Tiempo de magos



Se titula Tiempo de magos - La gran década de la Filosofía, 1919-1929, y lo ha escrito Wolfram Eilenberger. Publicado por Taurus, traducido por Joaquín Chamorro, es un regalo para los amantes de la filosofía o para aquéllos que sienten curiosidad por la filosofía contemporánea y del siglo XX, que se fundamenta (al menos en parte) en los cuatro filósofos de los que habla el libro, Walter Benjamin, Martin Heidegger, Ernst Cassirer y Ludwig Wittgenstein.

El libro es magnífico. Prueba de ello es que podemos entender (o poco más o menos) lo que quieren decirnos estos cuatro magos. Explicar a Wittgenstein, Benjamin o Cassirer para que se entiendan es difícil, pero se consigue; lo de Heidegger es un mundo aparte, también les digo, porque realmente no tenía nada que decir. En cualquier caso, este trabajo de explicación de autores que no son fáciles en absoluto es meritorio. El autor también ha sabido relacionar muy certeramente la vida de cada uno de los protagonistas de este ensayo con sus ideas filosóficas. La relación es muy interesante y merece algunas reflexiones sobre la influencia mútua que pueden ejercer una sobre otra, la vida del filósofo sobre su filosofía y viceversa.

Las vidas paralelas de esos cuatro filósofos tienen también un punto de interés, por cuanto viven en un mismo tiempo y espacio y sus planteamientos teóricos y vitales no pueden ser más diferentes a la hora de enfrentarse a un mismo problema filosófico. El ejercicio que nos ofrece Eilenberger es, pues, interesante, aunque a veces, todo hay que decirlo, está un poco forzado, pero ¿qué importa? Es un brillante ejercicio, y ya está. 

Las cuatro biografías filosóficas son fascinantes, cada una a su manera. Cassirer merecerá, a partir de ahora, más atención por mi parte, como Benjamín, que ya la merecía. Por supuesto, Wittgenstein, uno de mis autores favoritos. Lo de Heidegger... Bien, por mucho que Eilenberger intente defenderlo (que lo intenta), más leo sobre la persona de Heidegger y más leo su filósofía, menos me gusta, tanto desde el punto de vista humano como filosófico, por muy influyente que haya sido su figura. Pero esto es cosa mía, que no desmerece, en absoluto, el trabajo de Eilenberger, que recomiendo encarecidamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario