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Los huesos de Caravaggio


¿Son éstos los huesos de Caravaggio? Chi sa, que dicen los italianos. De Caravaggio se sabe que murió, poco más.
Véase en: http://luissoravilla.blogspot.com/2010/06/la-muerte-de-caravaggio.html.

En 2001, una aficionada ajena a los círculos caravaggistas descubrió (hizo pública, mejor dicho) el acta de defunción del pintor. Por lo visto, había estado en poder de un sacerdote de Porto d’Ercole, el señor Sabatini. El sacerdote también recibió un pequeño cajón con algunos huesos, procedente de una tumba del antiguo cementerio de San Sebastiano, descubierta en 1963 cuando se procedía a la urbanización del lugar. Contaba Giovanna Anastasia, arqueóloga i caravaggista aficionada, que ésos eran los restos del de Caravaggio y que ahora reposaban en la cripta de la iglesia de Sant’Erasmo e Rocco (la parroquia de Porto d’Ercole), donde los escondió el sacerdote, consciente de su importancia. Fue la primera vez que alguien mencionó el cementerio de San Sebastiano en relación con Caravaggio.

En honor a la verdad, la historia de la señora Anastasia es simple y bella, y bien podría ser cierta. Pero los caravaggistas de toda la vida (un círculo cerrado y selecto) no se la tomaron demasiado en serio. A regañadientes, aceptaron que una aficionada apareciera con el acta de defunción que ellos no habían sabido encontrar, pero de ahí a aceptar la teoría de la cripta de Sant’Erasmo... Sin embargo, otro personaje ajeno a ese círculo, el profesor Giorgio Gruppioni, tomó prestada la idea del cementerio de San Sebastiano para dar con los huesos del pintor.

La aproximación del profesor Gruppioni no ha sido tan romántica. Puede decirse que ha caído sobre el problema con todo el peso de la ciencia. Lo ha resuelto por la fuerza bruta.

El profesor trabaja para el Comité Nacional para la Valoración de los Bienes Históricos Culturales y Ambientales y ha contado con la ayuda de la Universidad de Bolonia, el Centro de Datación y Diagnóstico de la Universidad de Salerno y el Centro de Investigación Ambiental de Rávena. Uf, ahí es nada.

Ha comenzado por abrir la cripta donde se echaron todos los huesos del cementerio de San Sebastiano hace ya muchísimos años, en el siglo XVII. Esa cripta es la de la iglesia del pueblo (Sant’Erasmo e Rocco), la mencionada por la señora Anastasia. Enfrentado a centenares de esqueletos (un osario espeluznante), ha comenzado por descartar los huesos de mujeres y niños. La prueba del Carbono 14 le ha ayudado a descartar huesos demasiado modernos o demasiado antiguos. Después de mucho revolver huesos aquí y allá, se ha quedado con los restos de ocho candidatos.

Mientras tanto, un equipo andaba por Caravaggio (un pueblecito no muy lejos de Milán) tomando muestras de ADN de todos los Merisi que encontraban por el camino. El pintor se apellidaba Merisi (también Merisio, Merighi, Amerighi) y procedía de esa población. El equipo del profesor Gruppioni ha identificado el sello genético de la familia Merisi de Caravaggio y lo ha comparado con el ADN recuperado de los huesos seleccionados.

Ha dado con una coincidencia estadística significativa con el ADN de uno de los restos seleccionados. Además, los restos contienen trazas de plomo y mercurio, trazas que es frecuente encontrar en un pintor de la época (que utilizaba el blanco de plomo y algún compuesto de mercurio en su trabajo). A decir de los forenses, los huesos corresponden a una persona entre los treinta y tantos y los cuarenta y pocos, muerta entre 1608 y 1610. Era un tipo corpulento, de un metro setenta de alto. Caravaggio murió con treinta y nueve años, el 18 de julio de 1610, y aunque muy enfermo, había sido espadachín, putero y deportista. Podría ser.

El profesor Gruppioni está convencido de haber dado con los huesos del pintor. La probabilidad de que sea así es superior al 85%, asegura. Los huesos se presentaron en sociedad en el teatro Aligheri, de Rávena, con mucho bombo y platillo.

Nos quitamos el sombrero ante el trabajo del profesor Gruppioni, pero cabe mostrarse escéptico, precavido. Sus críticos se remontan al nacimiento del pintor: la relación de la familia Merisi de Caravaggio con el pintor Merisi de Caravaggio de hace cuatro siglos y pico no es tan firme y segura como parece. Es el punto más débil de la teoría del profesor Gruppioni. También son frecuentes las intoxicaciones por plomo o mercurio en los siglos XVI y XVII, no sólo entre pintores. Y no es la primera vez que se descubren los restos de un personaje famoso y luego... Sin embargo, el trabajo del profesor y su equipo es notable y metódico. Es muy posible que estos huesos sean en verdad los de Caravaggio, reconocen algunos, mordiéndose la lengua de pura envidia.

Pero ¡tranquilos! Queda todavía mucho misterio por resolver. ¿Cómo murió Caravaggio? ¿Dónde, exactamente? ¿De qué murió? De esos cuadros, ésos que llevaba consigo a Roma para comprar su libertad, ¿qué se sabe? ¿Será cierto que por España se pasean algunos caravaggios todavía sin identificar? ¿Se imaginan ustedes?

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