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Omnium pecunia, aliqui cultura

En latín, omnium es genitivo plural. Se asocia naturalmente a un sustantivo, y omnium tal cosa quiere decir tal cosa de todos (o de cada uno). Así, omnium cultura significa la cultura de todos, o de cada uno, y podría ser traducido libremente como cultura común (a todos).

Sin embargo, la sociedad se llama Òmnium Cultural, y le sobra una ele y una tilde, si está escrita en latín, y no promueve la cultura de todos, sino la de algunos, y no toda. Pero, eso sí, los chavales de Òmnium Cultural viven la mar de bien del dinero de todos. Por eso omnium pecunia, aliqui cultura.

Según los auditores de la institución, y recuerdo que es una auditoría pública, uno de cada tres socios de Òmnium Cultural no paga la cuota. La cuota es de 60 euros al año, y de 30 euros para jubilados, estudiantes y demás. Dicho esto, los gastos de Òmnium Cultural superan los 130 euros por socio y año y los ingresos... ¿De dónde sale la diferencia?

Las subvenciones, ayudas y convenios con la Generalidad de Cataluña cubrieron aproximadamente unos 60 euros por socio y año entre 2005 y 2010. En 2011, esa contribución se incrementó notablemente. En 2012, el Gobierno de la Generalidad de Cataluña ha anunciado una subvención de 1.434.000 euros, que es... ¡un 28% inferior a la de 2011! ¿Cuánto pagaban a Òmnium Cultural mientras cerraban quirófanos? ¿Para hacer qué? Según los balances contables de la entidad, las cuotas de los socios apenas han cubierto la mitad de los gastos en muchos años.

El número de socios de Òmnium Cultural rondaba los 20.000 hasta que en 2010, coincidiendo con las protestas contra el Tribunal Constitucional, se elevaron a 23.000 y llegaron a 27.000 en 2011. Aunque la institución quiere pasar de 29.000 socios en 2012, todo parece indicar que el total de socios que pagan su cuota quedará por debajo de los 20.000. La crisis. Pero la Generalidad de Cataluña declaró a Òmnium Cultural entidad de interés público en 2009, lo que le proporciona una interesante rebaja fiscal.

La Enciclopèdia Catalana dice que un òmnium es una competición ciclista (sic), pero también recoge la voz Òmnium Cultural. Según esta enciclopedia, es una entidad cívica y cultural de ámbito circunscrito a Cataluña, fundada en Barcelona en 1961, dedicada a la promoción y recuperación de la lengua y la cultura catalanas. En 1963, la Brigada Político-Social clausuró la sociedad, pero después de un largo proceso legal, volvió a abrir en 1967 y conoció su etapa más gloriosa cuando abrió una sede en el Paseo de Gràcia, en 1968, hasta 1974, más o menos.

Ésa fue la Edad de Oro de las artes y las letras en Cataluña en la segunda mitad del siglo XX. Convivía lo mejor de la poesía y la lingüística catalana (Espriu, Pla, Rodoreda, Foix, Calders, Brossa, Ferrater...) con lo mejor de la literatura en castellano (Gil de Biedma, Vázquez Montalbán, Marsé, Mendoza, Vargas Llosa, García Márquez...), y el ambiente cultural de Barcelona era políglota y riquísimo. Las grandes editoriales en lenguas españolas (cualesquiera) eran todas catalanas. Òmnium Cultural fue una pieza más en ese maravilloso engranaje cultural, una pieza pequeña, pero con fuertes recursos financieros, patrocinada por la burguesía catalana de toda la vida, que quería potenciar el nacionalismo para apagar la deriva socialista del proletariado urbano (a las memorias de Jordi Pujol me remito, aunque son tan aburridas que no las recomiendo).

Desgraciadamente, esa pieza del engranaje se convirtió en arenilla, y el mecanismo de relojería se jodió. Cataluña se hundió en el provincianismo y se convirtió en el Titanic, una expresión muy certera y que tuvo mucho éxito. Una vez recuperada la libertad, en vez de promocionar la cultura catalana, lo que está muy bien, Òmnium Cultural entró a formar parte de eso que llaman la sociedad civil catalana, ese grupo de instituciones que actúan de correveidiles del poder económico en Cataluña y que se sostienen a base de ayudas y subvenciones, como se ha visto.

Òmnium Cultural es una de esas organizaciones que tienen una influencia desproporcionada a quienes son en realidad. Los veintipico mil socios de Òmnium Cultural pueden compararse con los 31.000 afiliados al Partido Popular de Cataluña, a los de 35.500 abonados y 13.400 accionistas del RCD Español, a los 78.000 afiliados al PSC-PSOE, a los más de 300.000 afiliados a los sindicatos UGT y CC.OO. en Cataluña, etc.

Apunte final. Quizá convenga recordar que los fundadores de Òmnium Cultural fueron:

Joan B. Cendrós, empresario y fabricante de la famosa loción Floïd, miembro de CDC, Creu de Sant Jordi, uno de los acusados en el caso Banca Catalana. Su imperio industrial lo gestionaba David Madí, que fue número dos de Artur Mas.

Lluís Carulla, fundador de Agrolimen, Creu de Sant Jordi, padre de los hermanos Carulla, acusados de evadir impuestos por valor de unos 200 millones de euros en tres años. Montse Carulla, evasora de 35 de estos millones, es la actual presidenta del Palau de la Música Catalana, y fue la segunda de a bordo de Félix Millet, hijo, durante años... y no se enteró de nada, y yo que me lo creo.

Félix Millet, empresario, presidente del Banco Popular (conocido en algunos círculos como el banco del Opus) y del Palau de la Música Catalana, padre del famoso Félix Millet, que le sucedió en el cargo y se cubrió de gloria, tras financiar a CDC y financiarse a sí mismo mediante extraños pagos del Palau de la Música Catalana.

Joan Vallvé, empresario, presidente de la Asociación y Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña, Creu de Sant Jordi y miembro destacado de CDC.

Pau Riera, empresario, periodista, simpatizante de UDC. Creu de Sant Jordi.

Millet, Riera y Vallvé fueron los únicos presidentes de la entidad que crearon hasta 1984, cuando cedieron el paso a las nuevas generaciones de la familia. Como se ve, era una sociedad cercana al proletariado urbano y próxima a las inquietudes sociales de la población, abierta a la rica y variada cultura que se da en esta tierra, no sé si pillan la ironía.

2 comentarios:

  1. Hola Luis, me ha parecido muy pedagógico tu post sobre Ómnium.
    Cuando hablas de los socios fundadores, aludes a Montse Carulla como presidenta de la Fundación L'Orfeo -Palau, creo que su nombre es Mariona, Mariona Carulla.

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  2. Cierto, es Mariona Carulla, no Montse. ¿En qué estaría pensando? Quizá en el dinero que nos ha robado, no lo sé.

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