Páginas

La mula Francis y demás mulas militares

La mula Francis es uno de los animales más célebres de Hollywood. Protagonizó una serie de siete películas de la Universal en los años cincuenta y compartió el papel protagonista en las primeras seis películas con Donald O'Connor, actor de comedia, cantante y bailarín, que se negó a hacer la séptima película porque decía que era difícil de soportar compartir el cartel con una mula y descubrir que la mula era más famosa que tú. Esas seis primeras películas (las canónicas) las dirigió Arthur Lubin, conocido por haber sido director de la mayoría de películas de Abbot y Costello.

Las películas de la mula Francis son, en orden, Francis (1950) (también conocida como Francis the Talking Mule), Francis Goes to the Races (1951), Francis Goes to West Point (1952), Francis Covers the Big Town (1953), Francis Joins the WACS (1954), Francis in the Navy (1955) y Francis in the Haunted House (1956).

La línea argumental de la primera película se reproduce en las siguientes. Peter Sterling (Donald O'Connor), se ve metido en líos. Es torpe y pasa por idiota, pero conoce a una mula... que le habla. La mula se llama Francis, y es el número M52519 del 123.º Destacamento de Mulas del Ejército de los Estados Unidos. Francis ayuda a Sterling a salir con bien de un montón de apuros. Finalmente, Sterling tiene que confesar que ha contado con el auxilio de una mula. Toman a Sterling por loco y al final, para resolver el entuerto, Francis se digna a hablarle a alguien, un general, pongamos por caso, provocándole un susto de padre y señor mío. A través de las siete películas, Francis conoce el ejército, la marina, el servicio femenino del ejército, el mundo de los hipódromos, la gran ciudad (¿se imaginan una mula parlanchina en Nueva York?)...

Aunque la voz de Francis era la de Chill Wills (una voz grave, profunda, con un acento de la Costa Oeste de los Estados Unidos), Francis era en verdad Molly, una mula hembra que los estudios habían comprado por 350 dólares. ¡Fue el negocio del siglo! Porque la mula Francis (perdón, Molly) recaudó millones.

La mula Francis del cine nació en una novela de David Stern, Francis. Universal compró los derechos para hacer una serie de películas y Stern escribió el guión de la primera de ellas. A su manera, Stern rinde un homenaje a los miles de mulas (más de cincuenta mil) que formaron los Pack Troop (Escuadrones de Transporte) durante la Segunda Guerra Mundial. Sobre el papel, uno de estos escuadrones contaba con doscientas noventa y ocho mulas, setenta y cinco soldados y dos oficiales o suboficiales. Eran capaces de transportar pertrechos, víveres, municiones, artillería, material médico, lo que fuera, por los terrenos más difíciles que imaginarse pueda.

Las mulas del ejército americano (US Army) fueron protagonistas de hechos de armas prodigiosos tanto en Túnez como en Italia o la selva de Birmania (donde acontece la primera aventura de la mula Francis). En su avance hacia el valle del Po, la 10.ª División de Montaña empleó 14.000 mulas para rebasar el flanco de la línea de defensa alemana y provocar su retirada. En Birmania, las mulas dieron de sí como en ninguna otra parte. Algunas fueron arrojadas en paracaídas tras las líneas enemigas. Otras participaron en incursiones heroicas, como las 275 mulas del 35.º Escuadron de Transporte que protagonizaron una incursión de trescientas millas en la retaguardia del enemigo, para unirse al 475.º Regimiento de Infantería y al 124.º de Caballería (a pie) y atacar, después de una marcha por montañas y lluvias monzónicas de sesenta y cinco millas más, el aeropuerto de Myitkyina (creo que lo he escrito bien). Luego tuvieron que desandar el camino, cargar con los heridos... ¡hasta servir de comida para las unidades aisladas! Toda una hazaña.

El último destacamento de mulas del ejército americano fue licenciado en 1956, pero los SEAL, los Ranger y otras unidades especiales yanquis han vuelto a comprar y utilizar mulas en Afganistán, a falta de nada mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario