Una vez más, los grupos políticos representados en el consistorio dicen Diego donde dijeron digo y si te he visto, no me acuerdo. Los vecinos de Barcelona pueden votar toda esta semana qué prefieren que se haga con la Avenida Diagonal. Puede votar la opción A, la opción B o (esto se dice a la chita callando) la opción C, que es ni A ni B. También pueden no votar, si les apetece, porque las tres opciones tienen su intríngulis y no son agua clara. Si fueran agua clara, no andarían todos mareando la perdiz y hubieran echado p'alante. Pero son todos unos cagamandurrias y les puede el qué dirán.
A mí me gustaría la Diagonal con catenarias y trolebuses, porque las catenarias tienen un no sé qué de bello. Esos alambres sosteniéndose sobre el tráfico, etéreos... Pero quieren tranvía sin catenarias, y no es lo mismo. También quieren ciclistas civilizados, que es como pedir la Luna.
En fin, me viene a la cabeza una cita de Joseph Roth, que recordaba un chiste vienés. La culpa es siempre del ciclista... o de los judíos, decía el chiste. Pronto dejó de tener gracia alguna. En fin... Cuando salga la opción C, o gane una arrolladora abstención, ¿de quién será la culpa? De los ciclistas, sin duda. En Barcelona, de los ciclistas.
A mí me gustaría la Diagonal con catenarias y trolebuses, porque las catenarias tienen un no sé qué de bello. Esos alambres sosteniéndose sobre el tráfico, etéreos... Pero quieren tranvía sin catenarias, y no es lo mismo. También quieren ciclistas civilizados, que es como pedir la Luna.
En fin, me viene a la cabeza una cita de Joseph Roth, que recordaba un chiste vienés. La culpa es siempre del ciclista... o de los judíos, decía el chiste. Pronto dejó de tener gracia alguna. En fin... Cuando salga la opción C, o gane una arrolladora abstención, ¿de quién será la culpa? De los ciclistas, sin duda. En Barcelona, de los ciclistas.
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