La pistola más cara del mundo

Luger 45 número 2, fotografiada en 1907.

Es difícil asegurar si esta pistola es o ha sido, en efecto, la pistola más cara del mundo. En todo caso, sí que ha sido la pistola automática por la que se ha pagado más dinero. Es la llamada Luger 45 y se conoce como la One Million Dollar Gun en el argot de los coleccionistas.

La Luger es una pistola muy famosa. En verdad se llama Parabellum-Pistole. Es una pistola semiautomática accionada por el retroceso de un cerrojo articulado. Se basa en un diseño de Hugo Borchardt, la C-93, en calibre 7,65x21 mm Parabellum. Georg J. Luger patentó el mecanismo del cierre de su pistola en 1898 y en 1900 comenzó a fabricarse en la DWM (Deutsche Waffen und Munitionsfabriken). Ese mismo año, el ejército suizo adoptó la Parabellum como arma reglamentaria. Ocho años después, fueron el ejército boliviano y el alemán. Por eso se conoce como Luger P08, pistola Luger de 1908.

La munición de 9x21 mm Parabellum, también conocida como 9 mm Luger, se diseñó pensando en esta pistola y fue el calibre que escogió el ejército alemán para sus cosas. Con este calibre, la Luger combatió en dos guerras mundiales y sirvió en la policía, la armada, la fuerza aérea y demás. Uno imagina siempre a un oficial del ejército alemán o de las SS esgrimiendo una Luger, pero esta pistola fue también la del detective Sam Spade en las novelas policíacas de Dashiell Hammett. Ya saben, el del halcón maltés, que interpretó Bogart en el cine.

Hubo muchas versiones de la Luger, y una de ellas se lleva el honor de ser una de las pistolas más caras del mundo. Son piezas apreciadísimas las primeras Luger para el ejército suizo, las de la Marina Imperial Alemana o las de artillería de cañón largo, las pistolas-carabinas, las que se fabricaron en Holanda en los años veinte, etc., pero se llevan la palma las Luger para el ejército de los EE.UU.

A finales del siglo XIX, los EE.UU. pensaron en abandonar el revólver como arma de cinto y pasarse a las pistolas semiautomáticas. En aquellos tiempos, el calibre más empleado era el 32 (7,65 mm). Probaron la pistola Colt Browning 1900, la Steyr Mannlicher M1894... Compraron mil pistolas Luger de 7,65 mm a las que dieron un buen uso. Pero la guerra en las Filipinas contra los moros convenció al ejército de la necesidad de calibres mayores; ni las balas de pistola del 32 ni las de revólver del 38 eran capaces de detener con un solo tiro a un fanático drogado hasta las cejas que corría hacia uno con ganas de rebanarle el pescuezo. Por intentar mejorar la potencia de las Luger del 32, algunas se recalibraron para admitir el calibre de 9 mm Parabellum (el que luego emplearía el ejército alemán). Pero los militares americanos no tuvieron suficiente con eso.

En 1906, el ejército inició un concurso para adquirir una pistola reglamentaria del calibre 45 (11,43 mm), como mínimo. Se emplearía un cartucho diseñado por Browning, el 45 ACP (corto). Colt se presentó al concurso con el Modelo 1905 (que luego evolucionaría hasta el Modelo 1911) y también se presentó la Savage del calibre 45 (otra pieza rarísima) y una docena larga de pistolas de tantos otros armeros. La DWM optó por intentarlo y entregó dos pistolas Luger del calibre 45, con los números de serie 1 y 2.

La pistola Luger 45 número 1 ha desaparecido. Seguramente fue desguazada después de un uso intensivo, pero no se sabe nada de su suerte a ciencia cierta. La número 2, en cambio, sobrevive, con el lema U.S. Propierty grabado en el metal. Llegó a manos de los militares el 28 de marzo de 1907, junto con 5.000 cartuchos del calibre 45 ACP, con el remite de Frankfurt, Alemania.

Tras las pruebas, la pistola permaneción en la armería del ejército de Springfield, Massachusetts. En 1913 se puso en venta y la compró el doctor C.I. McClenathan de Akron, Ohio, que la vendería al señor don Warren Ogdan en 1944 por 150 dólares. En 1949, el señor Ogdan vendió la Luger 45 a un coleccionista llamado Sidney Aberman por el mismo precio. Al parecer, los señores Ogdan y Aberman eran muy amigos y el señor Ogdan sabía que el señor Aberman tenía muchas ganas de incluir la Luger 45 número 2 en su colección. A la muerte del señor Aberman, un multimillonario de Indonesia, el señor Aryanto, compró la pistola por un millón de dólares a un marchante de California, que se llevó una buena comisión por la venta.

Poco después, se torció la vida del señor Aryanto, que se arruinó detrás de los negocios y el cambio de la rupia indonésica. En marzo de 2010, se vendió la Luger 45 en una subasta, alcanzando el precio de 494.500 dólares, por debajo de lo que se esperaba (con todo, es el precio más alto que se ha pagado nunca por una Luger en una subasta).

Si volvemos a 1907, el ejército de los EE.UU. quiso comprar doscientas Luger más para las pruebas de evaluación. Pero la DWM se retiró del concurso, no se sabe muy bien por qué. Quedaron finalistas los fabricantes Colt y Savage. Ganó Colt, que fabricaría el modelo M1911 45 ACP, que sigue fabricándose un siglo después y se ha convertido en una leyenda.

¿Hubo más Luger 45? Quizá. En Alemania, en todo caso. Se dice que alguna fue el botín de guerra de algún soldado americano en 1945 y hoy, con el número de serie 3 en el cargador, se conserva en Shreveport, Luisiana, EE.UU., en la Norton Art Gallery, procedente de la colección del señor Harry Jones, que nunca dejó muy claro cómo se hizo con ella. Se sabe de una pistola-carabina Luger en calibre 45 catalogada en la colección particular de Ralph E. Shattuck, con el número de serie 21, pero su autenticidad es polémica. También se ha querido subastar por un millón de dólares.

Por cierto, el nombre de One Million Dollar Gun pasó a ser conocido gracias a la película, Wall Street (1987), cuando el malvado Gekko (Michael Douglas) presume de tenerla entre sus posesiones ante Sir Lawrence Wildman (Terence Stamp). Gekko dice, copio del guión: The rarest gun in the world, Larry, the .45 Luger.

Sin embargo, la pistola que aparece en la película no es una Luger 45, sino una Luger P08 normal y corriente. Cómo engaña el cine.