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Gran Premio de Singapur 2011

El Red Bull de Vettel, aquí; los demás, allá. Éste es el resumen del Gran Premio de Singapur, donde Ferrari no se comió un rosco. Puntuaron los dos bólidos, pero no hubo podio, no pudo ser. Hace ya tiempo que la Scuderia ha arrojado la toalla, aunque oficialmente no lo admite. Se dedica al coche del año que viene, con la esperanza de que esta vez corra un poquito. Los ferraristas ya estamos curados de espantos. Saldremos adelante y si no, da lo mismo, mientras nos lo pasemos bien.

Lo que es a mí, el Gran Premio de Singapur no me gusta nada. Creo que es el artificio de los focos, ese correr de noche, esa concesión al espectáculo que no sé digerir. En fin, cosas mías.

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