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Curso hospitalario de Reiki



Va un niño y se pega un trompazo jugando en el parque. Se acerca a su mamá llorando a lágrima viva, frotándose la frente, donde se ha dado el golpe. ¡Pupa! ¡Pupa! avisa. La mamá coge al niño y le frota el chichón. Le dice: Cura sana, cura sana, culito de rana. ¡Ya está! ¡Curado! El niño, fascinado, deja de llorar, mientras el chichón adquiere el tamaño de un huevo de codorniz y el color de un tormentoso anochecer. Esto es, en pocas palabras, el Reiki.

Reiki viene del japonés, a saber cómo se escribe. Hay quien lo traduce como poder espiritual o energía vital, aunque quién sabe si lo más correcto sería sensación de misterio (y me remito a la etimología sino-japonesa del término) y es la palabra que se emplea para describir el poder de las hadas en los cuentos infantiles. Se trata de una práctica que no tiene nada de científica, que nunca ha demostrado que cure nada, pero que dicen que cura los que cobran por curar con ella.

Estampita Reiki.
La de San Telesforo es más bonita y cura más.

Es una práctica milenaria que comenzó a practicar un monje, Mikao Usui, en 1922. Muy milenaria, ya ven. El hombre dejó escrito que el propósito del Rei Ho era (cito) cultivar el corazón para mantener el cuerpo sano a través del poder misterioso del Universo. Rei Ho es el método del reiki, el método misterioso que domina el poder misterioso del misterioso universo. Como ven, todo parece misterioso: el método, la curación, el poder del universo e tutti quanti.

Dicho esto, Usui Sensei (el maestro Usui) comenzó a curar, que es un decir. Hay quien sostiene, en cambio, que el maestro lo que hizo es fundar una secta religiosa y que curar era lo de menos, un atrapabobos.

El asunto funciona con un personaje al que llaman emisor, porque emite (sic) la energía del universo. Perdón, emite el reiki, la fuerza natural que nos da vida. El poder misterioso. Bueno, no sé lo que emite, que me hago un lío, algo misterioso, seguro, pero nada serio.

Si hay un emisor, hay un receptor, que es la víctima... digo, el paciente. El emisor, en vez de recitar Cura sana, cura sana, culito de rana, hace unos pases mágicos con las manos sobre el receptor. Como decían los que jugaban a médicos y enfermeras, ¡Chis! ¡Chas! ¡Curado! Eso, pero en japonés. Luego, la víctima, perdón, el paciente, afloja la mosca: cincuenta euros, o más.

Emisor, el que mete mano. Receptor, el que paga.

En puridad, el Reiki es inofensivo, ni cura ni mata. Le pasan la mano a uno por encima y ya está. Puede suceder que la enfermedad remita sola, de manera natural; que uno se crea mejor de lo que está (como el niño del chichón), lo que es el efecto placebo; puede pasar, simplemente, que con el masajito y la música suavecita uno se relaje y se distraiga del daño. Ahora bien, si un paciente se cree que el Reiki funciona y abandona las medicinas que le ha recetado el médico de verdad... Ése es el peligro de las falsas medicinas.

Podríamos hablar mucho más del Reiki, pero no añadiríamos nada que cambiase las esencias de lo que ya he dicho. No hace falta ser médico para ver que el Reiki es una tomadura de pelo, una patraña de tomo y lomo.

Ficha del curso.


Pues ahora va la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y organiza un curso de Reiki para el personal sanitario del Hospital General de Ciudad Real. El curso está programado para el 8 de mayo. Con lo mal que vamos de dinero ¿se atreven a gastar dinero público en esta gilipollez? ¡Por favor! ¡Que cesen a alguien, por favor! ¡Que lo cesen! No que dimita, que lo cesen, públicamente.

Para justificar el curso, se dice que su intención es (copio) atender al paciente dentro de la concepción holística del individuo forma parte de una línea de trabajo cada vez más activa en la sociedad. Esta atención bio-psico-social hace que se busquen formas activas de actuación que los profesionales sanitarios demandan conocer. Decir perogrulladas que parezcan profundas es un síntoma de rigor y profesionalidad, ¿verdad?

El curso promete (cito) conocer un método alternativo de control del estrés en los pacientes, aumentar su capacidad de recuperación después de una intervención, estimular su sistema inmunológico y acelerar la eliminación de toxinas de la anestesia y fármacos. ¿Qué método será ése? El Reiki me da que no, o puede que sí. Pero entonces también y mejor será un buen paseo por el parque o una tertulia con los amigos, que es mucho más sano.

¿Se dejaría operar por esta gente? ¿O tan mal lo ven?

La metodología promete. La docente introducirá al alumno en la actividad formativa a través de una presentación, dicen. Es decir, pasarán un PowerPoint, como ése que envían al buzón del correo electrónico con la historia de los ositos felices. Ésta, la presentación, sigue diciendo, será enriquecida con actividades prácticas y manejo de dispositivos [¿qué dispositivos?] para la adquisición y destreza de este método japonés [...] a través de la interacción directa con el alumno durante el periodo de formación y tras la finalización del curso a través de correo electrónico. Interacción directa, curaciones reikinternáuticas... Impresionante. ¡Y qué nivel de redacción!

Impresionante, sí, y pagado con dinero público. Lo repito: que cesen a alguien, por favor.

7 comentarios:

  1. para nada de acuerdo, que poca espiritualidad

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  2. Creo que se te ha ido la pinza, amigo, con este comentario. Me considero Reikista y no hay nada más sano que probar alguna sesión, para salir convencido de que realmente FUNCIONA. Y sino, que se lo digan a la gran cantidad de gente, que va a hacer SESIONES REIKI y los beneficios que luego encuentran en ello.

    Que tú no estés en sintonía con REIKI no significa que no funcione. Hay que respetar a las personas desde sus creencias.

    Dime: si tú tuvieras alguna enfermedad que no consiguieran determinar o más bien resolver los médicos, y te propusieran algo como REIKI , sin más expectativa que ver si funciona...¿no crees que sería una buena forma de EXPERIMENTAR EN PRIMERA PERSONA los beneficios de Reiki?

    Que la LUZ ilumine el ESPÍRITU REIKI en su libre albedrío.

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  3. Le aseguro que si un médico me propusiera acudir a una sesión de Reiki, cambiaría de médico, no de medicina. Lo he hecho, no lo digo por decir.

    El Reiki no tiene una base teórica que se aguante, ni existen evidencias estadísticas sólidas de ninguna clase que digan que "funciona". Más bien, lo contrario.

    Conozco clientes de Reiki y personas que lo imparten. He visto su formación, la he leído y estudiado, y conozco su práctica. Le aseguro a usted que "funcionar", lo que es "funcionar", "funciona" lo mismo una estampita a Santa Rita, y Santa Rita sale más barata.

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  4. Eres muy obtuso. Y me pregunto ¿pueden ser felices las personas así?

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  5. ¿Obtuso? Es decir ¿romo, sin punta? ¿O quizá "tardo en comprender"? No creo. Pillé en seguida que el asunto no tenía ni pies ni cabeza y que el Reiki era una tomadura de pelo monumental.

    ¿Feliz? Mucho. Pero siendo persona con escrúpulos, no sé si podría ser feliz ganándome la vida con la imposición de manos y engañando al personal. Pero supongo que hay conciencias que pueden con todo.

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  6. El desconocimiento que tienes es total, y en ese desconocimiento te basas para este artículo?. Basta con ver la comparación " El Reiki es sana sana culito de rana" creo que no te has informado ni un poco. No obstante, creo que algo te a ocurrido con este tema y te tiene de punta.....

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  7. Señor anónimo,

    No me "a" ocurrido nada con el Reiki, pero me duele ver cómo engañan a la gente con bobadas y tonterías.

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