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Donde dije digo, digo Diego (van dos)

Cataluña produce el 40% de toda la energía nuclear española, y la consume toda. Dicho esto, y en año electoral, la están armando muy gorda porque Ascó se afirma como candidata al almacén de residuos nucleares. Total, con dos centrales nucleares en el municipio no viene de un poco más. Se estima que el 90% de los habitantes de Ascó quieren el almacén en su municipio, pero es año electoral, los partidos políticos quieren pasar todos por ecologistas, verdes y chachis y ya la tenemos liada.

La historia se inicia el 27 de julio de 2006, cuando la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) anunció que quería tener terminado un almacén temporal centralizado (un cementerio nuclear) en 2010. Tantas prisas por una razón: en 2011 iban a regresar a España los residuos de la central nuclear de Vandellós I, ésa que se quemó y tuvo que cerrarse. Como no había donde meterlos, se han guardado en Francia mientras tanto. Ese día, hace tres años y pico, se publicó en prensa el anuncio de un concurso entre municipios para ver quién quería ese almacén al lado de casa. El 27 de septiembre de ese mismo año ya se habían presentado una docena de candidaturas, dos de ellas de la provincia de Tarragona.

El almacén ocupa unas 25 hectáreas; sus instalaciones gestionarían 160 toneladas de residuos nucleares al año, procedentes, en su mayor parte, de las centrales nucleares españolas. Serían dos o tres trenes nucleares al mes, para entendernos. Quien se lleve el almacén a casa recibe un premio de 1.000 millones de euros; 300 puestos de trabajo durante la construcción del almacén; 110 puestos de trabajo durante su funcionamiento; la construcción de un Centro Tecnológico; y otros muchos incentivos económicos anuales.

El ministro que autorizó el concurso era don José Montilla. Defendió en prensa la maravillosa idea y las prometió muy felices a los habitantes del municipio ganador del concurso. Además, juró y perjuró que el almacén era seguro, una cosita de nada, que ni se nota, vamos. El president de la la Generalidad que dice que no quiere el almacén en Cataluña por malo, malísimo, es don José Montilla. No es un tocayo, es el mismo don José Montilla que fue ministro y firmó la autorización del concurso. No diré más, pero pregunto cuándo quiso engañarnos, ¿antes o ahora?

2 comentarios:

  1. Montilla apenas tiene una etiqueta de anís del mono como muestra de su nivel intelectual. No sé si nos engañó entonces o ahora, probablemente en ambas ocasiones, pues los mediocres de semejante calibre se abonan a la mentira como algo natural, imprescindible en toda relación humana. Ahora bien, los catalanes nos merecemos esto y más, por mucho que creamos que el lugar donde nacimos nos ha otorgado una especie de sabiduría universal y maravillosa a la que incluso le hemos dado un nombre autóctono: seny.

    De aquel "seny", estos lodos.

    Por otro lado, ¿por qué no celebrar un referendum entre los habitantes de Ascó para que decidan qué quieren hacer con su pueblo? O es que quizás los referendums sólo valen cuando sale aquello que nos gusta. Cataluña, una y otra vez Cataluña...

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  2. Si un referéndum es legal, no tiene gracia, Carlos.

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