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Historia torcida de la literatura



Principal de los Libros publicó en 2010 Historia torcida de la literatura, de Javier Traité. Por razones que no vienen al caso, ha caído en mis manos, la he leído... y me lo he pasado muy bien.

Javier Traité es librero y éste, su primer libro como autor. No lo parece. En verdad, me ha hecho reír hasta en el autobús, donde uno tiene que disimular un poco para no atraer las miradas de unos pasajeros tan aburridos...

No vayan a pedir peras al olmo. La Historia torcida de la literatura es un cachondeo y no quiere ir más allá. Traité se ríe de los grandes dioses de la literatura universal y de sus grandes obras. A veces, con grosería y siempre con irreverencia. Quizá no les guste la grosería, pero la irreverencia es imprescindible. Siempre he dicho que, si no podemos reírnos de algo, es que no es serio. Por lo tanto, mejor echarnos unas risas a cuenta de los libros que no ponernos transcendentales buscándole tres pies al gato al significado semántico-existencial de una novela insoportablemente pesada donde un tipo come una magdalena y no se atraganta de milagro. ¡Eso no es leer! Leer es pasárselo en grande o no es leer.

Los que hemos leído algo, recordaremos viejas lecturas y nos reiremos con Traité. Entre lectores, hay juegos de palabras que se escapan al menos avezado. Los que no leen, quizá lean a Traité y quizá, quizá, se atrevan a leer luego algo más. Un servidor, por ejemplo, ya siente curiosidad por un par de obras mencionadas en el libro, que todavía no ha leído. Todos, quién más, quién menos, querrán reírse a cuenta de cuán burros podían llegar a ser algunos escritores que tenemos en lo más alto del altar de la literatura.

Me lo he pasado en grande especialmente con las referencias a los escritores franceses del siglo XIX, y he echado en falta a muchos escritores, pero ¡hay tantos...! Ya les digo: no es una gran obra, pero entretiene. Eso, en los tiempos que corren, es mucho y bueno. Además, lo quieran o no lo quieran, detrás de la risa se amaga siempre una reflexión y en este caso, el amor a los libros.

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