Como ya expliqué hace unos días, aquí mismo, varios parlamentarios preguntaron al Gobierno de la Generalidad de Cataluña cosas relativas a la actuación de la señora Masià al frente del Instituto Catalán de Energía (ICAEN).
El porqué de estas preguntas se remite a dos hechos. El primero, la señora Masià tiene un cargo muy importante en la lucha contra la corrupción política en Cataluña, pues ha sido recientemente nombrada (con los votos a favor de CiU y PSC) directora adjunta de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC). El segundo, hay suficientes indicios como para sospechar que la señora Masià no es la persona más adecuada para el cargo.
Lean sobre las preguntas que le hicieron y el por qué se las hicieron aquí mismo:
Una de las razones que motivó esta avalancha de preguntas fue la aparición de noticias en prensa. Por ejemplo:
Esa información ya había sido publicada anteriormente en El cuaderno de Luis y me cuentan que también sirvió para orientar a los señores periodistas en su trabajo.
Los contratos con esta empresa llamaron la atención de los señores diputados.
Al grano. El gobierno ha respondido a dos preguntas parlamentarias, las que preguntaban por los contratos de Dribbling con el ICAEN, cuando era dirigido por la señora Masià.
Se enumeran en las páginas 25 y 26 de este documento:
Todos los contratos son llamados menores, por la poca cuantía del total. Las cifras que se dan, sin IVA (18 o 21%). Todos se adjudican directamente, a dedo, excepto unos pocos, que se adjudican después de haber escogido la mejor de tres ofertas.
Pero, atención, el ICAEN (su directora, en este caso) escogía los tres candidatos a llevarse el contrato. Es práctica habitual en la administración pública organizar estos concursos para darle el contrato a quien tú querías desde el primer momento. Tú escoges quién participa y tú valores quién crees que lo va a hacer mejor, no hace falta que diga más.
A veces, es la empresa que quieres que gane la que te proporciona los nombres de las otras dos empresas. Entre ellas se ponen de acuerdo y hoy para ti, mañana para mí. No digo que haya sido el caso, sólo señalo que esta práctica es harto frecuente y muy rara vez se organizan estos concursos sin saber quién ganará. Podríamos hablar de concursos a dedo.
Los concursos de verdad (y aún así...) se reservan para contratos de 18.000 euros en adelante.
En 2012, hubo cinco contratos para Dribbling (uno, de concurso). En total, 21.535 euros, más IVA.
Maquetar esto costó 16.800 euros, IVA aparte.
El grueso de estos contratos se los lleva la maquetación del Plan de la Energía de Cataluña, una publicación de 764 páginas. Maquetarla cuesta 16.800 euros.
Ejemplo del trabajo de maquetación del Plan de la Energía.
Observen los sangrados de este índice.
Les pondré en antecedentes, pero maquetar una novela de 600 páginas cuesta alrededor de 1.000 euros, (cubiertas incluídas) empleando un programa profesional especializado (el InDesign, por ejemplo).
¿Cuánto cuesta un libro? Si está escrita en otro idioma, hay que sumar los costes de traducción a los costes de diseño de la cubierta, contracubierta y lomo, ilustraciones y fotografías, los derechos de autor y prologuista, corrección de estilo y ortotipográfica (tres veces), maquetació, impresión, transporte, almacenamiento y distribución, hay que sumar el coste de la publicidad del libro, etc. En total, poner 1.500 ejemplares de un libro de 600 páginas traducido al español o al catalán en las librerías, a disposición del público, bien encuadernado y presentado, cuesta alrededor de 13.000 euros. Son datos reales y pueden contrastarlos con cualquier editor de un gran grupo o de una editorial independiente. Las cifra puede reducirse a 8.000 euros si el texto no tiene que ser traducido.
Ejemplo del trabajo de maquetación del Plan de la Energía.
Ustedes mismos. ¿Qué les parece?
A 22 euros la página maquetada, ¿creen que lo vale?
Ahora bien, sólo la maquetación (sic) consistente en convertir un documento de word ya existente en pdf cuesta... 16.800 euros. Casi 22 euros por página. La maquetación de una novela está entre el euro y el euro con veinte céntimos por página. Sube el precio en una obra ilustrada, hasta en un tebeo. Puede ¿doblarse? Quizá. Pero ¿22 euros por página?
Al resultado de esta inversión me remito. Juzguen ustedes si la maquetación es buena. Aquí tienen el documento:
Ejemplo del trabajo de maquetación del Plan de la Energía.
Un texto de word puro y duro, en pdf.
Atención al control de viudas y huérfanas, notable.
Si esto es una maquetación, me apunto al negocio. Porque los gráficos, el texto, el índice, el tipo de letra, etc., ¡hasta la corrección de estilo!, ya lo prepararon los técnicos del ICAEN. ¡Yo fuí uno de ellos! Sólo había que darle un repaso, poner la portada y darle al botón del pdf. C'est voilà!
Esto no ha pasado por un maquetador profesional ni en broma. Si no me creen a mí, pregunten a un editor o a un impresor. Es más, les pido que no me crean y pregunten su opinión profesional.
Ejemplo del trabajo de maquetación del Plan de la Energía.
La inserción de imágenes... brillante.
El control de viudas y huérfanas, tres cuartos de lo mismo.
Otro gasto singular es el de 1.045 euros más IVA por imprimir y encuadernar seis ejemplares del texto ¡antes de la revisión! La impresión-encuadernación de Dribbling (hagan cuentas) sale a más de 27 céntimos por página. ¡Cuánto dinero habría ahorrado el ICAEN encargando el trabajo a una copistería!
Ejemplo del trabajo de maquetación del Plan de la Energía.
El detalle de los márgenes en la tabla y el control de viudas y huérfanas.
Recuerden, una maquetación de 22 euros por página.
En 2013, la señora Masià sólo contrató a Dribbling para la maquetación de un folleto dedicado a la certificación energética de municipios. En total, 2.000 euros más IVA.
Lo dicho: maquetar una novela de 600 páginas, cubiertas incluidas, no pasa de 1.000 euros. Pero en Dribbling cobraron el doble para maquetar esto:
En el contrato también se dice que cobraron para crear la línea gráfica de la colección, pero el ICAEN ya la tenía creada y de todos modos recuerdo que el coste del diseño gráfico de la cubierta de un libro, incluyendo los derechos por material fotográfico, etcétera, rara, muy rara vez pasa de 500 euros.
En 2014, Dribbling ganó dos concursos a dedo y se llevó 14.764,46 euros más IVA.
En uno, de nuevo la línea gráfica y la maquetación de un folleto del ICAEN, que sumó 6.500 euros más IVA. Pero ¡recuerden! ¡Dribbling ya había cobrado antes por crear la línea gráfica de la colección! En suma, maquetar un folleto del ICAEN costó como maquetar todos los cuentos de Chéjov y las dos partes del Quijote ilustradas, y nos sobraría dinero para una novela estándar o un ensayo.
El resto, más de ocho mil euros, para filmar un vídeo de cinco minutos sobre la certificación energética de edificios. Como no sé cuánto puede costar una cosa así, ahí dejo el dato y ya lo buscarán ustedes en www.icaen.net, que yo no lo he encontrado.
En fin, qué les puedo añadir. Si querían maquetar libros y folletos, haber acudido a una editorial, a un impresor o a un profesional de la maquetación. Se habrían ahorrado del orden de 20.000 euros en todos estos trabajos... con mejores resultados (especialmente, en el Plan de la Energía). Eso es tanto dinero como el salario de un auxiliar administrativo como los que la señora Masià echó a la calle para ahorrar costes.
P.S.: Si quieren saber más sobre el personaje de la señora Masià:
http://luissoravilla.blogspot.com.es/2014/11/la-nueva-y-sospechosa-directora-adjunta.html, sobre lo poco idóneo de su nombramiento,
http://luissoravilla.blogspot.com.es/2014/12/la-caradura-de-la-directora-adjunta-de.html, sobre las dietas que cobraba por asistir a reuniones en su propia oficina,
http://luissoravilla.blogspot.com.es/2014/12/respuestas-pendientes-y-preguntas.html, sobre lo que dijeron de ella los diputados catalanes en comisión parlamentaria,
http://luissoravilla.blogspot.com.es/2015/01/la-conferencia-de-la-cecot-y-su-ponente.html, sobre el ridículo que hace la OAC con directoras adjuntas como ésta,
Etc.
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