Una barba materialista histórica.
De un tiempo a esta parte, las barbas se han puesto de moda. Prefiero afeitarme, pero no tengo nada en contra de las barbas. Mi padre lució una en tiempos difíciles para los barbudos de bien y respeto una buena barba, aunque sigo considerándola incómoda. Históricamente, la barba ha sido emblema de sabiduría y anuncio de poder. El regreso de la barba es hoy más banal, pero no menos significativo.
Una barba finalmente filosófica.
En estas reflexiones de altura me pilla una noticia del Jönköpings-Posten que recoge la Agencia EFE. El Jönköpings-Posten es el periódico de la localidad de Jönköping y los jönköpingeses o jönköpingeninos, como se llamen, son suecos.
Una barba irónico-literaria.
¡Al grano! La policía de Jönköping recibió un chivatazo inquietante. Varios miembros del Estado Islámico habían sido vistos en un parque al norte de la ciudad, donde, al parecer, tenían una reunión. La comisaría hizo sonar todas las alarmas y envió una patrulla para verificar el caso, con las armas a punto y muchos cuidados.
Una barba belicosa.
Cuando llegaron al parque encontraron, en efecto, a una colección de señores con barba haciéndose fotos alrededor de una bandera negra, que parecía pirata. Se aproximaron con muchas precauciones al evento y... En fin, que les entró la risa.
Una barba evolucionada.
No eran guerrilleros ni terroristas, sino barbudos asociados a Bearded Villains, una fraternidad internacional de barbudos y gente con barba. Algunos barbudos de Jönköping fundaron la delegación jönköpingesa de la hermandad barbuda. Celebran reuniones una vez al mes, para hablar de sus barbas (un tema apasionante) y ese día celebraban que por fin tenían bandera. Habían acudido al parque a hacerse unas fotos con ella y... ¿Qué hace ahí la policía?
En el fondo del asunto, una vieja polémica.
Más, en inglés, aquí:
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