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Acusaciones particulares


Un conocido me envía un mensaje privado. Es un escritor de cierta fama y muy buen oficio, un tipo inteligente, pero me sale con éstas: Entiendo que quieras votar que NO, dice, pero no entiendo que no quieras dejar votar. Has cambiado mucho [...] Acabarás en las filas del PP o C's, la versión actualizada de Falange. Tú mismo, amigo. Tal cual. Mi desconcierto ha sido mayúsculo y luego ha llegado una pena muy grande, porque hay gentes a las que secretamente admiras y no sabes si eras tú que admirabas mal o si es el mundo, que da vueltas tan deprisa y cambia tan rápido que no te enteras.

Para los no iniciados (qué suerte vivir ajeno al Tema), hablaba de eso que llaman la Consulta. Es una murga que provoca escenas tan lamentables como ésta que les cuento.

Él seguirá en sus trece, pero yo aprovecharé el mensaje recibido para elevar algunos apuntes a la consideración del público, porque es un mensaje que, con variantes, se oye bastante a menudo en todas partes y que se lanza al aire sin pensar. Zas, ahí te doy. 

El primer apunte. Pongamos que soy contrario a la pena de muerte. ¿Tengo que apoyar la celebración de una consulta pensada para instaurarla? No moveré un dedo a favor de una consulta popular que pretenda justificarla y darle permiso, y menos lo moveré si esa consulta se organiza al margen de los mecanismos previstos por la ley, y ya no les digo si se organiza la consulta sin garantías jurídicas y luego comienzan las ejecuciones. ¿Sería contrario a la democracia por comportarme así? Me da que no. ¿Verdad que no?

El segundo apunte. Cuando Mussolini quiso crear una Internacional Fascista (sic) en los años treinta invitó a dos partidos políticos españoles. Dos. Uno era Falange, naturalmente, pero el otro (no se asusten) fue Estat Català, que tenía grupo terrorista propio (Bandera Negra) y una milicia armada (los escamots, que vestían camisas pardas). Incompatibles entre sí, los azules y los pardos declinaron la oferta y de la Internacional Fascista no se volvió a saber (al menos, en España). 

Antes de la Guerra Civil, Estat Català se manifestó contraria al internacionalismo obrero (por ser contrario a la nación catalana) y persiguió (torturó, mató) a los anarquistas catalanes (a los que llamó charnegos, porque en su mayoría eran inmigrantes). Los anarquistas, vaya unos, se vengaron matando a los hermanos Badia y de ahí que todavía hoy en día unos y otros no se puedan ver las caras. Lo mismo hacía Falange en el resto de España, bien lo saben ustedes, porque los nacionalismos se comportan todos más o menos igual en estado de exaltación, lleven la bandera que lleven.

En la Guerra Civil, en bandos contrarios, siguieron haciendo lo mismo. Falange, aliándose con el franquismo y Estat Català, con el estalinismo, y si no me creen pregunten cómo acabaron los anarquistas y el POUM en 1937. Lean a Orwell o pregunten por la suerte de Nin. 

Dicho esto, se comprenderá que uno que lleve una chapa con la bandera de Estat Català en la solapa acusándole a otro de fascista es cosa digna de verse con calma. ¿El PP es la forma actualizada de Falange? Demos la vuelta a la pregunta: ¿Es ERCiU la forma actualizada de los escamots de los hermanos Badia? 

¿No son lo mismo PP que ERCiU? Su ideario económico y social y su práctica política son idénticas (cada uno donde actúa y hasta donde alcanza, claro): privatización de servicios públicos, recortes en sanidad y educación públicas, recortes en derechos sociales y laborales, manipulación de la radiotelevisión pública, nepotismo, corrupción... ¡Por Dios! ¡Si hasta comparten cuentas en Suiza los banqueros de Gurtel y Pujol! Hasta en el esperpento son iguales. ERC tuvo a uno de sus consejeros en el gobierno haciendo contrabando de tabaco en Andorra; Pujol hizo negocio con la bruja Adelina; la señora Aguirre quiso darse a la fuga atropellando a un guardia por no pagar una multa; etc.

Quiten las banderas de la ecuación, busquen las diferencias entre el comportamiento público del PP y el tándem ERCiU y si encuentran alguna, me avisan.

Seamos serios. Lo que ha hecho el PP estos últimos cuatro años en España no tiene nombre; lo que ha hecho CiU con el beneplácito de ERC en Cataluña, tampoco. Vamos a conceder que Ciutadans también se ha comportado igual de nefastamente, pero como manda tan poco... En fin, que aceptemos que son todos unos hijos de puta. Sea. Pero todos ellos, juntos o por separado, y mira que son malos (en todos los sentidos del término), no son ni Falange ni Estat Català, ni mucho menos y gracias a Dios. Al menos, hasta ahora.

Finalmente, un error conceptual muy extendido. ¿Ser nacionalista es ser de izquierdas? Ya les digo yo que no. Que se autodenominen obreros o socialistas no quiere decir que provengan del marxismo, sólo es una manera como otra de decir del pueblo (elegido, naturalmente).

En la Europa civilizada, un partido como ERC se compararía con los partidos republicanos austríacos o alemanes, que son de extrema derecha, aunque en el Parlamento Europeo ERC esté en el mismo grupo que un chovinista francés con bigote que pretende interrumpir cualquier importación de productos agrícolas del Tercer Mundo y pasa por verde, aunque sea en verdad un reaccionario populista de mucho cuidado. CiU se repartiría entre los conservadores europeos (PP) y los liberales (C's, UPyD). 

Porque el nacionalismo es de derechas y el internacionalismo, un rasgo definitorio de la izquierda, que no admite que una persona pueda tener más o menos derechos que otra por hacer nacido en tal o cual sitio o identificarse con tal o cual cultura, ideología o credo. Pero en Cataluña, no. En Cataluña se ha conseguido hacer creer que ser nacionalista es chachi y progre y cualquiera que sostenga que es más importante una sanidad pública y universal que un órgano de propaganda (TV3%) es considerado fascista. Por eso nos va como nos va, con los sindicatos en Babia con las banderitas y la Creu de Sant Jordi mientras se privatizan hospitales. 

Qué pena y qué vergüenza.


2 comentarios:

  1. Estimado don Luis, predica usted en el desierto. En Cataluña, llevar una bandera es ser demócrata, progresista, súperguay. Llevar otra (que tiene los mismos colores, pero dispuestos de forma diferente), es ser fascista, opresor, retrógrado...nadie se para a pensar que llevar la bandera por delante, sea la que sea, es simplemente éso, anteponer la bandera a todo lo demás. Me hace muchísima gracia ver a los dirigentes de los sindicatos cantar puño en alto "El género humano será internacional" cuando minutos antes han defendido el derecho de la nació catalana a crear nuevas fronteras. Vamos, que son nacionalistas y sindicalistas, pero acusan a otros de falangistas, o lo que es lo mismo, de nacional-sindicalistas.

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  2. Muy acertado su comentario acerca de la confusión entre nacionalismo y "progresía".

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