Cuestión de confianza

Los médicos catalanes que trabajan en la sanidad pública han decidido ir a la huelga los días 16 y 17 de noviembre, a tocar de la jornada electoral del 20 de noviembre. Los gallegos, también.

Protestan por el empeoramiento de sus condiciones salariales, es cierto, pero también por la progresiva, evidente y dolosa degeneración del sistema sanitario público, que sufren en sus propias carnes y en carnes de los pacientes a los que tienen que tratar cada día. Denuncian recortes indiscriminados sin criterio médico, que ponen en peligro la salud de las personas. Miles de trabajadores del sistema sanitario se han quedado sin trabajo, se han cerrado quirófanos, plantas de hospitalización, unidades de cuidados intensivos, centros de asistencia primaria, servicios de atención de urgencia... Se han alargado las listas de espera de tal modo que estamos peor que hace diez años. Etcétera.

Los colegios de médicos acuden a la huelga y la apoyan; los colegios de enfermeras dicen que sus recursos están tan mermados que no pueden permitirse el lujo de una huelga. Aunque la huelga de médicos no es del agrado de muchos sindicatos, éstos han decidido unirse para protestar contra los recortes (llamados ajustes por los líderes patrios) todo lo que se pueda, y veremos si inútilmente.

Se anuncia la huelga y el gobierno del bipartito saca los perros a pasear. Como hay elecciones... El mismísimo portavoz del Gobierno de la Generalidad de Cataluña asegura que los médicos sólo quieren dinero, que no hay derecho a hacer una huelga planteando privilegios salariales inalcanzables, y que dos días de huelga de médicos harán mucho daño.

Los médicos no se han cortado un pelo respondiendo al Gobierno, a don Baudilio y a las madres que parieron a esa turba. El Gobierno es cínico, argumentan los médicos. El portavoz padece amnesia, porque ha sido la Generalitat la que cerrará los hospitales cinco días solo por intereses económicos, añaden.

Véase aquí y aquí.

La cuestión es simple. ¿A quién cree usted? ¿A su médico o a don Baudilio?

Pues, ya está dicho todo.