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¡Que se mueve!


La estatuilla de Neb-Senu, dando la espalda al público. 
Los jeroglíficos ruegan que se depositen a sus pies pastelitos y cerveza.

La estatuilla mide poco más o menos un palmo, está tallada en serpentina (una piedra de color oscuro, ligeramente verdosa, muy dura) y tiene unos 3.800 años a sus espaldas. Representa a alguien llamado Neb-Senu, un funcionario del faraón, y cumple una función muy útil en el antiguo Egipto, pues hacía de receptáculo del alma del muerto en el tránsito hacia el más allá. En verdad es algo más complicado, pero no hace falta saber más. 

La estatuilla se exhibe en el Museo de Manchester desde hace ochenta años. Hace poco, la cambiaron de vitrina y hoy puede verse en la planta baja del museo, con otras estatuillas egipcias.

Un día, uno de los encargados del museo preguntó quién había movido la figurita. Otro día, volvió a preguntarlo. De repente, se dieron cuenta de que la figurita ¡se movía sola! Si no me creen, lean la noticia en el Manchester Evening News. También pueden buscar la película en YouTube.

Neb-Senu, girando sobre sí mismo. 
Los vigilantes del museo llaman a este movimiento el baile de Neb-Senu.

Era evidente: la figurita giraba en sentido antihorario y era capaz de dar una vuelta completa en un día o dos. ¿Por qué? Porque el alma del difunto Neb-Senu la mueve, dijo Campbell Price, un joven egiptólogo que trabaja en el museo. Lo dijo con cierta ironía, como quien no quiere la cosa, pero muchos le tomaron en serio y la verdad es que todos los visitantes del Museo de Manchester preguntan por la figurita. Otros egiptólogos hablaron de fuerzas más allá de lo físico (sic) o de magia, directamente. No les cuento qué llegaron a decir los videntes y demás estafadores.

Hasta que unos periodistas del canal ITV británico, que filman la serie Mistery Map, han decidido investigar el asunto en serio. Sospechaban la causa, han acertado.

El Museo de Manchester, escenario de fenómenos extrañísimos.

Colocaron unos sensores bajo el armarito donde se exhibe la estarua de Neb-Senu. Esos sensores detectan vibraciones. Cuanto mayor es el tráfico en la calle (especialmente, de autobuses y camiones) y más gente pasa por delante de la vitrina, más se mueve la estatua. De noche casi está quieta. De día, se mueve más en hora punta. Además, la base de la estatua no es exactamente plana y la proporción entre base y altura favorece el movimiento provocado por las vibraciones del suelo. 

C'est voilà! Aquí tienen la magia.

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