Éste es el título de un artículo de opinión de un columnista de The Times. Los periódicos comentan el artículo, sesgadamente todos y cada uno de ellos, que todos barren para casa. A la vista de ello me permito adjuntar un enlace hacia el mismo. Como en el sitio web de The Times no podía leerse entero, he aquí un enlace a un periódico australiano que también lo publica.
Ustedes mismos. Está en inglés, naturalmente. Pero vayan con cuidado y no crean nada de lo que digan los demás. Tampoco crean todo lo que dice el periodista. Lean sin más prejuicio que saber leer. Formen su propia opinión. Critiquen lo escrito con sentido común y conocimiento y sólo después atiendan a las interpretaciones (interesadas) de unos y de otros. Lean primero, piensen después y al final, escuchen.
Es un ejercicio muy sano, que activa el riego sanguíneo del cerebro, ese músculo ignoto. Comprobarán, cuando atiendan a los demás, ésos que se dan de entendidos, que la gran mayoría de periodistas, intelectuales y tertulianos no saben leer y si saben, no entienden lo que han leído.
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