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¡Me c... en los alemanes!


La prensa catalana ha hablado largamente de la declaración de los empresarios alemanes.

Estos días, un grupo de empresarios y representantes de grandes empresas, en su mayor parte alemanas, han firmado (el/otro) Manifiesto Barcelona. Digo (el/otro) para que puedan escoger el u otro, porque Barcelona es una ciudad de manifiestos. Como Manifiesto Barcelona recuerdo uno sobre cine, otro sobre la defensa del medio natural en el Mediterráneo, otro sobre la convivencia entre culturas, uno más sobre corales populares que nos amargan la existencia con cánticos folklóricos, etcétera. Los empresarios y ejecutivos, en su mayor parte alemanes, tambien han montado una plataforma. ¡Que no teníamos pocas!

¿Qué dice este Manifiesto Barcelona? Pues, poco más o menos, que una Cataluña independiente sería un catapún, un acabóse, una catástrofe, algo así. Que lo pasaríamos mal, los catalanes. Los manifestantes hablan de nefastas consecuencias (sic). ¡Nefastas...! 

Aseguran que Cataluña se marcharía de la Unión Europea al marcharse de España y luego a ver quién vuelve, cómo y cuándo. No será un camino de rosas, dicen. Al final del manifiesto, hablan de los peligros de un fervor nacionalista (sic) y culminan recordando que este fervor (cito de nuevo) en el último siglo ha traído sufrimientos inconmensurables sobre Europa. Concluye diciendo, al fin, que tampoco traerá nada bueno para Cataluña

Empresario alemán esgrimiendo el Manifiesto Barcelona.
Al fondo, firmantes del manifiesto.

Total, que ha quedado muy claro, clarísimo, que los alemanes no están por el Proceso, que Eso les da grima, que no suscriben la Causa, que piensan mal de la Cosa y que creen a pies juntillas que jugar con las banderas es una barbaridad, con toda la que está cayendo.

Estoy de acuerdo, al menos en parte. Tras las banderas yacen malos gobiernos, líderes mediocres (en el mejor de los casos), un tremendo fraude fiscal, la privatización y los recortes de los servicios públicos, la corrupción, el cierto y grave riesgo de perder tantos logros políticos y sociales como habíamos conseguido los últimos treinta años. No pretendo tener razón, pero es lo que pienso. 

El manifiesto ha sido un jarro de agua fría para muchos líderes patrios. Que los inventores del Espíritu Nacional y los desfiles con antorchas se muestren contrarios al Asunto los ha enervado. A don Jordi Pujol, ex de Banca Catalana, que presume de hablar alemán en la intimidad, se le ha atragantado el desayuno. A don Artur Mas le ha salido la inquina en sede parlamentaria, recordando que unos pocos empresarios no son quiénes para llevar la contraria a millones de ciudadanos, tal cual, en respuesta a una pregunta parlamentaria que hablaba de otra cosa. Porque ¿a quién se le ocurre expresar su opinión en voz alta (especialmente, si es contraria a la mía)? Qué escándalo.

Un líder de la CUP ha dicho (cito): Me la suda lo que digan los alemanes. Breve, claro, conciso, inequívoco, es un texto que pasará a la historia. Es una postura discutible, pero valiente. Es lo que hay.

Pero no se acaba ahí. Tenemos a los líderes patrios de ERC, que son únicos para hacer amigos. Véase.

Don Joan Tardà, diputado de ERC en el Congreso de los Diputados, pilló un berrinche y un calentón y dejó escrito en un tuit que es penoso (sic) que directivos de empresas alemanas, enriquecidas gracias al nazismo y cómplices de millones de asesinatos, critiquen al nacionalismo catalán. Tal cual. Así, con un par. ¿Qué tendrá Twitter que saca lo peor de cada uno? Es una aplicación informática que tendría que estar vetada en política, por éste y otros ejemplos.

La cuestión es que las palabras del señor Tardà han hecho ruido. En Alemania lo van a jalear, ya verán ustedes. Le agradecerán el detalle. También se mostrarán agradecidos tantas familias de la burguesía catalana que hicieron fortuna durante el franquismo, a las que no cita. ¡Qué bueno permanecer en el anonimato! Es cierto que no podemos comparar Banca Catalana con Volkswagen, ni Basf con Agrolimen, o quizá sí, no lo sé, lo dejo a discreción del lector.

Empresarios alemanes desfilando ante Merkel en Berlín, el 6 de junio de 1939.

Al señor Tardà se le ha sumado el señor Huguet. Éste es un calvo notable, antiguo consejero por ERC durante el Tripartito. El caballero también pilló un mal aire y soltó un tuit en español que dice (copio): Estos empresarios alemanes al dictado del PP han vulnerado el principio de la no injerencia en asuntos internos. Hace 75 años los Cóndor también

No sabía que los Cóndor (la Legión Cóndor, se supone) actuaron al dictado del PP. Me da que confunde churras con merinas. Me da que los empresarios alemanes miran por su bolsillo, no más. Creo más posible que el PP (o el PSOE, o CiU) hiciera un manifiesto al dictado de los empresarios alemanes que viceversa. Pero creo que compararlos con la Legión Cóndor los llenará de alegría y añoranza. Supongo, porque, si no... Me da que podrían irritarse.

Prosigue el señor Huguet con otro tuit. Dice que estos empresarios alemanes (cito) también se ha(n) opuesto al catalán. ¡Cuánta maldad! Esto es tremendo. Ya me veo bajando en la estación de metro de la Diagonalstrasse, o preguntando por la Katalonia Platz. ¡Miedo me dan!

Suerte que los que bombardearon Barcelona durante la Guerra Civil fueron italianos de la Padania, que son los buenos porque están por el Proceso, aunque todavía conservan la ideología de sus abuelos. Pero ése es un detalle sin importancia. A ver si no vamos a poder desfilar con antorchas y banderitas, caramba. Con lo divertido que es. Suerte que fueron los italianos, decía, porque si llega a ser la Legión Cóndor, se lía una muy gorda.

4 comentarios:

  1. Esto tiene dos lecturas. La primera son las formas tabernarias y carentes de argumentos del régimen nacionalista. No está el panorama en general para tirar cohetes, pero creo que aquí se han traspasado todas las líneas del insulto y la xenofobia que podían quedar por traspasar. Incluso hipócritamente hablan de nazis, pero si alguien compara sus políticas con la represión de dictaduras fascistas la señora Rahola se va de la sala armando un escándalo.

    Pero la segunda lectura, que da escalofríos y me parece mucho más grave, es el miedo imperante que hay en Cataluña (e incluso en el resto de España) a llevarles la contraria a esta gentuza. Vemos como los empresarios catalanes procuran dejar sus críticas al independentismo en "petit comité", no vaya a ser que en el mejor de los casos les monten un boicot.

    Los alemanes creo que están viendo ahora esto a juzgar por las reacciones. ¿Van a demandar a aquellos que les llaman nazis? No, sino que de hecho están ahora empezando a recular.

    Ahora algunos de los firmantes dicen que "firmaban a título personal y no en nombre de la empresa". Claro, como si su pertenencia a ese círculo de empresarios no se debiese a formar parte de los puestos de responsabilidad de esas empresas. O también dicen que "no pretenden entrar en un debate político". Como si el criticar decisiones políticas no fuese ya entrar en un debate político.

    Vamos, cabriolas para que los independentistas no monten en cólera contra ellos.

    PD: Por cierto, con todo este follón también se ha conseguido que no se hable del otro manifiesto en el que 30 jueces han firmado en apoyo de la consulta. Ojo, jueces que en algunos casos son responsables de las investigaciones del latrocinio del "Palau".

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  2. "Cuando la gente no tiene razones regresa a este tipo de argumentos y es muy lamentable. Nosotros hicimos una presentación razonada con argumentos racionales. Lo que dice este señor no es racional, así que no nos la vamos a tomar en serio. Igual que no nos tomamos en serio la declaración de una diputada de la CUP diciendo que la opinión de los empresarios alemanes se la trae floja." Dicho por el señor Wienberg, presidente del Círculo de Directivos de Habla Alemana entre 1998 y 2002, Cruz Federal del Mérito por su labor de promoción de las relaciones hispano-germánicas y residente en Barcelona desde hace 25 años.

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  3. Iba más por la nota aclaratoria de BASF.

    http://www.basf.es/ecp1/Spain/es/content/Noticias_Prensa/News/assets-14/Aclaracion_BASF

    Es decir, el señor Erwin Rauhe, perteneciente a ese círculo de empresarios por representar la opinión e intereses de BASF, resulta que no representa la opinión de la empresa cuando firma el manifiesto.

    Hombre, igual tiene algo que ver que BASF depende del puerto de Tarragona, manejado por cargos de confianza de CiU...

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  4. La nota anterior no era una respuesta a ningún comentario, sino un añadido al texto original. En cuando a la nota de BASF, no dice gran cosa. De hecho, no dice nada. Muestra miedo (¡yo no he sido!), pero no desmiente ni afirma ni nada. Sólo me pregunto qué pensarán los alemanes de esos tontos del sur que andan jugando a ver quién la tiene más grande (la bandera, claro está).

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