¿Por qué escribo? Pues, no lo sé. Sólo sé que, desde que era pequeño no sé pasar los días sin hacerlo. Algo habrá de vanidad, algo de necesidad, algo de curiosidad. Lo que me mueve a escribir a mí podría no ser lo mismo que mueve a escribir a otro cualquiera. Escribir es, en verdad, algo que se hace y no pregunten por qué.
Gente que escribe hay mucha, casi más que gente que lee, como dice mi editor. Entre estos, hay quienes consideran que escribir supera lo que pudiera ser un capricho o una afición. Escribir deviene, en esos casos, algo más, una parte muy importante de uno mismo. Quiero suponer que esto se da con frecuencia entre los Escritores Recónditos. Y dicho esto, vayamos al grano.
El pasado jueves, como anuncié hace unos días, el grupo de Escritores Recónditos celebró la publicación de su primer recopilatorio. El título del libro fue, cómo no, Escritores Recónditos, y pueden hacerse con uno aquí mismo, en:
Esta... ¿cómo llamarla? ¿Asociación? ¿Cofradía? ¿Logia? ¿Sociedad...? Los Escritores Recónditos, abreviando, nacieron todos alrededor del blog del mismo nombre, Escritores Recónditos.
El libro del que hablo es una obra colectiva, el muestrario del trabajo de 63 autores que han pasado por el blog hasta junio de este mismo año. Son, en su mayor parte, poetas, aunque la producción en prosa también es abundante. Hay de todo, que suele decirse. Incluso, créanme, hay cosas bastante interesantes de leer.
Desde El cuaderno de Luis celebro este feliz suceso y el trabajo de los blogueros Cartisano y Cornadó, que ha hecho posible Escritores Recónditos, el blog primero y el libro, después. Gracias y enhorabuena.
Gracias Luis. Tampoco sabría decir que es lo que es EERR: ¿Asociación? ¿Cofradía? ¿Logia? ¿Sociedad...?, quizá gremio, si.
ResponderEliminarEl gremio de los EERR. Suena bien, y con los socios simbólicos que va teniendo, el panorama no puede ser más que alentador.
Un abrazo.
Salut
Muchas gracias Soravilla, fue un placer contar con tu presencia y tu participación en Escritores Recónditos, el acto nos dio la oportunidad de saludar a todo el grupo "recónditos" que escriben y se esfuerzan por dejar su creatividad sobre una cuartilla o en una pantalla. Puntazos de florete o cortes de sable, a veces con la gracia de una coreografía o con la intención de cortar o transgredir, pues la historia de la literatura es la historia de la transgresión.
ResponderEliminarMuchas gracias
Francesc Cornadó