucho al escuchar tantas ocurrencias y celebró los insultos con muchísimo placer.

Al final, el Gran Duque acertó a un búfalo a diez pasos, mientras lo sujetaban el señor Beeson y unos amigos, y dado el tiro de salida, la lluvia de plomo que siguió a continuación no cesó hasta que los cazadores no derribaron a doscientos búfalos más. En palabras de los asistentes, se gastó más munición que en una batalla y el aperitivo que siguió podría haber alimentado a todo un regimiento en campaña. El Gran Duque se lanzó a la bebida y se vaciaron más botellas de vodka y champagne que búfalos murieron aquel día. A decir del señor Beeson, todos acabaron con una curda de campeonato.
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En la foto, el Gran Duque Alexei Alexandrovich de Rusia, con su perrito y un Schoffield del 44.

Los Soprano Forever


Cuando me regalaron el libro pensé: Ay, un libro idiota sobre una serie de televisión..., pero me equivoqué. Errata Naturae es una editorial extraña, en cuanto poco convencional, y por eso la jaleamos y celebramos, después de haber leído Los Soprano Forever --Antimanual de una serie de culto. Errata Naturae dedica muchos esfuerzos a divulgar la filosofía y el ensayo contemporáneos en un tipo de formato diferente. Este libro que va (aparentemente) de The Sopranos es en realidad una suma de ensayos sobre nuestra condición y circunstancia en este mundo que nos ha tocado vivir.

Aunque algún ensayo da carta de validez a los despropósitos del inefable Lacan, es interesante, incluso recomendable, leer con atención la colección de reflexiones sobre nosotros mismos, que nacen de la reflexión sobre las virtudes de The Sopranos. ¿Por qué nos fascina la figura de Tony Soprano?, por ejemplo. ¿Porque se parece a nosotros o porque no se parece en absoluto a nosotros? Pronto surgen asuntos de mucha enjundia: la sensación de vacío del hombre contemporáneo, la crisis de valores que padece, el mal... La catársis de las antiguas tragedias griegas en una serie de gangsters para televisión es también un eje alrededor del cuál daremos muchas vueltas. Etc. Estemos de acuerdo o no con las sucesivas lecturas propuestas, aprenderemos y reflexionaremos sobre nosotros mismos y los demás, y eso es al fin y al cabo lo más interesante.

La exploración en la selva de la filosofía contemporánea mediante un formato en apariencia tan informal (sólo en apariencia) es, creo yo, uno de los aciertos de Errata Naturae. Felicidades.

A vueltas con la felicidad


Durante siglos, los filósofos se han preguntado qué es la felicidad. Algunos se han atrevido a ir más allá y han insistido en medirla. No es una cuestión baladí: con la definición y la mesura de la felicidad, podrían fomentarse políticas públicas de promoción de la felicidad y la felicidad sería parte tangible de la estadística y la economía. Podrían establecerse correlaciones entre felicidad y productividad y se sabría qué punto exacto de felicidad sería conveniente para asegurar el crecimiento económico, fomentar la creatividad, activar o desactivar el consumo, etc. Así, la política procuraría que fuéramos más felices o infelices según el caso, y desarrollaría herramientas para alegrarnos el día o echarlo por el desagüe. Quizá fuera necesario entristecerse para contener la inflación, o alegrarse para asegurar el sistema de pensiones. Qué sé yo.

Sin embargo, los gruñones del mundo observan que procurar la felicidad de uno mismo es un derecho, no un deber, y que pretender imponerla atenta contra los derechos del hombre. La ingeniería de la felicidad no sería más que una amenaza tremebunda contra la libertad. Los gruñones observan que prácticamente todos los sistemas totalitarios imponen la felicidad a sus súbditos, y trabajan para que todos sean felices. Ser infeliz no es patriótico, es antisocial, es hostil. Recuerden esas imágenes de campesinas rotundas, rubicundas y felices camino del campo, tan típicas en la iconografía totalitaria. ¡Qué felices son de cumplir con sus obligaciones! Pero observen también los anuncios de yogur, por ejemplo. Aquí sólo es feliz el que obedece a los reclamos publicitarios y come el yogur que regula las tripas. Es algo sutil, pero espeluznante, controlarnos mediante la fórmula de la felicidad.

En resumen, los gruñones recomiendan que cuando alguien prometa la felicidad, no le voten.

El control de la felicidad sería (es) una herramienta de represión espantosamente horrible. Sin embargo, no cedemos en nuestro empeño de definirla y medirla. Afortunadamente, los intentos de definirla y medirla son todos un fiasco. Ya mencioné el caso del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, que decía que los españoles eran felicísimos. Ahora, a instancias de la revista Forbes, la empresa Gallup ha elaborado una lista de los países más o menos felices del mundo, y contradice al instituto. Los más felices, en orden, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Holanda y Suecia. España aparece como en la 43.ª posición. Los franceses están en la 44.ª posición, ¡qué consuelo!

Una vez más, se ven las orejas del lobo. Forbes ya sabemos cómo las gasta y barre para casa, no va a barrer. En el artículo de marras, se asegura que la felicidad se compra con dinero. Más exactamente dice: The Gallup researchers found evidence of what many have long suspected: money does buy happiness --at least a certain kind of it. Sin embargo, uno de los comentarios de los lectores deja el estudio donde se merece. El lector, un noruego, asegura que el estudio es una verdadera gilipollez (nonsense, en inglés). Cada mañana cuando salgo a la calle esto parece un funeral, dice. Otros datos más objetivos (alcoholismo, asesinatos, suicidios, violencia doméstica, por ejemplo) llevarían la contraria a Gallup y Forbes. La experiencia vital de mis lectores es posible que también la ponga en duda. Yo no puedo decir que sí o que no, porque cuando creo que soy feliz ¿soy más o menos feliz que mi vecino? ¡Diablos! ¡Ni idea!

Ahí se apañe cada uno con la felicidad, la propia. Disfruten de la sonrisa de un niño, de un amanecer, un anochecer, un plato de judías con chorizo, un helado de vainilla..., de las faldas cortas que se ven en los bulevares o de una interesante conversación sobre la epistemología de la teodicea de San Agustín en el contexto deconstructivo contemporáneo, a discreción. Pero añado una cosa: cuando les apetezca, ¡sean gruñones! ¡Quéjense! ¡Critiquen! ¿Habría avanzado en progreso y bienestar un mundo feliz? ¿No es acaso el secreto la búsqueda de la felicidad y no la felicidad misma?

Se vende


En 1975, se declaró Monumento Histórico Nacional. En 1980 se reformó su interior. En 1991, La Caixa entró a formar parte del accionariado de Inmobiliaria Colonial, y así la Casa de les Punxes (casa Terrades) cambió de propietarios. Volvió a reformarse y la reforma se dio por buena en 2003. Hoy está en venta, de nuevo.

Es uno de los edificios más famosos y originales de Barcelona. Lo proyectó Puig i Cadafalch para las hermanas Terrades en 1905. Obra de ladrillo visto y piedra, con ese regusto a decorado de cartón-piedra de ópera wagneriana, tan kitsch, tan del Modernismo. Alfons Juyol fue el escultor, Eudald Amigó se encargó de las vidrieras, Enric Monserdà diseñó los interiores y Manuel Ballarín se encargó del hierro forjado. Bravi!

El resultado fue un edificio más que notable, que encontrarán en la avenida Diagonal, 416 a 420. Dicen los expertos en Modernismo que su conservación exterior es buena y la interior aceptable, aunque no pueda visitarse, porque el edificio está ocupado por doce inquilinos (despachos y viviendas).

Pues eso, que Inmobiliaria Colonial vende el edificio. Por 25 millones de euros, dicen, o poco más o menos. Después de reestructurar su deuda financiera, añaden. Se han quedado sin blanca, traduzco. En fin, ¿alguien tiene suelto?

Lo que se merece

Hacía tiempo que no leía un artículo de opinión que no comenzase de una forma tan prometedora como ésta: No es verdad que los pueblos tengan los dirigentes que se merecen. Hay que ser muy hijo de la gran puta para pensar que Catalunya tiene los políticos que se merece. Suma y sigue, con más o menos acierto, más o menos razón, a gusto de cada cual, pero ¿no es un fabuloso arranque, éste? Suponemos que, gastándolas como las gasta, a don Gregorio Morán, autor de Un cierto rubor ajeno, publicado en La Vanguardia el pasado 17 de julio, le quedan dos telediarios en el periódico. Ojalá me equivoque, porque ¡se agradece tanto que alguien lleve la contraria al pensamiento único...! Se publica el artículo en este sitio. Que yo sepa, La Vanguardia no publica las Sabatinas Intempestivas en formato electrónico (quizá no he sabido encontrarlas), y es una lástima. Aunque... ¡por algo será!

Aniversario sonado


Hoy, 18 de julio, hace cuatrocientos años que murió Caravaggio, el pintor. Pues ayer, para alegrarnos el día con una nueva polémica, L'Osservatore Romano (el periódico del Vaticano) publicó en primera página el hallazgo de un (posible) Caravaggio, Il Martirio di San Lorenzo. Cuentan que se guardaba en una colección de la Compañía de Jesús...

Cuidado con estos hallazgos. El cuadro tiene su mérito y es indudable que el pintor conoció la obra de Caravaggio, pero ¿era Caravaggio?

Veamos qué dicen los que dicen que sí. Se dice que el estilo es impecable, y que nos enfrentamos a una obra de gran belleza. Se señala la luz, caravaggesca, y un uso muy característico del claroscuro. San Lorenzo a la parrilla, dicen, recuerda los gestos de otros protagonistas de la obra de Caravaggio (Holofernes, San Mateo, San Pablo, etc.). Los partidarios de la homosexualidad de Caravaggio ven en el mártir asándose gestos de mucha lascivia, que ya es ponerse a ver.

Los que dicen que no estamos delante de un Caravaggio son menos amables con la obra. A ojo, mirando la foto de L'Osservatore Romano y como conocedor de Caravaggio, El Martirio de San Lorenzo de los jesuitas no me parece de la calidad suficiente, dice el dottore Mauro Di Vito, historiador del arte de la Universidad de Pisa. Añade que no parece que sea siquiera uno de sus peores cuadros. ¡Cómo las gasta el caballero! Valeria Merlini, famosa restauradora de algunos cuadros de Caravaggio, también mantiene una profunda reserva, porque, explica, ha conocido muchas falsas alarmas. Pero ¿quién sabe?

L'Osservatore Romano hace gala de la extremísima prudencia vaticana. Después de soltar la bomba, afirma que tiene que andarse con mucho ojo, pues la verdad será desvelada después de las próximas investigaciones diagnósticas y una profunda investigación documental, estilística y crítica. Los aficionados de todo el mundo estamos esperando los resultados de tantas investigaciones.

Aunque me considere un escéptico en este caso, reconozco que no soy quién para opinar. Ya se verá. En todo caso, la polémica está servida, y no es la primera vez que se descubre que los jesuitas guardaban un Caravaggio perdido (véase el caso de El prendimiento de Cristo). Cuando murió Caravaggio, varios cuadros desaparecieron y los jesuitas seguro que estaban por en medio. Lo sé yo, háganme caso. Puestos a polemizar...

¿Qué hacemos con el pulpo Paul?


La mayoría de mis lectores, seis de cada diez, quieren elevar un púlpito en el Oráculo Paulino, para poder gozar de los acertados pronósticos del cefalópodo. Dos de cada diez miran por el pulpo y el negocio. Proponen, éstos, dejarle una pulpa al pulpo y gozar del resultado de su unión, vendiendo pulpitos pronosticadores a buen precio y forrándonos por el camino. Sin embargo, el 20% restante de mis lectores tiene inclinaciones malvadas. Un 13% quiere hacer de Paul un pulpo a la gallega, así, tal cual, y el resto quiere poner como un pulpo al pobre pulpo Paul, como si fuera culpa del pulpo lo que predijo y acertó. Desalmados.

Pues ¿quieren que les diga? Nada de eso. El acuario jubila al pulpo, pero no lo libera, porque, dicen, allá fuera se lo comería cualquier bicho. Mejor en el acuario, que está cuidadito y tal. Ahora bien, los rusos ya han consultado al cefalópodo sobre las próximas elecciones generales. Va en serio, lo de los rusos. No se conoce el pronóstico.

Arias psicofónicas

Un lector fidelísimo de estas páginas me ha enviado una observación por correo electrónico. A decir de este lector, Caruso, el genial Caruso, tiene el mérito de ser el primer cantante de ópera psicofónico de la historia. Es decir, que realizó algunas grabaciones gramofónicas después de muerto.

Este lector aporta pruebas. Según la inefable Wikipedia, Enrico Caruso nació en 1873 y murió en 1921. Hasta aquí, vale. Pero la inefable Wikipedia añade: Período de actividad: 1894-1924. ¿Lo han pillado?

En palabras de mi querido lector: Muríó el 2 de agosto de 1921, pero ¡estuvo en activo como cantante hasta 1924! ¡Fue el precursor de las psicofonías en la ópera!

Eso parece. Seguiremos investigando, por ver qué sale de todo esto.

¡Ay, los museos...!

Hace algunos meses, me preocupé en voz alta por el proyecto, final y tristemente aprobado, de remodelación del conjunto museístico del Cau Ferrat y el Maricel, en Sitges. Dos cosas me quitaban el sueño: una era la pérdida del encanto de un museo que, en sí mismo, era una pieza de museo; la otra era convertir la fachada marítima de los edificios en un horror de cristal, una horterada, una vulgaridad indescriptible. Ahora me preocupa una tercera: el presupuesto de la remodelación se calculó bastante superior a los nueve millones de euros y se ha concedido al mejor postor, que hace la obra por una tercera parte menos de lo presupuestado. ¡Tiemblo al pensar en qué pueden haberse ahorrado más de tres millones de euros...! Qué miedo.

Tampoco tiene palabras la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, la institución de las artes catalana de más solera y prestigio. Si me permiten, traduciré sus declaraciones. Así, de entrada, muestra una grave preocupación por el proyecto de remodelación de los museos. Esta institución, que también se (pre)ocupa del patrimonio artístico catalán, se ha llevado las manos a la cabeza cuando ha hablado de la fachada marítima, toda cristal de arriba abajo.

Afirman los académicos que su construcción implica un desagradable impacto sobre la fachada marítima de la población (i.e., que es más fea que pegarle a un padre). Prosigue asegurando que no cumple con la funcionalidad prevista, pues no puede asegurar la accesibilidad a todos los museos, y entonces ¿para qué sirve? ¿Por qué no aprenderán los arquitectos de la ampliación del Banco de España en Madrid, de Moneo, en vez de cubrirlo todo de cristal? Qué manía tiene esa gente de arruinarlo todo, de verdad.

Añade cosas que ya sabíamos:
...el muro cortina de vidrio, de costoso y difícil mantenimiento por su situación frente al mar...
...Este muro, tal y como está orientado a mediodía, provocará problemas generales de climatización al espacio que cobija en concreto y de rebote [de retruc, en catalán], a todo el edificio...
...Sus técnicas constructivas no se corresponden con las tradicionales...

...y se trata de un conjunto arquitectónico catalogado por ser como es, no por ser como quieren que sea los munícipes y un arquitecto que se cree bueno. En fin, un serial con final triste, si Dios o un tribunal no remedian los abusos de la mayoría política.

Añado, a modo de post-scriptum, que los académicos sólo pueden ser consultados por las autoridades y no tienen poder ejecutivo, aunque sepan de arte un rato. Los detractores del proyecto propuesto se están cargando de razón y ojalá esta razón sirva para algo. ¡Ánimos!

La siciliana

Los aficionados hablan de la siciliana de Cavalleria Rusticana, la ópera verista de Pietro Mascagni. Es una aria bellísima, difícil y cantada en dialecto siciliano, lo que tiene su miga. Lo que añado a continuación es una de las primeras grabaciones gramofónicas que se conocen de la siciliana. En aquellos tiempos, no cabía una orquesta en el estudio de grabación, y los cantantes tenían que conformarse con un piano o un organillo. Esta vez, el piano lo toca el señor Cottone, y canta... Caruso. Agárrense, que la canción se grabó el 19 de abril de 1903.

Gestiones relativas al pulpo


Cuenta que el Octopus Vulgaris tiene una vida media de dos años. A Paul, pues, le queda muy poco y el acuario de Oberhausen ha anunciado públicamente su jubilación. Pero, atención, que no acaba ahí el asunto.

La Asociación por la Defensa de los Derechos Animales (ADDA) ha pedido al Gobierno español que haga gestiones al más alto nivel con Alemania para que el pulpo Paul pueda retirarse en España. Más exactamente, ADDA ha propuesto que el pulpo se retire en el parque natural de las Islas Medas (Illes Medes). ADDA añade que sería bueno para todos que el pulpo viviera el resto de sus días en aguas españolas protegidas, lejos de las miradas curiosas de los visitantes del acuario alemán. En su escrito afirman que el pulpo está recluido y reclaman su liberación.

Se añade que si no se puede en las Islas Medas, que sea en cualquier otra zona de las mismas características, para que el pulpo se retire como premio por los servicios prestados. Concluye ADDA que él [el pulpo] nunca dudó de la selección española y acertó siempre en sus vaticinios. Olé.

Liberté, Egalité, Fraternité

El 5 de mayo de 1789, Luis XVI convocó los Estados Generales (los representantes de la aristocracia, la Iglesia y el pueblo). El 20 de junio, el Tercer Estado (el pueblo) se reunió en un pabellón de tenis y de ahí salió el Juramento del Juego de la Pelota. La asamblea prometió no disolverse hasta redactar una constitución francesa. Diputados de los otros dos Estados se unieron a los juramentados. El 27 de junio, el rey Luis reconoció la validez de esta asamblea y el 9 de julio de 1789 se proclamó Asamblea Nacional Constituyente.

Pero eran tiempos revueltos. El 11 de julio, el pueblo reclamó las armas del arsenal de la Bastilla, pues tenía miedo de ser sometido por las tropas del rey. ¿Era un temor justificado o infundado? No importa. El ambiente se fue caldeando y la Bastilla fue sitiada. Era el símbolo de la opresión, a decir del pueblo y los agitadores, pero sus celdas sólo recluían entonces a tres prisioneros (uno de ellos, loco, y ninguno político). Una cincuentena de invalides (soldados incapaces de servir en el campo de batalla a causa de sus heridas) y una treintena de granaderos suizos (mercenarios) guardaban la plaza, contra 8.800 sublevados, a los que se sumaron hombres de la milicia.

Acabaron a tiros. Murieron noventa y ocho atacantes y un defensor, pero el señor de Launay, gobernador de la plaza, capituló el 14 de julio para evitar una matanza inútil y mandó abrir las puertas de la fortaleza. Un tiro suelto (seguramente accidental) volvió a liarla y en la lucha que siguió murió el gobernador, siete soldados de la Bastilla y el alcalde de París, Jacques de Flesselles, que estaba ahí para poner paz. Y así, tan ricamente, se inició la Revolución Francesa.

El pueblo llano la tomó con el edificio y lo derrocó piedra a piedra. El 4 de agosto, se abolieron los derechos feudales de la aristocracia. El 26 de agosto, se proclamó la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. Tendría que ser una grandísima fiesta en Europa y el mundo, el 26 de agosto.

La Revolución siguió adelante y se cometieron grandes atrocidades. Pero también se hicieron grandes cosas; fue un parto doloroso.

En fin, que celebrar el 14 de julio, como lo estoy celebrando ahora, es un ejercicio que recomiendo. Un ejercicio crítico, mirando hacia atrás y hacia delante, porque me parece (es una opinión) que todavía no hemos pillado el intríngulis de Liberté, Egalité, Fraternité. Sea como sea, felicidades, Francia, y felicidades, ciudadanos.

¡Qué noche!

Barcelona parecía el plató de una película de miedo. Nada, nadie, un silencio espectral. Silencio, y digo silencio.

Tomaba el fresco en el balcón cuando la ciudad... ¿explotó? No sé si es éste el verbo adecuado. Pero el grito de ¡¡¡ GOOOOL !!! llenó el aire de la ciudad. Por lo que pude oír, tengo algún vecino que habrá servido en la Legión, porque bramó un Vivas...PAÑA !!! que se pudo oír desde Pernambuco. La gente salió a la calle, literalmente. Petardos, bocinas, trompetas, timbales, banderas, un follón tremendo. La gente gritaba en los balcones vivas a España, al Barça y a la madre que los parió, a lo primero que les venía a la cabeza, y aquello del oe-oe-oe-oeee... Como mi habitación da a la calle, doy fe de los bocinazos hasta las tantas de la madrugada... justo cuando se me averió el ventilador. Entre ruidos y calores, me cagué en sus muertos, y perdonen la expresión. No han parado en toda la noche. Camino de la oficina, regresaban a su casa gentes con banderas españolas y camisetas coloradas. Estaban tan cansados que no acertaban ni a sonreír.

¡Si al menos hubiera ganado Ferrari...! Pero me alegro por todos.

El Oráculo de Oberhausen


¡Anda con el pulpo! ¡La que se ha liado con el pulpo! ¡Hasta tiene una canción! Se llama Paul, y es un molusco cefalópodo, un octopus vulgaris, por más señas. Vive en el SeaLife Aquarium de Oberhausen, Alemania, pero nació en un acuario inglés. Resulta que tiene poderes psíquicos, el pulpo. Le ponen delante dos cajitas con las banderas de las selecciones que se van a enfrentar en el terreno de juego y abre la cajita de la selección que vencerá. Acierta (pero no siempre).

Cuando el pulpo predijo que la selección alemana sería derrotada por la selección española en las semifinales, los alemanes se irritaron sobremanera. Que lo envíen a la parrilla, publicaron los diarios alemanes, y nació el movimiento ¡Calamares para todos! Tuvieron que poner un vigilante en el estanque del pulpo, para evitar la cocina del cefalópodo, mientras la PETA (un movimiento de liberación animal) pedía en público la excarcelación del molusco. Es extremadamente desagradable mantener en prisión a un pulpo tan inteligente sólo para utilizarlo como oráculo, declaró la bióloga marina y activista Tanja Beining. Cuando Alemania perdió, ni les cuento los peligros que padeció el pulpo.

En España, todo lo contrario. El pulpo ha sido elevado a la categoría de héroe. Muchos locales de tapas dejaron de servir pulpo a la gallega por si acaso, hasta ver en qué acababa el mundial de Sudáfrica. Los pulpos de peluche se han agotado. El Presidente del Gobierno ha ofrecido asilo al pulpo anglo-germano para evitar que se lo coman los irritados alemanes y el ministro Sebastián recomendó traerlo a España, para evitar males mayores. Es más, doña Elena Espinosa, ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, declaró que propondría al Consejo Europeo de Ministros una directiva para proteger la integridad del pulpo Paul, no fueran a comérselo los alemanes resentidos por la derrota. Desconocemos la reacción del Consejo Europeo de Ministros, pero cuando el pulpo escogió la cajita con la bandera española, los periodistas exclamaron: ¡Somos testigos de un hecho histórico! (Cuatro TV)

Así las cosas, el oráculo de Oberhausen acertó y la selección española de fútbol levantó la copa de campeona del mundo. Seguro que pasará a la historia como la Copa del Pulpo.

La abeja bonapartista de Barcelona


¿Sabían que la abeja es uno de los símbolos del ajuar de Napoleón, emperador? De hecho, la abeja es el símbolo de la realeza más antiguo que se conoce en Francia. Childerico I, rey de los francos y fundador de la dinastía merovingia, ya decoraba su tumba con abejas. Es el símbolo de la inmortalidad y la resurrección, y Napoleón lo escogió para decorar la capa imperial y el escudo de la casa Bonaparte.

Fíjense en la fotografía, tomada en el 351 de la calle Diputació de Barcelona. ¿Una abeja bonapartista? ¿O una mosca de San Narciso? Me creo cualquier cosa.

Silverstone 2010 y Luigi, para compensar

No nos hemos comido un rosco. Red Bull ha hecho muy buena carrera; Weber ha merecido la victoria y Vettel, un hacha. En McLaren, Hamilton ha sido un campeón (mal me pese) y Button lo ha hecho muy bien. En Ferrari es cuestión de preguntarse quién lo ha hecho peor. Pero uno es ferrarista, qué le vamos a hacer. Forza!

Para compensar, una sonrisa.


Mucha gente


Entramos de lleno en eso que llaman una guerra de cifras. Hablo de la manifestación, por supuesto. Observen la fotografía de El Periódico, que fue tomada con un gran angular poco después de las siete y media de la tarde. Éste era entonces el punto de mayor concentración (apretujamiento) del personal. Verán que a la derecha del cine Coliseum hay una bandera en posición horizontal. Mide 250 metros cuadrados. Es la bandera de la cabecera de la manifestación, que ocupó toda ella hasta 143.000 metros cuadrados (que son muchos metros).

Veamos la media de ocupación. Según Òmnium Cultural, que organizó la manifestación, hubo 10,3 personas por metro cuadrado. Según la Guardia Urbana, 7,7 personas. Según las estimaciones de El País, casi cuatro (3,98).

Lynce contó los manifestantes para la Agencia EFE, mediante programas informáticos que cuentan los manifestantes uno a uno. Estimó que fueron 56.000, con un error al alza del 15% (i.e., entre 56.000 y 64.000). Estamos esperando que publique el resultado del estudio con fotografías y pruebas documentales en su web, por ver cómo ha puesto en duda el apretujamiento oficial (veinte veces superior).

Pero quede dicho: cualquier cifra por encima de cincuenta mil personas es una barbaridad, y tiene que quedar constancia de ello, insisto, porque ésa es mucha gente, mucha. Piénsenlo fríamente: ¡cincuenta mil personas...! Ayer se manifestó mucha gente. Es más, se manifestó más gente de lo normal. Pero hemos vivido engañados mucho tiempo con miles, cientos de miles y millones. Será mejor que empecemos a contar en serio y de verdad, ahora que tenemos instrumentos de medida y no opiniones a sueldo. Todos saldremos ganando.

Esquizofrenia nacional

Pitos y flautas


Un hecho resume la manifestación del 10 de julio en Barcelona. La marcha no marchó y a las dos horas se dio por acabada. Montilla tuvo que salir por piernas porque lo querían correr a gorrazos. Pujol abandonó el lugar de los hechos mientras le gritaban President! President!

Hemos presenciado en vivo y en directo el definitivo adiós al experimento tripartito. Después de este paréntesis de siete años, volverá la derecha nacionalista de toda la vida sus reales. Me atrevo a decir que más que un cambio de ciclo ha sido un cambio generacional, un tanto agitado.

Después de veintitantos años de derecha nacionalista, la izquierda tuvo una oportunidad y se ha suicidado jugando a ser más papista que el papa. En vez de cargar contra la corrupción (3%) y poner orden en el mercado inmobiliario, se lanzaron a la aventura de quién la tiene más grande (la patria). Llega la crisis y se manifiesta la ineptitud (ésa sí que la tienen grande, todos). Los ciudadanos se desentienden de la política y optan por la abstención, el discurso radical (hacia aquí o hacia allá) o ruegan por el regreso de los de siempre, porque, malo por malo... La batalla se ha librado y tiene un vencedor (¿quién, si no?), pero también ha dejado el campo de batalla hecho unos zorros y ahora vamos a ver quién arregla esto sin hacerse daño. El vencedor no es el pueblo, añado, por si alguno se había hecho ilusiones.

La fotografía la publica El País en su edición digital.

C'est simple, il pleut de la merde!

De un tiempo a esta parte, los habitantes del pueblecito de Saint-Pandelon, Francia, tienen un problema que es ciertamente grotesco. ¿Qué problema? C'est simple, il pleut de la merde!, explica su alcalde, Jean-Pierre Boiselle. Sí, han leído bien: llueve mierda. A lo largo de un pasillo de quinientos metros que pasa por encima del pueblo, llueve mierda. Son gotitas del tamaño de un guisante, a veces del tamaño de una moneda de dos euros, que tienen la consistencia de la mierda, color de mierda y huelen a mierda. Una mierda, vamos.

La idílica vida de los lugareños se ha visto desagradablemente alterada por este fenómeno. Como Saint-Pandelon está justo debajo de un pasillo aéreo, los lugareños acusan a la aviación civil de vaciar los retretes en la vertical del pueblo. Pero los aviadores aseguran que cuando uno tira de la cadena en el avión, la mierda va a parar a un depósito y no se echa por un agujero. Los depósitos se vacían en tierra, en los aeropuertos.

La Gendarmerie apuntó que no era mierda, sino excrementos de vencejos. A decir de la policía francesa, una inmensa colonia de vencejos vuela por encima de Saint-Pandelon y los pajaritos hacen caca y pasa lo que pasa. Pero los ornitólogos no están de acuerdo, porque los excrementos de vencejos tienen unas características morfológicas esencialmente diferentes de la mierda.

¿De dónde sale la mierda? No se sabe. Quizá los análisis de los péritos y científicos aclaren el asunto.

El pulpo


He recibido algunos correos electrónicos de los sufridos lectores. ¿Por qué no hablas del pulpo?, me preguntan. ¿De qué pulpo?, pregunto. ¡Qué pulpo va a ser, idiota! En fin, queridos lectores, ¡paciencia! Todo llegará. Hasta el pulpo.

La geometría del millón


La geometría aplicada dice que un millón de personas apiñadas (tres personas por metro cuadrado de media) ocuparían, de pared a pared, sin considerar ni árboles ni mobiliario urbano ni nada, las calles que forman 134 manzanas del Ensanche barcelonés. Es decir, toda la ciudad comprendida entre Córcega por arriba, la Gran Vía por abajo, Muntaner a la izquierda y Marina a la derecha, toda llena de tanta gente que no podría ni avanzar ni retroceder. La superfície que limitan la Diagonal, el paseo de Gràcia, la Gran Vía y el paseo de San Juan puede albergar, como máximo, a 255.000 manifestantes apiñados e inmóviles. Para que esa gente pudiera caminar, los números tendrían que reducirse un tercio, como mínimo. Luego tendría que sustraerse la superficie no ocupada por los manifestantes (árboles, vehículos, mobiliario urbano, la distribución aleatoria de los manifestantes, etc.).

Un manifestante que haga el recorrido de los Jardinets de Gràcia a la plaza Tetuán a paso lento (inferior a un km/h) tardaría entre dos horas y tres horas. Si todo el trayecto estuviera ocupado por una muchedumbre capaz de desplazarse (y poco más), sumaría 200.000 personas. Más gente y no se mueven.

Una marcha de un millón de personas comenzaría a las seis de la tarde y acabaría entre las cuatro y las siete u ocho de la mañana, considerando un factor de renovación de uno (cada persona que completa la marcha es sustituida por otra que la inicia, y no repite), una concentración uniforme y una velocidad media uniforme, condiciones prácticamente imposibles. Cuanta más gente, más lento es el avance y más baja es la renovación (la razón es exponencial). Es prácticamente cero con concentraciones medias de dos personas por metro cuadrado en la marcha y alrededores (entonces, se tiene que recurrir al análisis estático).

Se deduce que nunca se ha manifestado un millón de personas en Barcelona, ni en los mejores tiempos.

En la fotografía, unos manifestantes en Barcelona, apiñados en una concentración netamente inferior a dos manifestantes por metro cuadrado.

500

Queridos lectores, ya van quinientos apuntes en El cuaderno de Luis, que han leído pacientemente, que han provocado su rabia o su aplauso, incluso su indiferencia, que han sido comentados para bien o para mal. Quinientos apuntes en aproximadamente diez meses de cuaderno. ¡Lo que han tenido que soportar, pobrecitos! Les compadezco.

Solar Impulse


El Solar Impulse es un aeroplano que vuela impulsado por cuatro motores eléctricos de 6 kW de potencia media en vuelo. Se alimentan de la electricidad que producen 200 metros cuadrados de células fotovoltaicas y setenta acumuladores. El cacharro tiene una envergadura de 63,4 m y despega cuando alcanza los 35 km/h. Su velocidad de crucero es de 70 km/h. No es el primer aeroplano solar, pero es el primer aeroplano solar que vuela... de noche. Tiene su mérito volar durante el día, acumular electricidad y resistir toda la noche en el aire. En total, han sido 26 horas de vuelo seguidas. ¡No está mal! En el futuro, muchos satélites artificiales serán sustituidos por estos aeroplanos, mucho más baratos, y los países más pobres podrán beneficiarse de ellos. También los militares, pero ésa es otra historia.

Pánico


Se lo crean o no, se vende a poco más o menos cinco euros la unidad, se engancha en el teclado y permite aliviar situaciones de tensión dándole con el dedo. Me pido uno.

Qué nos quita el sueño

Según el avance de la última encuesta del CIS (junio de 2010), a la hora de mencionar los tres problemas que le quitan a uno el sueño (el paro, la corrupción, etc.), el Estatuto de Cataluña es mencionado apenas por el 0,2% de la población española. Las tres primeras preocupaciones son el paro (75,9%), los problemas de índole económica (53%) y (atención) los partidos políticos, la clase política (20,7%).

Qué impresión


La unión de la bicicleta y los motores de combustión interna la inició un francés llamado (no es broma) Felix Millet. Patentó la primera motocicleta en 1888, aunque hasta 1892 no construyó la que se considera la primera motocicleta moderna, la Felix Millet 7 hp. ¡Qué locura! Tenía instalado un motor radial de cinco cilindros en el eje de la rueda trasera, cadena de transmisión, doble acelerador. Esos siete caballos de potencia le permitían superar los 35 km/h.

Sin embargo, competía con la motocicleta Roper, a vapor. La primera Roper se patentó en 1869 (un trasto). En 1896, la tercera versión de la Roper era otra cosa mucho más refinada, aunque tenía que repostar agua y carbón cada 12 km.

Roper tiene el honor de ser el primer hombre muerto en un accidente de motocicleta. A los 73 años, probando su tercer modelo de motocicleta, sufrió un infarto al superar los 60 km/h, por la impresión. La autopsia dictaminó que había muerto incluso antes de dar con sus huesos contra el pavimento.

El televisor del señor Millet


Me contaron que al salir de prisión el señor Millet cargaba con un televisor. Un periodista le preguntó adónde iba con eso y él respondió que era el televisor que tenía en la celda. ¡Y se lo llevaba a su casa! Quienes vieron la escena me comentaron el caso con extrema preocupación. ¡Será chorizo...!, exclamaban. ¡Se lleva hasta el televisor! ¿Nadie dice nada?

Dejen que les diga que se equivocan. El televisor era suyo, porque se lo había regalado la dirección del centro. Hubo otros favores: permiso para pasear fuera del patio de la prisión, una clave de acceso para comprar productos en el economato y un trato especial de vigilancia y acompañamiento de todos sus movimientos por el recinto. El día de su ingreso, los recibió personalmente el subdirector de la prisión, que los acompañó en una visita guiada por las instalaciones del centro. Mientras tanto, se ordenó a una preso de consigna que realizara la limpieza de la celda y les hiciera las camas a los señores Millet y Montull, delincuentes confesos.

La pesadilla del llorón

Dice que ha escrito un libro en los cuarenta y tres días que ha pasado en prisión por blanqueo de dinero y demás chanchullos y corruptelas. Se titula El Malson (La Pesadilla). Editorial Columna edita y publica en un pispás el desaguisado. En la contraportada pone (traduzco):

Este libro es la crónica personal de alguien que se ha sentido injustamente acusado, maltratado y vejado por la administración de justicia española. Alguien que vivió los cargos que le imputó el juez Garzón como «un delirio». Alguien que considera que, si no se hubiera tratado de Lluís Prenafeta, todo esto no habría pasado. El hilo de toda esta historia es, pues, una profunda arbitrariedad, consecuencia de un sistema nefasto.

Demencial y lo que es peor, mal escrito. Pero se venderá como churros, a veinte euros el panfleto. Todavía habrá quien exclame ¡Pobrecito!

Ayer se presentó en sociedad, en la librería Bertrand de Barcelona. Participó en el acto el prologista del panfleto y negro del señor Prenafeta, el periodista Vicenç Sanchís, y el presunto autor, Prenafeta. Entre los dos se han despachado a gusto. Se han declarado amigos del alma. Luego han acusado a los periodistas de un comportamiento poco ético en este caso, se han ciscado en el sistema judicial (una moda catalana), han proclamado la inocencia del acusado y por si hubiera dudas al respecto, han recordado que en los casos de corrupción hay responsabilidades compartidas (sic). Acto seguido, el ladrón ha reclamado el voto para una determinada formación política, ya saben cuál, porque es la única que puede acabar con la lamentable situación del país y activar de nuevo los negocios (sic). Un lapsus lo tiene cualquiera.

En medio del acto, el delincuente ha derramado algunas lágrimas y ha conseguido que su llorera sea la cabecera de la noticia en los principales periódicos catalanes. ¿Lloraba de risa o de qué lloraba? ¿De arrepentimiento? No. Imagino que contaba los dos euros que ingresará por libro y el cálculo de la comisión le ha llegado al corazón.

Consejo

Nunca interrumpa a un enemigo cuando éste cometa un error.
Napoleón Bonaparte.

¡Viva San Fermín!


Riesgos imprevistos

Hace unos años, se puso de moda el parto natural y parir en casa, especialmente en Europa y los EE.UU. En los países pobres, hay que parir forzosamente en casa y sin anestesia, porque no hay hospitales ni nada, pero en los países ricos se promocionó esta práctica porque numerosos estudios demostraban que era beneficiosa (para la madre). La madre estaba más tranquila y relajada, en un entorno conocido y confortable, etcétera. Sin embargo, un metaanálisis que publica el American Journal of Obstetrics and Ginecology, que compara 350.000 partos de bajo riesgo en casa con más de 200.000 partos similares en hospitales, pone en duda las ventajas de esta política.

En primer lugar, siempre según el estudio, es cierto que la madre se siente más cómoda pariendo en casa que en un hospital, lo que tiene sus ventajas, pero añade el estudio que el 36% de las madres primerizas necesitan alguna atención hospitalaria (y un 9% de las madres por segunda vez).

En segundo lugar, mueren más niños en los partos en casa que en los partos en hospital. La proporción es un poco más del doble; 0,9 por mil en un hospital, 2 por mil en casa. En Holanda, parir en casa está sufragado por el sistema sanitario público; en Holanda se registra uno de los máximos índices de mortalidad perinatal de Europa (uno de cada cien niños). No está clara la relación causa-efecto, pero estamos delante de una de las posibles causas, apunta el estudio.

Como todo en ciencia, hay que tener paciencia y verificar y analizar y comprobar, pero una vez más un análisis estadístico sistemático pone en evidencia algunas de nuestras creencias. Hoy ponen en duda las bondades del parto casero. Hace unos días no apreciaron diferencias significativas en la salud de las personas que se alimentaban de alimentos ecológicos y las que se alimentaban de alimentos industriales. Tampoco se descubrió indicio alguno de que los teléfonos móviles provocaran tumores. No parece que los videojuegos mejoren especialmente alguna habilidad en las personas. La acupuntura tiene los mismos efectos sobre el organismo (prácticamente ninguno) pinche donde pinche la aguja. Etcétera.

Juergas judiciales

El pasado 5 de julio El País publicó que el Consejo General del Poder Judicial se gastó este 1 de junio 64.236,31 euros en la entrega de los despachos de la 60ª promoción de jueces, en Barcelona. En privado, algunos jueces reconocen que eso es mucho dinero y que el acto se podía haber celebrado en la sede del Consejo, incluso en el Tribunal Supremo. Pero el aperitivo estaba de muerte, exclamaron (25,50 euros por cabeza).

El fiestorro duró una hora, más otra hora y media de aperitivo, en el Auditorio de Barcelona. Corrieron con los gastos de treinta y tantas personalidades y hubo una cena de trabajo de 1.200 euros de la Comisión Permanente del Consejo (diez personas, contando los vocales suplentes). Quizá la cena no sea tan cara, considerando que se quedaron a dormir en hoteles de miedo y cobraron las dietas propias de un sueldo de 6.300 euros netos al mes, que no incluyen ni gastos de desplazamiento ni gastos de representación, que van a cargo de la casa.

Como hubo un cierto escándalo, la Oficina de Prensa del Consejo General del Poder Judicial ha publicado un comunicado que afirma que el Consejo ha reducido los gastos de la entrega de los despachos a las nuevas promociones un 23,8% desde 2008, cuando la juerga costó 83.177 euros. Esta rebaja tan considerable, afirma, es fruto de la política de austeridad emprendida por el actual Consejo.

Se movió

Dicen que esta frase es de Alfonso Guerra, y que largándola consiguió acallar algunas disidencias en el PSOE de hace muchos años. La frase es buena y ocurrente. Ya no se dan frases así.

Hace unos días, Silvia Martínez, concejal de Igualdad, Juventud y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Cunit, denunció que la legislación sobre el burka que impulsaba su propio partido (PSC-PSOE) era una burrada, y que no habían contado en su desarrollo con el parecer de expertos en asistencia social. Es decir, que la principal impulsora de esta prohibición había obrado impulsada por el beneficio electoral a corto plazo, ajeno al beneficio de las personas y los ciudadanos y haciendo oídos sordos a la experiencia y el conocimiento del asunto. Esa persona que había obrado tan irresponsablemente era (y todavía es) la alcaldesa de Cunit, también senadora, Alberich, esa mujer.

Pocos días después, apareció (se filtró) un informe del propio Ayuntamiento de Cunit que alertaba sobre las prácticas mafiosas de los caciques de la comunidad magrebí de Cunit, prácticas reforzadas y alentadas por el proceder, torpe y torticero, de la alcaldesa, también senadora. Por luchar contra esas prácticas fue acosada y perseguida la mediadora social del caso Cunit. Aunque la alcaldesa, también senadora, no ha podido ser procesada como parte culpable del caso, se sabe positivamente que dificultó la detención de los caciques, que presionó indecorosamente a la mediadora social para que retirase la denuncia y que favoreció el acoso que padeció para que abandonara su trabajo.

Total, que pocos días después votó el pleno del Ayuntamiento de Cunit contra el burka y poco antes de la votación se alzó la concejal Silvia Martínez para arrepentirse en público de sus palabras y prometer que no se abstendría, en contra de lo que había manifestado en la prensa. Que estaba muy arrepentida por haber causado tantos problemas y patatín y patatán. Los asistentes pasaron un mal rato, por culpa de la vergüenza ajena. Votó en contra de su opinión manifiesta, en resumen, después de bajarse los pantalones en público.

De nada le ha servido. Parafraseando a Alfonso Guerra, se movió y ya no sale en la foto. La alcaldesa, también senadora, ha destituido a la humillada señora Martínez de sus responsabilidades en Igualdad. Esas responsabilidades las asumirá personalmente la alcaldesa, también senadora, que pondrá orden en la casa. En pocas palabras, ahora tendrá directamente bajo su cargo a la mediadora a la que acosaron los caciques de la población y ella misma. A la pobre mujer, la víctima del caso, se le ha desatado un infierno en la oficina.

Me cuenta un turista...

...que en Roma se achicharra uno, y eso que todavía no ha llegado el ferragosto. Me cuenta que los cuarenta a la sombra, así, en un pispás. Gente, calores, una peregrinación y una penitencia, que se compensa con una visita a las mejores heladerías del mundo mundial, Giolitti y San Crispino. El turista tiene morriña, ya de vuelta, y la comparto.

Supongo que será un chiste

La Universitat Oberta de Catalunya (UOC) anuncia la creación de un Màster de Ciencias Inmobiliarias. De haberlo creado nosotros, hubiéramos aceptado el lema Toma el dinero y corre, pero las entidades universitarias carecen de sentido del humor... o quizá no. Léase:

«El nuevo máster nace con la intención de formar a los ejecutivos y los empresarios del sector inmboliario con conocimientos sólidos y con las capacidades, las actitudes y los valores que se requieren para hacer del sector inmobiliario español un referente en buenas prácticas.»

Supongo que será un chiste. Porque si va en serio, les arriendo la ganancia.

Pobres, becas y franceses

La Cruz Roja de Cataluña anuncia hoy que reparte alimentos para 197.400 personas en casos de pobreza y necesidad, y que esta cifra es tres veces superior (¡tres veces!) a la de 2008. Añade que el último año ha realizado intervenciones de urgencia en 16.500 familias (paquetes de comida, material higiénico y material escolar), con un coste aproximado de 622.000 euros.

La Associació Amics de la Bressola, con domicilio en Languedoc-Roussillon, Francia, ha recibido una media de 1.800.000 euros al año los últimos seis años del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, que no es francés. La subvención a fondo perdido se destina a financiar la educación privada de los hijos de cuatrocientas familias francesas, que residen en Francia y que no quieren que sus hijos sean educados en las escuelas públicas francesas, porque no les gusta la educación que reciben. Las ayudas han sido, de media, 4.600 euros por alumno y año.

Si dividimos las ayudas que destina la Generalidad de Cataluña a la adquisión de libros y material escolar por el total de alumnos de primaria y secundaria catalanes, la media es de 14,30 euros por alumno y año.

Llámenme demagogo, me da lo mismo, porque la cifra es la que es y el despilfarro, evidente. Es ciego quien no quiere ver. Con 1.800.000 euros al año aliviaríamos los problemas de 50.000 familias catalanas en situación de extrema pobreza, o incrementaríamos las ayudas a la adquisición de libros y material escolar para las familias catalanas un 15%. Pero preferimos pagar la pijería de cuatrocientas familias francesas. Manda huevos, qué gestión. Me pido ser francés.

Paz


Existe un premio, el Dayton Literary Peace Prize, que honra el espíritu pacifista de una obra. Es, que yo sepa, el único premio literario importante que hace tal cosa. Pues Paz (Peace), de Richard Bausch, ganó el Dayton en 2009 y hoy podemos leer la novela en casa gracias a la traducción de Luis Murillo Fort y a la edición de Los Libros del Lince. Son doscientas páginas de literatura y horror.

La guerra es una mierda y conviene decirlo así, en voz alta y clara. Quien pretenda pasar por alto esta realidad, miente. Desde dentro es absurda, en el sentido más horrible y grotesco del término. Por eso, las mejores páginas que ha dado la literatura bélica son pacifistas. Véase Andrómaca rogándole a Héctor que no vaya a la guerra, o Aquiles llorando la muerte de Patroclo, por ejemplo. Léase la visita de Germánico a los campamentos romanos en los Anales de Tácito. Compárese la batalla de Waterloo descrita por Hugo en Los miserables o por Stendahl en La cartuja de Parma, y véase por qué Flaubert dijo lo que dijo de Hugo cuando leyó Los miserables. ¡No hablemos de los escritores de la Primera Guerra Mundial!

Si no quieren leer, vayan al cine. ¿Recuerdan Paths of Glory, Full Metal Jacket, The Thin Red Line...?

Bausch narra una historia muy sencilla. En Italia, en 1943, poco antes de la batalla de Monte Cassino, una pequeña patrulla de soldados americanos realiza una descubierta. Acaban de presenciar un asesinato, viven el horror de una guerra, pasan frío, dolor, y miedo, mucho miedo. El argumento no da mucho más de sí, pero Bausch escribe muy bien y atrapa de manera notable el sentimiento del soldado de a pie. No puedo decir mucho más. Paz es una novela recomendable en general y muy recomendable para quien tenga afición a la literatura bélica. Da en qué pensar.

De la instrucción a la vista oral

El caso está visto para sentencia. Han hablado todas las partes y los acusados se enfrentan a penas de cinco años de prisión por acoso y amenazas contra una trabajadora municipal del Ayuntamiento de Cunit. ¡Seguro que recuerdan el caso! Lean la crónica de Ferran Balsells en El País.

Del cacique canalla y acosador y sus secuaces no diré nada; será la justicia la que dirá la suya. Yo me quedo con las declaraciones de la alcaldesa de Cunit y también senadora, la señora Alberich, que no ha sido acusada formalmente de delito alguno, pero a la que puedo señalar con el dedo por sus iniquidades. De ella dijo la víctima del acoso, y cito: Me dijo que si retiraba la denuncia se iba a acabar el sufrimiento. ¡Qué pájara, la tipa!

Véase aquí un resumen de las declaraciones de la señora Alberich durante la vista. Yo les haré un resumen del resumen.

Cuando el juez le preguntó sobre lo que dijo durante la instrucción, respondió:

No recuerdo esas palabras explícitas.
No, no recuerdo nada de eso.
No recuerdo haber tratado este tema.
No recuerdo explícitamente esa declaración genérica.
El inspector de policía me recomendó que no le detuviéramos por su arraigo en la comunidad (cuando en la instrucción declaró: El inspector de policía pretendía detenerle, pero lo evité a efectos de no crear un conflicto social).

La señora Alberich es de la escuela del digo Diego, de las que escurre el bulto y apaga el fuego con gasolina. Se aplica al caso la máxima bíblica: Por sus obras los conoceréis (Mateo, 7, 20).

Tradición y progreso

La tradición de las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos.

Karl Marx

La educación de la Virgen


San Joaquín, barbudo y viejo, clava su mirada en el cogote de la criatura. Santa Ana, paciente, sostiene un libro en sus rodillas, señala unas letras y tiene la mirada perdida. ¡Paciencia, santa paciencia! La niñita está en pie entre los dos, y también señala esa misma línea en el libro. La niñita es la Virgen María y San Joaquín y Santa Ana intentan que aprenda a leer. La niñita mira al espectador con carita resignada (lo mejor del cuadro). Detrás, un ángel, pero decapitado. Falta más de un palmo de la parte superior del lienzo. También se ha perdido parte del lienzo a la izquierda del espectador, quizá también se ha perdido algo en la parte derecha. El cuadro está en mal estado: se ven abrasiones y desperfectos a simple vista. El cuadro estaba hasta hace poquísimo en los almacenes del museo de la Universidad de Yale, Virginia, EE.UU., con el número de catálogo 1.900.43 (el número 1.900 se reserva para objetos de origen desconocido). Es posible que fuera cedido al museo en 1925 por Charles Townshend, un coleccionista muy aficionado al Mediterráneo que donó al museo dos cuadros de motivos religiosos al estilo de Murillo.

¿Murillo? Amanece la prensa con la noticia de que La educación de la Virgen podría ser un Velázquez. ¡Un Velázquez...! Posible datación, c. 1617. Semejanzas con Vieja friendo huevos (Galería Nacional de Escocia) o El almuerzo (Hermitage) y con otros cuadros del período sevillano de Velázquez. Etcétera. John Marciari, conservador jefe de arte europeo del Museo de Bellas Artes de San Diego, California, EE.UU., ha sido el descubridor del cuadro, y el primero que ha sospechado que el lienzo anónimo era, en verdad, obra de un maestro. Otros le han dado la razón, pero ¡cuidado! Hay que obrar con muchísima prudencia en estos casos. La noticia es muy golosa para la prensa, pero faltan años de péritos y restauradores para que conste a pie del cuadro Velázquez y no atribuido a Velázquez. Quizá nunca pueda borrarse atribuido.

Pero es una buena noticia, caramba. Muy buena.