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La historia de la acupuntura


Suele decirse que la acupuntura es una ciencia milenaria de origen chino, que suma más de 3.000 años a sus espaldas. Ese mérito es en realidad un demérito. Fíjense en la mejora de la eficacia y la eficiencia de la ciencia médica en el último siglo, y luego comparen con la mejora de la eficacia y la eficiencia de la acupuntura. No hay color.

Pero ¿y si no fuera una ciencia milenaria? En general, la mayor parte de lo que se dice sobre la acupuntura es un mito, no es cierto. Especialmente, en cuanto a su origen.

Según algunos sinólogos (no todos, es cierto), el origen de la acupuntura no es chino, sino griego. Se cree que nació con Hipócrates de Cos (el del juramento hipocrático) y llegó a China a través de las caravanas y rutas comerciales. Los primeros textos chinos que mencionan la acupuntura (mejor dicho, algo parecido) son del siglo III aC. La primera referencia a una aguja en un texto chino es del 90 aC, pero se refiere a una sangría de unos abscesos con lancetas en forma de aguja. La arqueología ha recuperado parte de ese instrumental, y es aparatoso. Fíjense en un detalle: la tecnología que permite fabricar finas agujas de hierro o acero no tiene más de cuatrocientos años. Nada de agujitas, pues, en el saber milenario.

Marco Polo y otros viajeros describieron la medicina china en Europa en el siglo XIII, y ninguno de ellos menciona la acupuntura como práctica médica. El primer europeo que menciona la acupuntura es un neerlandés, Wilhelm ten Rhijn, en 1680, y describe algo que no tiene nada que ver con lo que nosotros entendemos por acupuntura. No menciona puntos de energía ni nada parecido. Describe largas agujas de oro que pinchaban a veces hasta el hueso allá donde dolía y se dejaban ahí durante treinta respiraciones del pobre paciente. Un horror, vamos, que suponemos ineficaz y doloroso.

A partir de entonces, eso de pinchar con agujas (pinchar de verdad, con señoras agujas como de hacer calceta) se utilizaba de vez en cuando en Occidente. Se registra en 1826 el primer uso de la acupuntura en los EE.UU., donde se probó para resucitar (sic) aquellas personas que habían muerto ahogadas. Se les pinchaba con largas agujas en los pulmones... y nada. Se abandonó el tratamiento porque provocaba desazón entre los parientes del finado (sic).

A principios del siglo XX ya existían agujas más sutiles, pero todavía no se pinchaban los puntos energéticos, sino que se clavaban donde dolía, y punto. Tal hacían los chinos. Georges Soulie de Morant (1878-1955, el señor de la fotografía), que no era médico, sino diplomático y sinólogo aficionado, escribió el primer tratado sobre acupuntura en Occidente, en 1939. Fue él quien mencionó por primera vez la energía y los centros de energía (dónde pinchar), que llamó Qi, una palabra que en chino significa el vapor que desprende la comida recién cocinada. También habló de los meridianos de energía que comunican estos puntos. Utilizó una palabra china que significa canal o navío, según el contexto. Otro francés se inventó la acupuntura auricular (pinchando en la oreja) en 1957. ¡Saber milenario chino...!

De hecho, comienza a tenerse noticia de la acupuntura moderna en China (la de las agujitas) a través de los bandos de sucesivos gobiernos chinos. Éstos persiguieron y prohibieron la acupuntura entre 1822 y la Segunda Guerra Mundial, justo cuando comenzó a practicarse más o menos como ahora se conoce. Los argumentos de los sucesivos gobiernos chinos eran racionales: la acupuntura no era un remedio eficaz y los acupuntores no podían curar enfermedades. Pero se convirtió en una práctica popular (en una superstición muy enraizada), como en España fueron los curanderos ambulantes o en las Antillas el vudú.

Fue la Revolución Cultural china la que finalmente resucitó la acupuntura dándole rango de medicina oficial, en los años sesenta, pues era la medicina del pueblo y se consideraba que la ciencia (occidental) era burguesa y anticomunista. Fueron años de purgas y horrores, donde se perseguía a todo aquél que había ido a la universidad o llevara gafas para leer (sic). Fue el gobierno de Mao el primero que definió oficialmente la acupuntura como medicina tradicional china. Además, el socialismo maoísta no tenía recursos para un sistema sanitario universal, y utilizó la medicina tradicional china (que no era medicina propiamente dicha en la mayor parte de los casos) para suplir sus deficiencias sanitarias (y, de paso, matar a unos cuantos millones de chinos por falta de tratamientos adecuados).

Hoy, China es una gran potencia científica y los médicos chinos no consideran la acupuntura como un remedio eficaz, ni de lejos, y lo han manifestado muchas veces. Pero en algunos casos, dadas las creencias de la población china, combinan los tratamientos convencionales con sesiones de acupuntura porque reconocen que así el paciente acepta mejor el tratamiento convencional (que es el que cura). Eso sí, advierten que el 12% de las sesiones de acupuntura tienen efectos secundarios adversos (heridas, pinzamientos nerviosos, alergias, infecciones, etc.).

3 comentarios:

  1. Te recomiendo el museo de Historia la Medicina china en beijing y te llevaras una sorpresa amigo asi se aclaran estos conceptos

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  2. Gracias por la recomendación. También es muy interesante el Museo de Medicina de Florencia, aunque poco conocido.

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  3. muy bueno el articulo , pero me gustaria saber un poco mas acerca del origen del neijing o neiking del emperador amarillo pues es a este emperador al que se le atribuye el descubrimiento de la acupuntura, saludos

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