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Hablando de Kant



En tiempos de campaña electoral, los candidatos de nuestros partidos políticos hacen lo que sea para arañar un voto a la abstención o robárselo al vecino. Aparte de tocar la guitarra, subirse a un globo o bailar en un plató de televisión, también participan en debates. 

El otro día se organiza un debate en la Universidad Carlos III (Madrid) y se presentan las dos jóvenes promesas, Albert Rivera, de Ciudadanos, y Pablo Iglesias, de Podemos, que tendrán mucho que decir hasta el próximo diciembre y supongo que después, también. El primero iba con la camisa por dentro de los pantalones y el segundo, por fuera. 

En medio del debate, a un caballero del público se le ocurre, nada más y nada menos, preguntar a ambos candidatos qué opinión les merece la filosofía, y que recomienden un libro filosófico. ¡Un pregunta de alto riesgo! Imagínense que uno de los dos hubiera citado a Hegel o a Pablo Coelho. Para morirse de vergüenza.

El señor Iglesias ha sido el primero en responder y ha acabado recomendando un libro de Kant, La ética de la razón pura, tal cual. El señor Rivera ha recomendado el mismo, aunque inmediatamente después ha reconocido no haber leído nada de Kant. Ha añadido que es un referente y que ha tenido que estudiarlo (pero no leerlo) en la carrera de Derecho. 

Han llovido las críticas sobre ambos personajes. No perdonan al señor Rivera que no haya leído a Kant y echan en cara al señor Iglesias que no sea La ética de la razón pura, sino La crítica de la razón pura. Salen pedantes de hasta debajo de las piedras que dejan a los dos de burros para abajo, pero ¡insensatos! ¿Alguno de vosotros ha leído realmente algo de Kant? ¿Conocen a alguien que haya leído La crítica de la razón pura? Que la haya leído de verdad, quiero decir. Yo, no.

Como dijo otro candidato, ¿y en Europa?

P.S.:
En los debates sobre Kant, mejor andar con ojo. Véase:


2 comentarios:

  1. Yo, cuando estudiaba filosofía en COU (sí, ya tengo una edad) tuve la genial ocurrencia de comprarme alguna obra de cada uno de los filósofos principales que estudiábamos. Leí la "Crítica de la razón pura" y cada frase me llevaba cinco minutos. Aún así, no entendí nada de nada.

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