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El peor político catalán de 2011

Ha sido una votación reñida entre varios candidatos, todos ellos con sobrados méritos para ser reconocidos como el peor político catalán del año, ya fuera por unos, por otros o por unos y otros, en general.

Han obtenido una mención especial Andreu Mas-Colell, el conseller de Economía y Finanzas que no sabe cuadrar las cuentas de Tesorería y que se muestra muy torpe en comunicar lo que pretende o no pretende hacer, y la vicepresidenta del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, la licenciada Ortega, precisamente por no ser licenciada y por mentir una vez sí un otra también al respecto.

Los finalistas han empatado a puntos. Tenemos a don Baudilio, a. Bío Ruiz, el Desmantelador, Retallator, el Hombre de las Tijeras, el personaje que está desmontando, con mucho gusto además, el sistema sanitario público catalán. Yo le hubiera dado más puntos a don Baudilio, pero es el público el que vota.

Junto a don Baudilio, Artur Mas, presidente de la Generalidad de Cataluña, que ha tenido el innegable mérito de inventarse el Gobierno de los Mejores y llenarlo de personajes como la licenciada Ortega, don Baudilio, el señor Mas-Colell, el señor Puig, etcétera, y de mantener un rumbo errático, al pairo, arrastrado por aires de la más extrema derecha y engañado por los cantos de sirenas zapateristas, que le han tomado el pelo siempre que le han cantado cosas dulces.

La tercera finalista, una mujer, Carme Chacón, que se postuló y sigue postulándose para liderar el PSOE. Sus méritos son muchos y reconocidos: una espantosa mediocridad, una calamidad electoral tras otra y el hundimiento del PSC en todas las encuestas. Aunque hay que añadir que ella sola no habría podido hacerlo, que han hecho falta años de Montilla y aparato del partido para desintegrar las oportunidades del PSOE en Cataluña. Ella representa el abandono de la izquierda y el salto al vacío de su formación política. Digo vacío porque vacíó es.

Pero el ganador, el peor político del año según el parecer de mis lectores, con una puntuación que supera en más del doble a todos los finalistas es, por sobrados méritos propios, don José Antonio Duran Lleida, presente entre los elegidos.

Don José Antonio ha estado presente en el centro de muchas polémicas. Según el personaje, los inmigrantes son los culpables, evidentes culpables, de la mala calidad de la enseñanza pública, del déficit del sistema sanitario, de los muchísimos peligros que acechan a la débil e indefensa identidad nacional que defiende Unió Democràtica de Catalunya (ninguna otra identidad nacional es válida), de la abundancia de mojamés en el Registro Civil, que pone en peligro la supervivencia de nombres como Jordi, por poner un ejemplo...

Su discurso racista se salió de madre de tal manera que uno se pregunta si a) don José Antonio se ha destapado al fin y ha dicho lo que piensa, b) don José Antonio utiliza el racismo como arma electoral, haciendo gala de una manipulación populista y demagógica del miedo al extraño o c) la primera y la segunda, simultáneamente, quedándome yo personalmente con la c) como respuesta que creo más próxima a la realidad. Pero es apenas una opinión.

Don José Antonio no acepta la expresión recorte, sino la de cambio en la priorización del gasto, y lo dice con todo el morro. En ese aspecto, para don José Antonio la culpa es siempre, siempre, de Madrid, pero él ha hecho todo lo que ha podido y más para ser ministro en Madrid, ministro de algo, de lo que sea, de lo que le echen. Lo que ha hecho generalmente ha sido el ridículo, porque ningún candidato ha pensado seriamente nunca en darle una cartera ministerial.

Calvo notable, orador mediocre, pasa por buen político por cómo está el percal. Se aloja en la suite de un hotel lujosísimo cada vez que visita Madrid y su tren de vida echa para atrás, pues supone unos ingresos más que respetables. En un debate agrio entre un diputado del Parlamento de Cataluña y él mismo, fue acusado de mujeriego, corrupto, prevaricador y un montón de cosas más y muy feas. En vez de echar a los perros a su adversario y plantar una denuncia ante el juez, el asunto fue convenientemente enterrado. A ver si será verdad que... ¡No! ¡Quién podría creérselo!

Don José Antonio Duran Lleida no podrá recoger el premio, porque no lo hay, porque la distinción de peor político catalán del año 2011 es honorífica y no viene acompañada de fondos. Pero don José Antonio estará siempre presente en nuestros corazones y en nuestro recuerdo... si hace el favor de retirarse de la política cuanto antes.

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