El Gran Premio de Hungría lo gano McLaren con autoridad... y con el permiso de Lotus-Renault, que, para quien suscribe, fue lo mejor de la carrera, quedando sus automóviles en segundo y en tercer lugar. Ferrari... Puntuaron los dos, mejor eso que nada.
Fue una carrera aburrida para un espectador poco dado a los intríngulis de la estrategia: cuándo entro y qué neumáticos pongo, qué hacer si el otro entra antes que yo, o después... En la pista, los pilotos hacían lo que podían por mantenerse en los tiempos requeridos por los ingenieros, y lo de adelantarse, aunque se vieron cosas emocionantes, lo dejaron para otro día. Mejor no lesionarse, que vienen vacaciones.
Hasta primeros de septiembre, en Bélgica.
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