Finalmente, el Vulture 1 se elevó hasta el espacio sideral y luego descendió de nuevo hasta la superficie de nuestro planeta sin sufrir apenas daños, cumpliendo las expectativas del proyecto PARIS. El astronauta, un click de Playmobil, se ha convertido en un héroe de la noche al día, después de subir hasta los 89.000 pies (poco más de 26.000 metros) y vivir para contarlo. Ahora es conocido como el playmonauta.
PARIS es un acrónimo de Paper Aircraft Released Into Space, un proyecto de globo-nave nodriza capaz de llevar consigo hasta los límites del espacio y lanzar un aeroplano suborbital de papel, recuperable. La iniciativa del proyecto nació en internet, en un sitio web de aficionados a la tecnología, The Register y ha superado todas las expectativas.
Steve Daniels, Lester Haines y John Oates se conocieron gracias a este sitio e iniciaron el proyecto PARIS. El primer PARIS, el Vulture 1, tiene una envergadura de 90 cm y lleva consigo un playmonauta, un transmisor GPS, una pequeña cámara y un emisor de morse para emitir una señal de alerta en caso de accidente. El globo-nave nodriza carga con el Vulture 1, un transmisor GPS, un localizador y cámaras de vídeo y fotográficas. La nave deja ir el PARIS una vez superados los 20.000 metros de altura. El globo es de helio, derivado de un globo meteorológico, y asciende 10.000 metros más, hasta que revienta. Entonces, la nave nodriza desciende en paracaidas. En total, el vuelo del Vulture 1 ha costado la escalofriante cifra de 9.500 euros.
El primer vuelo del proyecto PARIS se inició en Piedrahita, Ávila. El Vulture 1 aterrizó en Pelayos de la Presa, Madrid, a 100 km de distancia. Eso fue el pasado 28 de octubre.
La intención de los promotores del proyecto PARIS ha sido relanzar la carrera espacial británica, en horas bajas. Eso explica por qué el vuelo del Vulture 1 y de su heróico playmonauta ha merecido la portada en el Telegraph, un buen espacio en el Times, en el Daily Mail... ¡incluso en televisión!
PARIS es un acrónimo de Paper Aircraft Released Into Space, un proyecto de globo-nave nodriza capaz de llevar consigo hasta los límites del espacio y lanzar un aeroplano suborbital de papel, recuperable. La iniciativa del proyecto nació en internet, en un sitio web de aficionados a la tecnología, The Register y ha superado todas las expectativas.
Steve Daniels, Lester Haines y John Oates se conocieron gracias a este sitio e iniciaron el proyecto PARIS. El primer PARIS, el Vulture 1, tiene una envergadura de 90 cm y lleva consigo un playmonauta, un transmisor GPS, una pequeña cámara y un emisor de morse para emitir una señal de alerta en caso de accidente. El globo-nave nodriza carga con el Vulture 1, un transmisor GPS, un localizador y cámaras de vídeo y fotográficas. La nave deja ir el PARIS una vez superados los 20.000 metros de altura. El globo es de helio, derivado de un globo meteorológico, y asciende 10.000 metros más, hasta que revienta. Entonces, la nave nodriza desciende en paracaidas. En total, el vuelo del Vulture 1 ha costado la escalofriante cifra de 9.500 euros.
El primer vuelo del proyecto PARIS se inició en Piedrahita, Ávila. El Vulture 1 aterrizó en Pelayos de la Presa, Madrid, a 100 km de distancia. Eso fue el pasado 28 de octubre.
La intención de los promotores del proyecto PARIS ha sido relanzar la carrera espacial británica, en horas bajas. Eso explica por qué el vuelo del Vulture 1 y de su heróico playmonauta ha merecido la portada en el Telegraph, un buen espacio en el Times, en el Daily Mail... ¡incluso en televisión!
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