La gestión privada no es mejor ni peor que la pública. Por poner un ejemplo, vayan a ENDESA y reclamen porque les han cobrado de más en la factura eléctrica y luego me dirán.
Pero el Instituto Nacional de Estadística (INE) publica una estadística donde asegura que una estancia media en los hospitales públicos es de 7,04 días; en los privados, 5,82. Muy pronto se suman los neoliberales al carro de asegurar que los centros privados curan más rápido y mejor que los públicos. Por lo tanto, proclaman a los cuatro vientos, ¡privaticemos! ¡Acabemos con el despilfarro de la sanidad pública!
Don Baudilio, a. Bío Ruiz, privatizador, recortador y uno de los Mejores que repite.
¡Cuidado! ¡Mucho cuidado! En primer lugar, el estudio no considera ni la gravedad de la enfermedad ni la complejidad del tratamiento. No cuenta los reingresos. ¡Tampoco dice si los enfermos se curan! Sólo dice cuánto tiempo permanecen en el hospital cuando ingresan en él, nada más.
Los hospitales privados realizan menos transplantes, menos cirugía mayor y cuidan menos pacientes graves que los hospitales públicos. Eso reduce la estancia media en un hospital privado.
Otro detalle. Las mutuas sanitarias privadas cobran más a los clientes más viejos, hasta que éstos se jubilan y no alcanzan a pagar la cuota. Se ven forzados a acudir a la sanidad pública. Como los viejos enferman más que los jóvenes y sus enfermedades suelen ser más graves, cuantos más viejos trata un hospital, más larga será la estancia media. Ésta es otra de las razones que explica las diferencias entre la estancia media en un hospital público y otro privado: la edad de los pacientes.
Hay excepciones. En la sanidad privada, se alargan las estancias medias de las parturientas y sus bebés y superan las estancias medias de la sanidad pública. Una vez ha nacido el niño, se reducen los costes y los riesgos y se incrementa el beneficio. El hospital privado se convierte en un hotel con enfermeras. Una estancia más larga, más beneficio para la empresa.
La deficiente cobertura pública de las enfermedades mentales en España también provoca que una estancia en un centro privado sea de 45 días y en uno público, de 19 días, porque no hay plazas públicas y uno tiene que echar mano de las privadas, si uno puede permitírselo.
Comparémosnos con otros. Entre los países desarrollados, la estancia media más corta en un hospital es la de los Estados Unidos, que no llega a los cinco días. Es el país con el mayor gasto sanitario por habitante del mundo, pero también uno de los países desarrollados con peor cobertura sanitaria de la población. ¡Eficiencia...! ¡Para que luego digan!
En Canadá y en el Reino Unido, donde el sistema sanitario es público y la cobertura, universal, la estancia media en un hospital es de una semana. Los británicos y los canadienses gozan de mejor salud y mejor calidad de vida que los estadounidenses y el coste sanitario por habitante es sensiblemente menor que el yanqui.
La sanidad pública española también procura una estancia media de una semana, en la línea de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Los alemanes, tantas veces paradigma de la eficiencia, permanecen en el hospital entre nueve y diez días.
Ahora, vuelvan a leer los resultados de la encuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario