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Mas, recortes, y don Baudilio, más

La que nos está cayendo... Primero, la reforma laboral, que déjala ir, que se las trae en más de un apartado; segundo, el suicidio patrio que destina mucho menos dinero a investigación y educación; tercero, en Cataluña, Mas, que quiere más, porque estos recortes le saben a poco. No lo digo yo, lo dice él.

Quiere que Madrid (es decir, el Gobierno de España) se comprometa más en la política de ajustes presupuestarios, que es así como habla el chaval, por semejar listo. Por ejemplo, quiere que Madrid (es decir, el Gobierno de España) reduzca los salarios de los funcionarios y los empleados públicos tanto o más que Barcelona (es decir, el Gobierno de la Generalidad de Cataluña) este año. Madrid (es decir, el Gobierno de España) ahora mismo, lo que es ahora mismo, quién sabe mañana, no está por la labor. Crucemos los dedos.

Luego nos alegran el día con otra noticia. Anuncian, citaré textualmente, un reajuste en la prestación farmacéutica que permita sostener la gratuidad del sistema sanitario español, y niegan (sí, niegan) que sea un copago. En cristiano, ahora pagaremos más por un medicamento, y los abuelitos y los enfermos crónicos, que hasta ahora no pagaban, tendrán que pagar algo. A eso le llaman copago, aquí y en la China, pero lo correcto sería llamarlo repago.

Lo que es yo, diré un par de cosas. La primera, que el sistema sanitario público español es gratuito y universal, y ojalá siga siendo público, gratuito y universal. Es lo mejor que tenemos ¡y qué ganas tenemos de destrozarlo!

Pero cuidado con la gratuidad, que gratis no es, que pagamos todos nuestros impuestos y buena pasta nos cuesta. Desgraciadamente, una mala gestión y una desmembración de la sanidad pública no sólo en diecisiete trozos, sino en muchos más (consorcios, fundaciones, chanchullos, etc.) nos complica la atención sanitaria de los españoles sin gastar más de la cuenta. Podríamos unificar servicios sanitarios, reduciendo su coste; podríamos comprar medicinas en grandes subastas para todos los hospitales españoles, a mejor precio; podríamos unificar criterios de atención sanitaria; podríamos... Mil cosas.

La segunda cosa que quería decir es que el copago, repago o tasa por receta es una mierda que perjudica a los más pobres y a los más enfermos, y perdón por decir mierda, que se me ha escapado. Pero es verdad, así es: es una mierda y perjudica a los más necesitados.

En la línea, don Baudilio, a. Bío Ruiz, el adalid de Masnostijeras, a. Artur Mas, dice que su tasa administrativa por la gestión de la receta médica (que es como se dice copago en catalán), que sube a un euro por receta, se mantendrá y se impondrá este verano. Según don Baudilio, cito, las medidas del gobierno [español] son insuficientes y añade que la tasa administrativa catalana es compatible con las nuevas medidas. En otras palabras, los catalanes, como somos más guapos que nadie, pagaremos por receta lo que diga Madrid (es decir, el Gobierno de España) y sumaremos un euro más, para que don Baudilio puede arrodillarse delante de su amo y señor y exclamar satisfecho: Mas, pediste más y más te ofrezco.

Cabrones.

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