tag:blogger.com,1999:blog-6744815587450050820.post6540857504946159284..comments2024-02-11T11:48:22.000+01:00Comments on El cuaderno de Luis: A favor de la coacciónLuis Soravillahttp://www.blogger.com/profile/06282817931757099066noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-6744815587450050820.post-51012307365275927052010-11-10T17:00:44.948+01:002010-11-10T17:00:44.948+01:00Querido Carlos y queridos lectores,
Sobre mi come...Querido Carlos y queridos lectores,<br /><br />Sobre mi comentario anterior quiero añadir alguna cosa. Carlos tiene razón cuando señala (acusa) a algunos que presumen de tolerancia y modernidad y toleran comportamientos a los musulmanes (a los tibetanos, también) que no tolerarían, pongamos por caso, a un católico o a un predicador evangélico.<br /><br />Sea cual sea, el fanatismo es malo, y uno desearía que se juzgaran todos por igual. Por eso el panfilismo es tan nocivo como la intolerancia, sus efectos son sumamente perversos. Si uno quiere que una comunidad comparta valores cívicos partiendo de diferentes culturas y creencias, donde unos y otros merezcan un respeto y lo ganen con sus obras, no se va por ahí ni con discursos permisivos ni con discursos intransigentes.<br /><br />Ésta es la justificación de un Estado laico, donde los poderes del Estado actúan sobre los ciudadanos con independencia de las creencias religiosas o políticas de éstos, sin considerar su identidad (nacional, sexual o de cualquier otro tipo), su raza, etc. Por eso he querido hacer abstracción del caso de Cunit, no sé si he tenido éxito en el empeño. <br /><br />Prescindamos del hecho de vernos con musulmanes: podrían ser gitanos, por ejemplo, o una colonia de inmigrantes de algún país sudamericano. Se dieron casos semejantes con los barrios de barracas de españoles andaluces, extremeños o de cualquier otra parte en los alrededores de Barcelona. De repente, de no se sabe dónde, surge un tipo que se presenta como «representante» del colectivo y por él pasan todas las gestiones. Nace el chanchullo, el poder, la miseria de la corrupción.<br /><br />Si las autoridades, para no tener que cumplir con su obligación y ahorrarse un trabajo, dan alas a estos «representantes», tenemos la legitimación de una pequeña mafia, el chanchulleo entre munícipes y caciques. No es nada nuevo, es lo que ha pasado en Cunit, lo que yace en el fondo del asunto. Esa mafia utiliza la religión y la identidad del grupo como sistema de coacción. Punto. <br /><br />Si la máxima autoridad del municipio tolera este mecanismo, lo legitima y alienta, tenemos que concluir que la máxima autoridad del municipio es estúpida, malvada o ambas cosas a la vez, por muy senadora que sea, y no señalo a nadie, o quizá sí. <br /><br />Y siempre pierden los mismos, las gentes que la autoridad habría tenido que proteger desde el primer día, que viven el desamparo en una situación marginal, de miseria y pobreza.Luis Soravillahttps://www.blogger.com/profile/06282817931757099066noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6744815587450050820.post-8975374799558910452010-11-10T12:16:46.038+01:002010-11-10T12:16:46.038+01:00Es más simple que todo eso. Unas personas dicen re...Es más simple que todo eso. Unas personas dicen representar a una comunidad marginada, pero nadie los ha elegido para ello. Esas personas acumulan poder, por eso mismo. El Ayuntamiento se ahorra tener que tratar directamente con esa comunidad, pues trata solamente con esos caciques.<br /><br />Pero, un buen día, una empleada municipal comienza a trabajar y resulta que se entromete en el «negocio» de estos caciques. Y éstos, por sacársela de encima, comenten varios delitos (y han sido condenados por ellos).<br /><br />El caso se resume así: Unas personas cometen un delito, el Ayuntamiento lo sabe y lo tolera y además la alcaldesa insiste en seguir considerando a los delincuentes como interlocutores y representantes válidos del colectivo socialmente necesitado. Agravantes: 1) la víctima es una empleada municipal; 2) sufre coacción y acoso por hacer su trabajo; 3) sufre coacción y acoso por razón de su sexo; 4) los acosadores revisten su actuación tras el paraguas de una creencia religiosa, manipulando a la población; y 5) el Ayuntamiento lo supo desde el primer momento... y no hizo nada. Lo que es peor, hizo el juego a los acusados.<br /><br />No importa ni el grupo étnico ni la religión ni nada, sino la ley, pura y dura, no más. El perjudicado, en este caso, es el pobre, como siempre, aparte de la víctima.Luis Soravillahttps://www.blogger.com/profile/06282817931757099066noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6744815587450050820.post-69145879818513745072010-11-10T11:15:33.745+01:002010-11-10T11:15:33.745+01:00No estás solo, querido amigo, a mí también me impo...No estás solo, querido amigo, a mí también me importa y me escandaliza este caso, un ejemplo más de la claudicación de la progresía frente al Islam más intolerante con el inocente objetivo de aplacarlo.Carloshttp://legiovhispana.blogia.comnoreply@blogger.com