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El coche (por ahora) más caro del mundo


Mercedes-Benz W196 de 1954.

¿Cuál es el automóvil más caro del mundo? Esta semana han vendido uno en una subasta por 22,7 millones de euros. Me dicen que es el precio más caro que se ha pagado nunca por un automóvil en una subasta... por ahora.

¿Qué automóvil vale 22,7 millones de euros? De entrada, un coche usado, viejo, un tanto maltratado. Lo han conducido al límite durante un año y luego han dejado que vaya recogiendo polvo en un garaje, y lleva así 59 años, aunque alguna vez lo han sacado a tomar el aire. No tiene maletero, ni capota. Por no tener, no tiene ni faros. No es un automóvil lujoso. Hace ruido, gasta mucho y las piezas de recambio salen por un ojo de la cara.

¿Qué tiene, pues? Su motor, su historia.

Comencemos por el motor. El automóvil en cuestión es uno de los primeros coches de carreras de la recién estrenada Fórmula 1. Es un Mercedes-Benz W196. Los W196 se carrozaron al estilo Monza (carenados) o con las ruedas descubiertas, como éste. Las principales características del motor del W196 son una herencia de los motores de aviación de la Segunda Guerra Mundial. Mercedes-Benz fabricó los motores del caza Messerschmitt Bf 109, los DB 600, famosos por emplear inyección directa de combustible y válvulas desmodrómicas. Rudolf Uhlenhaut, su diseñador, quiso emplearlas en su bólido.

Luego se enfrentó a un problema interesante, que intentaré explicar. El reglamento de la Fórmula 1 de 1954 permitía emplear motores de 2,5 litros de cilindrada de aspiración natural (el aire entra en el motor a través de las trompetas de admisión sin ayuda) o motores de 0,75 litros con compresor (con aspiración mecánica forzada). La FIA calculaba que los motores de los automóviles en competición de estas características tendrían todos entre 250 y 300 CV de potencia.

Antes de la Segunda Guerra Mundial, las Flechas de Plata de Mercedes-Benz habían empleado siempre motores con compresor (de ahí la K de Kompressor en sus modelos deportivos). Uhlenhaut sabía que Mercedes-Benz había corrido en 1939 con un motor de 1,5 litros con compresor que daba 278 CV, con una sobrepresión de 2,7 atmósferas. Echando cuentas, un motor de 0,75 litros necesitaría un compresor que diera 4,4 atmósferas. El motor daría 290 CV de potencia... pero el compresor se llevaría, él solito, casi 100 CV. Quedaría en 190 CV en las ruedas. Además, gastaría dos veces más gasolina que un motor sin compresor. ¡Mal asunto!

Pero había visto motores de motocicleta capaces de dar mucha potencia girando a muchas revoluciones, sin necesidad de compresor. Decidió apostar por un motor sin compresor. ¿Sin compresor? En Mercedes-Benz se llevaron las manos a la cabeza, pues todos sus automóviles de carreras iban a compresión desde los años veinte.

Simple, moderno, eficaz, un W196.

La apuesta se Uhlenhaut se convirtió en un motor de 2.496.87 cc de ocho cilindros en línea. Se estrenó en el Gran Premio de Francia de 1954 y daba entonces 257 CV de potencia y alcanzó los 280 km/h. No corría, ¡volaba! Meses después, a 8.500 r.p.m., el motor alcanzó los 290 CV y una versión de tres litros (2.981,70 cc) alcanzó los 310 CV. Una versión experimental llegó poco después a los 340 CV.

Ahora entramos en la historia, porque estas cosas de ingeniería traen al fresco al personal, que quiere saber qué hizo este coche para valer tanto dinero.

Pues ganó nueve de doce carreras en las que participó. Fue la resurrección de las Flechas de Plata. Al volante de los W196 corrieron Juan Manuel Fangio y Stirling Moss, y Fangio obtuvo su segundo campeonato del mundo con el modelo W196.

Sin el capó, para que se vea el motor. Precioso.

El modelo subastado tiene el chasis 00006/54 y participó en cinco pruebas del Campeonato del Mundo (de Fórmula 1). Las tres primeras carreras (1954) fue pilotado por Fangio, que ganó el Gran Premio de Suiza y el Gran Premio de Alemania. Luego fue conducido por Hans Herrmann en el Gran Premio de Italia de 1954, donde quedó cuarto. Regresó a Italia en 1955, donde corrió su última carrera con Karl Kling al volante, que se mantuvo en segunda posición (detrás del W196 de Fangio) hasta que rompió el cambio de marchas. Fue reparado para volver a correr, pero ese mismo año, el 22 de diciembre, se convirtió en una pieza del Daimler-Benz Museum. En los años ochenta, pasó a manos privadas y ha conocido tres propietarios: un inglés, un francés y un alemán (como en el chiste).

Se ha vendido el pasado 12 de julio en el Goodwood Festival of Speed, una reunión de coleccionistas y amantes de los automóviles. Fue una de las estrellas del festival, y cuando Bonham's, una prestigiosa casa de subastas británica, sacó 17,5 millones de libras por el coche (que son 22,7 millones de euros), a más de uno se le curó el hipo del susto. Estaba previsto que no iba a pasar de los 10 millones de euros y ya ven, se les escapó de las manos.

 


2 comentarios:

  1. el mayor error del articulo es que el proyector del motor fue el Ing. Colombo

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    1. Perdón, pero Giacchino Colombo nunca fue ingeniero de Mercedes. Sus motores de 12 cilindros fueron legendarios en Ferrari. También trabajó para Alfa Romeo, Maserati, Bugatti (en los años 50) y MV Agusta, pero nunca para Mercedes-Benz. Si resulta que estoy equivocado, me gustaría que me señalara la fuente de su información, gracias.

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