Farewell, Barcelona!
Las Brigadas Internacionales se despidieron de España hace 75 años.
La Guerra Civil Española fue una tragedia horrible. En los dos bandos, murió tanta gente en el frente como en la retaguardia. Las batallas fueron feroces. El miedo, el terror. Hubo héroes y villanos, gente buena y mala. Hubo mártires, en los dos bandos. También hubo idealistas, con mejor o peor fortuna. Resulta fácil criticar su idealismo, tantos años después. También resulta fácil olvidarlo.
Digo esto porque quiero hablar de las Brigadas Internacionales.
La fría estadística nos dice que fueron casi 60.000 voluntarios. Procedían de más de cincuenta países. La mayoría, franceses (entre 9.000 y 15.000, según las fuentes), pero también alemanes y austríacos que habían huído del nazismo (más de 5.000), italianos que habían huído del fascismo (unos 4.000), británicos (2.500), estadounidenses (2.000)... Así, hasta sumar el total.
Voluntarios de cincuenta y tantos países lucharon en España.
Se dice que un 15% de los brigadistas pudo haber sido judío. Pónganse en su piel, en la Europa de los años treinta. También lucharon negros norteamericanos, chinos, gentes de toda raza, clase y condición. Eran casi todos comunistas o filocomunistas, aunque la filiación cambiaba con la nacionalidad. Por ejemplo, los brigadistas estadounidenses anarquistas, socialistas y comunistas eran minoría; entre los brigadistas alemanes, sólo uno de cada diez no era comunista. ¡No nos olvidemos de las mujeres! Muchas de ellas atendieron a los heridos en los hospitales y no fueron menos valientes que sus camaradas del frente.
Nunca hubo más de 20.000 luchando a un mismo tiempo. Murieron 15.000, uno de cada cuatro. Se dice muy pronto, uno de cada cuatro.
Pieza antitanque de los brigadistas británicos.
La pieza había sido capturada a los nacionales. Es un cañón alemán de 37 mm.
Participaron en grandes y crueles batallas, como tropas de élite, dándolo todo y dejándose el pellejo en los alrededores de Madrid, en Guadalajara, Belchite, Teruel... Cumplieron como el que más, a decir de los dos bandos. Sean cuales sean sus simpatías políticas, déjelas a un lado por un momento y piense en lo que le digo: Estos tipos vinieron a España a morir por los españoles.
Capa fotografió a los brigadistas el día que se despidieron de España, en Barcelona.
Digo esto porque merecen un recuerdo. El 9 de noviembre se cumplirán 77 años de su primera batalla en la defensa de Madrid. Y hace setenta y cinco años, el 28 de octubre de 1938, se despidieron de España con un desfile por las calles de Barcelona.
Brigadista alemán.
El aniversario ha pasado desapercibido. Es cierto que en Barcelona se ha celebrado algún acto institucional el fin de semana, pero nadie ha prestado demasiada atención y no ha merecido ni una nota en los periódicos.
Quedan menos de una docena de brigadistas con vida. Quizá sólo cinco, no más de diez, según quién los cuenta. Les estamos diciendo adiós definitivamente, pero en silencio, y no por discreción, sino porque nos olvidamos fácilmente. Somos así de desagradecidos.
Para más información:
Etc.
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