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Qué sed (Gran Premio de Hungría 2013)


Los pilotos de Fórmula 1 ya no son lo que eran. Ahora llevan un tubito que les da de beber en medio de la carrera. Un gin tonic, no, supongo, sino agua con sales minerales, azúcar y tal y cual, ésas cosas que beben los deportistas tan chachis y tan guays. Pues va y a Alonso, de Ferrari, paf, se le avería la maquinita que le da de beber. Así que ha tenido que hacer la carrera bien bebido, y no me interpreten mal. Ha acabado con la garganta seca.

Dando vueltas y vueltas sin poder beber ni hacer pis. Qué suplicio.

No es la causa, pero sí un síntoma. Ferrari tiene problemas. El coche no tira. No tira tanto como los demás, quiero decir, y Red Bull, Mercedes o Lotus le pasan por delante. La carrera en Hungría ha sido otra vez más de lo mismo: Ferrari en quinta y octava posición. Ha ganado Hamilton (desde que Mercedes hizo aquellas pruebas de neumáticos en Montmeló, cómo han cambiado las cosas...). Segundo, Raikkonen, un señor carrerón, bravo. Tercero Vettel... En fin, que no estamos ahí delante, aunque se intenta.

Dicen que será el túnel de viento, quién sabe. Parece ser una cuestión aerodinámica. Son las piezas, que no funcionan. En todo caso, no será por ganas. En fin, que vienen tres semanas sin carreras y a ver si vuelven más colorás. Forza!

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