No está hecha la vida para un seguidor de Ferrari en estos días que corren. Si algunos de los fiascos de esta temporada hasta ahora, en la que partíamos como favoritos (para variar), podían deberse a tal o cual cosa, ya no valen excusas. Mercedes-Benz volvió a situar los dos coches en primera y segunda posición (ya van cinco veces seguidas esta temporada) y Ferrari tuvo que conformarse con quedar cuarto y quinto. Tendría que producirse un milagro para que no digamos adiós ahora mismo al campeonato, sea de Marcas, sea de Pilotos, sea cual sea. Algo no funciona.
Pero es posible que también digamos adiós al Gran Premio de España de Fórmula 1 que se rueda en Montmeló, Barcelona. Parece ser que Holanda propone otro circuito. Aquí hace ya tiempo que el gobierno municipal de Barcelona no está por la labor y la Generalidad de Cataluña está por otras cosas. De hecho, cuando el inefable presidente Torra afirmó que la Fórmula 1 no se marchará de Cataluña, comencé a decirle adiós, adiós...
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