El tiempo de los emperadores extraños (Silencio en la nieve)

Ignacio del Valle es un escritor que ha parido un detective particular, Andrade, un antiguo agente del SIM (Servicio de Inteligencia Militar) que, por evitar complicaciones con ciertos crímenes que deja atrás, acaba en la División Azul, en Rusia, y de ahí a protagonizar tres novelas, un paso. Una de ellas, El tiempo de los emperadores extraños, se publicó en Alfaguara en 2006. Ha sido premiada varias veces, siempre con relación al género policíaco, y ha acabado convirtiéndose en una película, este año, que se llama Silencio en la nieve, de Gerardo Herrero. Cuando Punto de Lectura publica, también este año, la edición de bolsillo de El tiempo de los emperadores extraños, le cambia el título, que pasa a ser el de la película: Silencio en la nieve.

Después de este lío, cabe decir que la novela es entretenida y refrescante (sucede toda ella a muchos grados bajo cero). Se lee bien y no se atraganta. Que suceda todo en el seno de la División Azul, los primeros días de 1943, le da un toque de originalidad.

Va de lo que va. Como siempre en estos casos, descubren un cadáver de un tipo que ha sido asesinado de manera alevosa y perversa. Se siguen las pistas, se suman los descubrimientos, aparecen más cadáveres, se complica el asunto y ¡zas! No les cuento el final, pero lo imaginan.

Ah, por cierto... Cómo está el asunto de la piratería, que hasta en YouTube encuentran la película entera, para poderla ver grátis y a gustito en casa. Pero, háganme caso, mejor el libro.