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La caradura de la directora adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña


Hoy se publica en los periódicos (por ejemplo, aquí) un listado de dietas que cobraron los altos cargos de la Generalidad de Cataluña por asistir a reuniones... que están incluídas en el cargo. A veces son unos cientos de euros por reunión, pero conste que el único gasto para asistir es, en el peor de los casos, un taxi y que la reunión es un puro trámite de una o dos horas. Además, ser miembro del consejo de administración de tal cosa o tal otra ya viene con el cargo y el sueldo, insisto, y uno se pregunta si hay que pagar un extra por algo que forma parte del trabajo habitual. Aunque lo habitual sea, quizá, no pegar sello y de ahí las dietas. No lo sé, la verdad.

La lista de caraduras es larga, pero hay honrosas excepciones. Por ejemplo, el consejero don Santi Vila, de Territorio y Sostenibilidad, que ha renunciado expresamente a las dietas por asistencia a reuniones de consejos de administración a las que ha de asistir porque es consejero. Esas reuniones, dice, van con el cargo y no son trabajo de más. Señor Vila, coincidiremos en pocas cosas, pero este gesto le honra.

En las antípodas está una vieja amiga de El cuaderno de Luis, la señora Masià y lo de señora se refiere a su estado civil, no moral. Porque el personaje ha dado sobradas muestras de ejercer como sinvergüenza. Fíjense.

La señora Masià, cuando era directora del ICAEN y amiga íntima del amigo del primo de Zumosol, además de cobrar dietas para reunirse con otras personas en la habitación de al lado (sic).

La señora Masià ha sido nombrada muy recientemente directora adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña. Su elección fue muy contestada. Entre otras cosas, porque las sombras de la corrupción (y la ineptitud) planean sobre su biografía y sus actos en las administraciones públicas, en asuntos como el caso Palau, el caso ITV, los informes ambientales de los parques eólicos catalanes, la contratación de asesores personales o la de agencias de comunicación, etcétera. (Los detalles, aquí y aquí.)

Pues ahora se publica, decía, que en su cargo de directora del Instituto Catalán de Energía (ICAEN) cobraba dietas para asistir a los consejos de administración del Instituto Catalán de Energía (ICAEN). 

Quizá no me hayan entendido bien o creen haber leído mal. Repito: En su cargo de directora del Instituto Catalán de Energía (ICAEN) cobraba dietas para asistir a los consejos de administración del Instituto Catalán de Energía (ICAEN).

Cojonudo, y perdonen la expresión, porque es obligación del director del ICAEN asistir al consejo de administración del ICAEN. Porque es ahí donde ha de rendir cuentas de su trabajo (eufemismo). Tal cual. 

En la práctica, sólo tiene que pasar un pogüerpoin de dos horas con datos que no interesan a nadie y que otros le escriben. Sólo ha de leer (con voz monótona, a ser posible). En la mayor parte de los casos, ni eso. Alguna vez, hasta dan por celebrada la reunión firmando un papel, sin reunirse efectivamente. Es un trámite, un puro trámite.

Pues la señora Masià cobraba más de 250 euros de dieta por asistir a cada una de estas reuniones. Fíjense qué trabajo, que enunciaré a continuación.

Sus subordinados le preparaban un pogüerpoin, salía de su despacho, caminaba unos pasos (no más de media docena) y entraba en la sala de reuniones, la puerta siguiente, donde leería ese pogüerpoin delante de unos amigos, tan desinteresados en el asunto como ella misma. Allá se ponían todos hasta el culo de pastitas y café y por eso cobraba más de 250 euros extra (como los demás reunidos, recuérdese). En teoría, para gastos de desplazamiento y manutención. Pues, ya ven. Así de fácil gano yo 250 euros.

También cobraba dietas por todas y cada una de las reuniones de los consejos de administración en los que, como directora del ICAEN, tenía que hacer acto de presencia (sólo acto de presencia). Es como si me pagaran un sobresueldo por presentarme en la oficina y además estar ahí. 

Fácil, fácil, se llevaba 900 euros al mes en dietas de éstas, de media. El único transporte público que pillaba era el taxi y cien euros por aquí, trescientos por allá... Vayan sumando. Si no me creen, supongo que el ICAEN podría proporcionar estos datos, ya que se trata de un alto cargo sometido a esa transparencia de la que tanto presumen en la Generalidad de Cataluña. A ver si es verdad que son transparentes. ¡Pregunten!

También nos preguntamos, queridos lectores, si como directora adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña la señora Masià cobrará dietas por asistir a las reuniones de trabajo de la Oficina Antifraude de Cataluña. 

¿Las cobrará? 

3 comentarios:

  1. ¡Pues que revisen todos los gastos que haya podido pasar la Sra. Masiá! No se debe dejar pasar ni una, ni retribuciones duplicadas ni gastos no justificables. Y menos a este elemento.

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    1. Eso, eso, y que pregunten a sus más estrechos colaboradores en el ICAEN... ni un pam de net!

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  2. He coincidido en alguna reunión con la Sra. Masià y puedo decir que nunca he sentido tanta veguenza ajena. Menudo personaje... que ojo del Director de la AntiFraude... que sospechoso es todo esto...

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