La política erótica o la erótica política

En todas partes cuecen habas, dice el refrán. En Suiza, también. El paraíso de los Alpes es un espejismo: alcoholismo, suicidios, violencia doméstica... Además, la sociedad suiza es una de las menos tolerantes con el otro, el extranjero, el de fuera, el que no es uno de los nuestros de toda Europa. Por eso, el partido más votado en Suiza es el SVP, un partido conservador (muy conservador), nacionalista (muy nacionalista), partidario de la economía liberal y que se las da de populista y euroescéptico, una combinación perfecta en el país de las vacas lecheras y los relojes de cuco. El SVP se llevó, las últimas elecciones, el 29% de los votos.

Pues ahora andan de elecciones en Suiza y como en Cataluña, la inmigración se ha convertido en protagonista. El SVP está en su ambiente, arrastrando votos tras de sí con el mensaje del miedo. Y la campaña, claro, se ha calentado... no sé si me explico.

Una agrupación local del SVP publica un anuncio donde compara la situación de Suiza en 2010 con la posible situación en 2030. En la foto que representa 2010 aparecen cuatro señoras estupendas, vistas de espalda, y... y no diré más, que la foto lo dice todo. ¡Caramba con las suizas! Ahora bien, la foto de 2030 también habla ella sola, con toda esa gente en el agua, con pañuelo y tal. ¡Qué futuro más negro! Y ya está liada.

Está liada porque, en primer lugar, la publicidad ha provocado la ira de las feministas (¡cómo no!) y de las mojigatas (¡esos culos!), y se ha hablado de explotación sexual, machismo y qué sé yo, como siempre que asoma una señora estupenda con poca ropa. En segundo lugar, el anuncio es claramente racista (¡cómo no!) y hasta desagradable (especialmente, en 2030). Lo peor ha sido que la fotografía que llama la atención, la de los culos, no es del SVP, sino de un fotógrafo llamado Petter Hegre. ¡No abran este enlace si son mojigatos! Su contenido es... explícito, y ya me entienden.

(He dicho que no lo abran, chafarderos.)

Pues decía que la fotografía de los culos era del tal Hegre, que no había dado permiso al SVP para mostrarlos así, en público, y ya se ha liado. El SVP ha retirado la propaganda por evitar un pleito. No crean que lo ha retirado por otra cosa. Porque siguen siendo tan racistas y machistas como antes. Los suizos se han quedado sin culos y ahora pueden acusar de esta pérdida directamente a Hegre, a las sufragistas y a los progres, incrementando la bolsa de votos del SVP. ¡Llámenles tontos...!

Y yo, temeroso de la censura. Si continúo explorando este terreno político-erótico puedo acabar con un blog sólo para adultos.

2010
2030