Propuesta de consulta popular. Quiere que Cataluña sea...

Que el debate fue encendido lo prueba el señor del diván.

Con el cívico deber de alumbrar una salida al debate de una consulta popular sobre el futuro de Cataluña, promoví una encuesta entre mis lectores para que se manifestaran sobre este asunto.

Una minoría de mis lectores se inclina por un estado ajeno (i.e., privatizado). Más concretamente, un 7% de los votantes optó por preferir vender Cataluña a tener que gestionarla. No se apartan de la opinión política mayoritaria de este país.

Otro 7% de mis lectores quisieran que Cataluña fuera una prefectura francesa. No sería ni la primera ni la segunda vez que Cataluña forma parte de Francia, aunque en todos los casos anteriores, nos devolvieron a España después de un período de prueba. No me pregunten por qué.

Fueron más, un 10%, los lectores que, en cambio, quieren que Cataluña sea un protectorado de Andorra. La idea de convertir Cataluña en un paraíso fiscal es una constante de nuestros líderes patrios. De hecho, quisieran no tener que acudir al extranjero para protegerse del fisco y manejar las comisiones sin tantos gastos de gestión.

Otro 10% de mis lectores, en cambio, se conforman con lo que sea que quiera ser Cataluña mientras se lleve a cabo una política activa de regeneración cultural. Así, estos votantes quisieran que Cataluña fuera el lugar donde se emitieran todos los partidos del Barça en abierto. Lo demás, no importa. Panem et circenses, dixit.

La opción política más moderna y no menos compleja es la que escogen el 14% de mis lectores. Éstos quieren que Cataluña sea un estado confederado con una república monárquica federal asimétrica. Que sepan qué significa tal cosa es harina de otro costal.

Mientras unos buscan fórmulas originales de administración territorial, un considerable 21% de mis lectores se inclina por una solución conservadora, tradicional y monárquica, pues quieren que Cataluña sea parte de la Corona de Aragón. La cifra me ha sorprendido, pues no se esperaba tanto éxito de esta opción llena de polvo y carcoma.

Ahora bien, la opción favorita de mis lectores, la que ha escogido uno de cada tres, es que quieren que Cataluña sea... normal.

Ah, santa inocencia.