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Otra vara de medir (II)


Examinemos de nuevo el caso de la sanidad pública.

¿Qué hace el Gobierno de la Generalidad de Cataluña? Echa a la calle a miles de trabajadores de la sanidad pública, se niega a sustituir las vacantes, cierra plantas enteras de hospitales públicos durante meses, suprime servicios de urgencias, cierra los quirófanos por la tarde, alarga sine die las listas de espera, propone ahorrar en la limpieza de las salas, sábanas u orinales, ahorrar en la comida o los pañales...

El señor Boi Ruiz, don Baudilio, todavía tiene el cinismo... Qué digo el cinismo... La desfachatez, la insolencia, de afirmar que los ciudadanos no notarán ninguna merma en la calidad sanitaria, aunque luego añade que se apunten a una mutua privada, por si acaso. A los pobres que no puedan pagársela... A ésos, que les den. ¡No notarán ninguna merma...! Pero este señor ¿quién se ha creído que es para mentir así?

No midamos el descalabro en millones de euros, utilicemos otra vara de medir.

¿Cuánto dolor, cuánto sufrimiento y cuántas muertes costará la reforma?

1 comentario:

  1. Si los políticos estuviesen obligados por ley a renunciar a los servicios privados de sanidad y educación (ya sabes, Teknon y Colegio Alemán, por poner dos ejemplos), otro gallo cantaría. Pero claro, ellos sí son inmunes a sus medidas.

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