Las órdenes de aislamiento para combatir al COVID-19 han obligado a suspender mis clases de esgrima y mis tan queridos asaltos con los tiradores de mi sala de armas, la Escola Hongaresa d'Esgrima de Barcelona. Pero nos volveremos a ver, sable en mano.
Sed buenos, pacientes y disciplinados. Obedeced, quedaos en casa. Cuando esto se acabe, volveremos a tirar, con más ganas que antes, si cabe.
En garde! En avant, mes amis! En avant!
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