El otro día, el Ayuntamiento de Barcelona nos despertó con una buena noticia en los periódicos: retiraban la medalla de oro de la ciudad concedida póstumamente en 2012 a don Heribert Barrera. Hubo voces que protestaron, y pido que tomemos buena nota de ellas. Porque defender la figura del señor Barrera es una solemne estupidez.
Medité sobre ello en el artículo que tuvo a bien publicar Metrópoli Abierta, titulado Una buena noticia y algunas consideraciones. Si lo leen, creo que tendrán muy claro que es lo que pienso de la memoria del señor Barrera y de aquéllos que lo defienden.
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