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Il Ritorno del Jedi (Gran Premio de Hungría 2015)


Vettel, tuiteado por la Scuderia Ferrari.

Después de una breve pausa, ha vuelto la Fórmula 1 con el Gran Premio de Hungría, en Hungaroring, un circuito muy bonito, pero muy estrecho, donde adelantar es un poema y donde siempre aprieta el calor. No es el circuito preferido de nadie, pero es de ésos que marcan estilo. 

En este intermedio, Jules Bianchi ha muerto, después de meses de hospitalización en coma. Hacía muchos años que no moría un piloto en una carrera y la noticia ha causado la natural conmoción.

Todo señalaba a otro fin de semana de color plata Mercedes-Benz. Conformes con lo inevitable, hemos visto una salida que parecía un sueño. Los dos Ferrari se han colado y de qué manera. Durante gran parte de la carrera, han sido primero y segundo. Lástima que Raikkonen haya tenido que abandonar por culpa de un fallo del motor. Lástima. 

La carrera se ha visto salpicada de incidentes. El alerón del bólido de Hulkenberg se ha desintegrado solo en la recta de tribunas y ha dejado la pista llena de cositas. Ha tenido que salir el coche de seguridad y se han sucedido los incidentes, pinchazos, topetazos, adelantamientos, sanciones... Un festival del que el primer Ferrari (Vettel) se ha librado por los pelos. 

Sólo cruzar la meta, Vettel ha dedicado la victoria a Bianchi, todavía con el casco puesto y dando la vuelta de honor.

En resumen, ha ganado un Ferrari (Vettel), los dos Red Bull han acabado de llenar el podio y los Mercedes-Benz han acabado sexto y octavo. El notición ha sido que los dos McLaren, después de este circo de incidentes, han acabado en zona de puntos: Alonso, delante de un Mercedes-Benz (quinto) y Button (noveno) justo detrás. Sólo que hubieran acabado hubiera sido noticia, pero acabar así, por mucha casualidad que digan, tiene mérito.

Ahora sólo resta esperar a que la victoria de Ferrari sea el retorno, no un asomo. Eso es esperar mucho.

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