Algunos de los meteorítos del catálogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Lo más singular del bólido del 10 de febrero de 1896 sobre Madrid es que no se desintegró completamente, sino que llovieron numerosos fragmentos sobre Madrid y alrededores, pero se recuperaron y dieron por auténticos muy pocos. Más concretamente, sólo seis ejemplares. Todos juntos suman 379,07 gramos.
Eso sí, no faltaron paisanos que se presentaron con fragmentos o esquirlas de hierro, vidrio o pedruscos más o menos extraños, creyendo vérselas con restos del bólido o procurando hacer pasar churras por merinas. Dejemos que el señor Bonilla explique por qué:
Debido sin duda á su escasa cantidad, se han cotizado á precios elevados los ejemplares de meteoritos procedentes de este bólido; alguno de los mencionados antes ha costado á su actual poseedor á unas tres pesetas por gramo, y algún otro quizás haya venido á pagarse aún más caro.
El mayor fragmento de todos pesaba 143,79 gramos y lo recogieron en la quinta de Los Ángeles, propiedad de un tal señor Medina, situada en el poblado de Maudes, cerca del Hipódromo. Cuenta el señor Bonilla que:
[...] unos trabajadores que le vieron caer observaron que tronchó la rama de un árbol y quedó incrustado al ras del suelo, en una senda de terreno compacto, produciendo al descender un ruido semejante al de tela que se desgarra; cuando se le recogió estaba aún caliente. El dueño de la quinta lo regaló al Excmo. Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo, Presidente del Consejo de Ministros, su actual poseedor.
¡Vamos a por el siguiente! Lo encontró el catedrático de Astronomía, el señor Íñiguez. Veamos cómo.
Otro meteorito, cuyo peso es de 132,77 gramos, fué hallado por el Sr. Íñiguez en uno de los paseos de la Moncloa, hallazgo no debido á la casualidad, puesto que desde el día que estalló el bólido dicho señor se dedicó á registrar con cuidado los parajes del N. y NE. de Madrid que parecían los más favorecidos con la caída de meteoritos, siendo coronadas sus investigaciones con aquel hallazgo.
Dejo para el final el meteorito del Marqués del Socorro, porque le dedicaré una especial atención, y veremos quién y cómo encontró los otros restos del bólido.
Que hable el señor Bonilla para describir el origen y características de los restantes.
Otro ejemplar completo, del tamaño de una avellana y cuyo peso es de 3,93 gramos, fué recogido en la posesión del señor Marqués de Zafia, cerca de las Ventas del Espíritu Santo, y su actual poseedor es el Sr. Mac-Pherson. [...] De todo intento he dejado para lo último los ejemplares adquiridos por el Real Observatorio astronómico de Madrid [...]. El mayor de los tres fragmentos fué recogido en la calle de Serrano (barrio de Salamanca) de esta corte, cerca del cuartel de la Guardia civil, por D. Faustino Brañas, oficial de estuquista [...]. Su peso era de unos 52 gramos. El que le sigue en tamaño fué recogido por un peón caminero en la carretera de Madrid á Castellón, junto al Puente de Vallecas, y entregado á los auxiliares del Observatorio astronómico, que fueron haciendo indagaciones por aquellos sitios. Su peso es de 19 gramos.
En el siguiente apunte de El cuaderno de Luis examinaremos el caso del meteorito del Marqués de Socorro, por la cuenta que me trae.
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