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Maldad y estupidez en San Hipólito de Voltregá


Aquí dentro guardan un trozo de San Hipólito, mártir.

San Hipólito de Voltregá (en catalán, Sant Hipòlit de Voltregà) es un pueblecito de la provincia de Barcelona. Es un municipio de la comarca de Osona, próximo a Vic, y cuenta con algo más de 3.400 habitantes y una reliquia de San Hipólito, de donde le viene el nombre. Es uno de los municipios más pequeños de Cataluña y la razón es que en el siglo XVIII el municipio original se partió en dos: Hipólito de Voltregá y Las Masías de Voltregá. Se da el caso, raro, de que Las Masías de Voltregá rodea completamente a San Hipólito de Voltregá. Y otro dato más curioso todavía, fíjense: el alcalde de Las Masías de Voltregá, don Sergi Vilamala, es hermano gemelo del alcalde de San Hipólito de Voltregá, don Xavier Vilamala, y los dos son militantes del PSC. En total, ambos municipios suman unos 6.500 habitantes, la reliquia del santo y un gentilicio común, voltreganés. 

Tantas cosas en común y una situación administrativa estúpida provocada por una herencia histórica hacen que, por separado, no puedan afrontar servicios públicos que, asociados, pueden cubrir. Eso llevó a contratar a una licenciada en pedagogía como técnico municipal; más exactamente, como directora de la Comunidad de Municipios (i.e., jefa de servicios), de ambos municipios. La funcionaria municipal cobraría un sueldo pagado a medias por San Hipólito de Voltregá y Las Masías de Voltregá, para compartir los gastos de servicios comunes. La funcionaria en cuestión se llama Marta Moreta y fue contratada cuando CDC dominaba el gobierno municipal. Marta Moreta milita (y militaba entonces) en el PSC. 

La señora doña Marta Moreta, diputada y víctima de la moción.

En cualquier pueblecito pequeño, que uno de sus habitantes alcance la notoriedad suficiente como para ser diputado es noticia y elemento de orgullo, aunque en las tierras hispanas los celos y la envidia también amarguen la fiesta. A Marta Moreta le sucedió algo parecido. Tuvo éxito en el PSC. Se convirtió en regidora del Ayuntamiento de Manlleu y secretaria de Política Municipal del PSC de Osona. En estas últimas elecciones, ha sido elegida diputada al Parlamento de Cataluña. Pero algunos en el pueblo le tienen ganas.

Está en su derecho y amparada por la ley para ejercer cargos públicos electos. ¡Faltaría más! En ese caso, se le otorga la excedencia en su trabajo como técnico municipal. Marta Moreta, pues, lleva un tiempo en excedencia.

Joan Turró, el imbécil que la ha liado.

En éstas, aparece en escena un personaje llamado Joan Turró Calvet. El tipo es director de Ràdio Vic y de una revista, Vigatà Independent, con sede en Vic, capital de la comarca. Ràdio Vic firmó en agosto de 2012 un acuerdo con la Diputación de Barcelona para integrarse en la red pública catalana COM Ràdio (la Xarxa) y, por lo tanto, ofrece un servicio público de radiodifusión. Por lo demás, es imposible saber más de él. Su currículum no aparece ni en Linkedin. Es militante de CDC, eso sí lo sabemos.

A Joan Turró le dio mucha rabia que CDC ganara las elecciones en San Hipólito de Voltregá. Bueno, eso dice él. CDC sacó cuatro asientos en el consistorio, los mismos que el PSC, que tuvo más votos que CDC, añado. Los tres asientos que obtuvo ERC daban un triunfo a los procesionistas, pero en los municipios se conoce el percal y todos saben de qué pie calza el vecino. Especialmente, en los pueblos pequeños. En resumen, los de ERC pactaron con el PSC para que los de CDC no mandaran. Ellos sabrán por qué y tendrán sus razones. Eso puso de los nervios al señor Turró. Encima, va y la señora Moreta sale diputada al Parlamento de Cataluña. ¡Qué rabia que le entró al hombre! 

El señor Turró es el portavoz del grupo municipal de CDC en San Hipólito de Voltregá y presentó hace unos días, el 31 de diciembre, por el procedimiento de urgencia (sic), una moción que habla por sí sola. El día 11 de enero, en el pleno municipal, optó por no discutirla. Pero, ¡atención! ¡No la retiró! El regidor de ERC, entonces, se levantó, le abroncó por la moción (con muy buenas razones, además) y se provocó eso que eufemísticamente llaman un debate acalorado. El mismo señor Turró declaró entonces a los medios de comunicación de la comarca que volvería a presentar la moción, aunque corregida. Una nueva versión, dijo. 

La moción presentada por los munícipes de CDC el 31 de diciembre.

Cuando saltó la noticia, saltó el escándalo. ¿Por qué? Porque la moción es aberrante.

Traduzco:

Moción de rechazo a asumir parte del sueldo de la funcionaria de Las Masías de Voltregá, Marta Moreta, o de cualquier funcionario o trabajador público que se manifieste pública y políticamente en contra del proceso de independencia de Cataluña.

Así comienza y pone los pelos de punta. Luego añade que los diputados del PSC elegidos el 27 de septiembre pasado se han negado sistemáticamente a votar a favor del candidato de Juntos por el sí don Artur Mas y que eso no puede ser. Además, añade, el Ayuntamiento se ha manifestado a favor de la resolución (ya oficialmente ilegal, por cierto) 1/XI del Parlamento de Cataluña... Entonces va al grano y añade, y traduzco:

Visto de la diputada del PSC Marta Moreta es funcionaria en excedencia del Ayuntamiento de Las Masías de Voltregá, 
Visto que el Ayuntamiento de San Hipólito de Voltregá, tal y como consta en los respectivos presupuestos municipales, se ha hecho cargo de la mitad de su sueldo, cuantificado por los servicios contables del Ayuntamiento de San Hipólito de Voltregá en 30.000 euros anuales,
Visto que la diputada Marta Moreta ha votado siempre en contra de Artur Mas y de iniciar el camino parlamentario hacia la independencia,

Es por todo esto que el Grupo Municipal de Convergencia propone al Pleno Municipal de San Hipólito de Voltregá la adopción de los siguientes acuerdos:

ACUERDOS:

Primero: Que este Pleno Municipal acuerde no hacerse cargo en el futuro del 50%, ni de ningún otro porcentaje, del sueldo de la funcionaria de Las Masías de Voltregá Marta Moreta, ni de ningún otro funcionario o trabajador público adscrito o que desarrolle trabajos para el Ayuntamiento de San Hipólito de Voltregá, que se manifieste pública y políticamente en contra del proceso de independencia de Cataluña.
Segundo: Comunicar este acuerdo al Ayuntamiento de las Masías de Voltregá.

¿Qué? ¿Les ha gustado? Literal.

Ni que decir tiene que la señora Moreta saltó exclamando que esta moción era fascista, con todas las letras. Esto es fascismo, dijo, no puede llamarse de ninguna otra manera la intención de perseguir a los funcionarios por sus ideas políticas. No sé si será fascismo, porque es una palabra de la que suele abusarse demasiado y que no me gusta emplear (por mucho que, temo, la señora Moreta la emplea correctamente. Si que sé (¡salta a la vista!) que la moción es la que redactaría un sujeto partidario de un régimen totalitario, contrario a la democracia, éticamente asqueroso y estéticamente feo, que no es poco. Es muy propia de una persona no sólo estúpida, sino propiamente malvada.

En una democracia normal, un tipo que propone algo así es expulsado automáticamente del partido. Cesado con efectos inmediatos. Punto. Fin. Las disculpas públicas, además, obligadas y a ser posible, humillantes, para que el suceso no vuelva a repetirse. Un tipo que sostiene algo así seriamente (y una moción en un ayuntamiento es muy seria) no puede, simplemente no puede, ostentar un cargo público o la representación de un partido político democrático, o mínimamente democrático. Tampoco podría ser el responsable de una radio pública y no creo que debiera serlo de una privada (aunque esto último es más discutible).

Oh, si no quiere dimitir...

En cambio, el señor Homs, diputado en las Cortes Generales de CDC, capitoste del partido, paisano del señor Turró (nació en Vic y lo conoce bien), ha dicho que en CDC no sabían nada y que el asunto, una vez se ha hecho público (no antes), le parece una estupidez, pero dice estupidez restándole importancia. De hecho, añade en sus declaraciones que una vez el señor Turró ha dicho que ha sido todo un malentendido (sic), y que, en todo caso, si el señor Turró cree conveniente dimitir, que dimita, pero que no se diga que CDC le ha obligado a dimitir, porque el señor Turró es libre, ahora mismo, de dimitir o no dimitir, como él crea, que no vamos a presionarle. Como de costumbre, dale un micrófono y déjalo que se cubra de gloria. El señor Homs ha dado, una vez más, una lección de soberana estupidez y ha demostrado que, si esto es lo mejor que tenemos para enviar a las Cortes Generales, apaga y vámonos.

Las excusas del señor Turró, cuando ha visto la que ha liado, han sido patéticas. Búsquenlas en los registros de Catalunya Ràdio, si quieren. 

La primera y principal excusa es que la moción está mal redactada y que dice una cosa que no es la que quería decir. A mí, por el contrario, me parece que dice lo que dice muy clarito y se entiende. El señor Turró (de hecho, todo el grupo municipal de CDC) sabía lo que estaba diciendo. Pero el señor Turró va y suelta: Se nos pusieron los pelos de punta cuando releímos la moción. A mí, señor Turró, se me pusieron los pelos de punta sólo leer el título y después de leerla toda, mi irritación y mi pasmo no daban más de sí. Por cierto, ¿no releen las mociones? ¿Las envían al pleno tal cual salen? Qué mal trabajan.

Siendo benévolos, si tan mal escriben que queriendo decir una cosa sale esto que han dicho, no merecen ningún cargo público, por burros, y de tener alguno de ellos un graduado escolar, habría que retirárselo, porque es evidente que no le ha aprovechado ni la lectura ni la escritura. Aunque todo me inclina a pensar en que sabían lo que estaban diciendo y que lo decían muy claramente.

La segunda excusa es que (cito sus propias palabras) la política municipal a veces te hace perder de vista la globalidad. ¿Y esto qué significa? Esa moción es tan malvada y estúpida ciñéndonos al estricto ámbito municipal como vista desde una perspectiva mucho más amplia. De hecho, es más miserable y ruín cuanto más nos acercamos a los autores del texto.

La tercera excusa es bochornosamente indigna. Repudio el texto, dice el señor Turró, porque la intención era hacer público que la diputada Moreta hacía política en horas de trabajo. ¿Mande? ¡Por favor! Estaba en excedencia, a la que tiene todo el derecho del mundo, amparada por la ley y las costumbres, y estaba en excedencia precisamente para hacer política, representando a unos ciudadanos que tienen una opinión política tan válida y legítima (no digo ni mejor ni peor, ni buena ni mala) que cualquier otra. Pero el señor Turró cree que sólo es legítimo defender una ideología, una muy particular, la suya propia, y que las demás han de ser perseguidas y sus partidarios, puestos de patitas en la calle, sin derecho a sueldo, por no pensar como él. Tal cual.

Motivos por los cuáles puede retirársele un sueldo a un funcionario felizmente superados.

Además, el señor Turró es concejal y tiene una radio que ofrece un servicio público y su trabajo consiste (tendría que consistir) en que ese servicio público sea políticamente neutral. Por lo tanto, señor Turró, ¿quién hace política en horas de trabajo? No señalo a nadie, pero se le ve el plumero. ¡Menuda gilipollez la suya! ¿Se ha oído o se ha parado a pensar en lo que dice? ¿O acaso habla como escribe, a vuelapluma, sin vigilar lo que sale?

En fin, hasta aquí las excusas. Una vez excusado de tal guisa, lo siente mucho y pide disculpas. Sobre todo, porque [la moción] ha hecho un daño que no queríamos de ninguna manera, especialmente al proceso [...] Que hayan aprovechado esta estupidez nuestra para atacar al proceso es lo que siento más. Tal cual. Qué pena.

No siente remordimientos por haber manifestado al mundo entero no sólo su estupidez, sino también su maldad, no le avergüenza manifestarse como partidario de la tiranía, al que poder llamar fascista sin errar demasiado y con razones para ello. Eso no le apena lo más mínimo.

No le extrañe, señor Turró, que los concejales de ERC de su municipio, que no serán menos procesionistas que usted, le traten de burro para arriba, li diguin el nom del porc, que dicen en catalán, porque también tienen sus razones para cagarse en usted y en sus mociones. ¡Menuda torpeza la suya! 

El señor Turró y todo su grupo municipal (todo él: Joan Turró Calvet, Irene Suñé Casas, Sergi Cirera Burgaya y Salvador Pujol González) han manifestado públicamente lo que son y lo que piensan, lo que harían si les dejaran. Si CDC no los expulsa una vez no han dimitido inmediatamente de su representación política, CDC se manifiesta cómplice de sus palabras. Porque no han dicho una tontería, sino algo muy gordo y grave, gravísimo. Y no digo más, que me caliento. 

1 comentario:

  1. Lo de este tipo es muy gordo, y ha pasado sin pena ni gloria por los medios de "casa nostra". Para que luego hablen de "la caverna"

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