Según el Gran Diccionari de la Llengua Catalana, emmerdar viene de merda y es un verbo transitivo que significa embrutar de merda (ensuciar de mierda), que acepta una figura reflexiva, embrutar-se de merda (ensuciarse de mierda), y que, en sentido figurativo, es embolicar (enredar, confundir, liar).
La lengua española acepta el verbo enmerdar que, a decir de la Real Academia de la Lengua, es ensuciar, llenar de inmundicia, también en sentido figurado.
En catalán, según la misma fuente, merda (mierda) proviene del latín merda y se documenta por primera vez en catalán en el siglo XIV. Así, será, en un sentido vulgar, excrement de l'home i d'un gran nombre d'animals (excremento del hombre y de un gran número de animales). También se acepta que signifique borrachera, y se dice de uno que ha pillado una cogorza que ha agafat una merda. Un merda, en catalán, también es un tipo que aparenta lo que no es, que se da importancia sin tenerla. Como en castellano, merda es el núcleo de muchas expresiones catalanas, la más divertida de las cuáles es, a mi entender, ésser cul i merda (ser culo y mierda), que es como ser uña y carne.
Con el mismo origen latino, la palabra española mierda reúne más significados. Acudiendo a los académicos, mierda es el excremento humano, el excremento de algunos animales, la grasa, suciedad o porquería que se pega a la ropa o a otra cosa (en la parla coloquial), una cosa sin valor o mal hecha (también coloquial) o una persona sin cualidades ni méritos. Un merda catalán y un mierda castellano se parecen pero no son lo mismo, y es una lástima, porque me gustaría decir de más de uno que es un mierda sumando los dos significados, resultando una persona que, sin cualidades ni méritos, va dándose una importancia que no se merece.
Todo surge de un informe de la policía que, con todo detalle, describe la financiación de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) a través de un entramado de fundaciones y chanchullos. CDC es el partido del señor Mas y estamos hablando del caso Millet (y Montull) y del latrocinio del Palau de la Música Catalana. El juez que instruye el caso ha recibido un texto que pone en negro sobre blanco lo que ya sabíamos todos, que CDC en particular y CiU en general son una máquina de cobrar comisiones que vende a su madre al mejor postor.
Es cierto, el informe no es una prueba, pero es lo que se sabe que ha ocurrido sin lugar a dudas. También es cierto que la rapiña y la corrupción no son exclusivas de CiU, pero hay que reconocer que se han aplicado a ello con tesón y han perfeccionado métodos que nos llenan de pasmo y asombro.
Ayer, en la sesión de control parlamentario al Gobierno de la Generalidad de Cataluña, dos diputados le pidieron explicaciones a don Artur Mas sobre el particular. Solicitaron que acudiera al Parlamento para aclarar todo este asunto. El señor Mas, cómo no, se negó a ello. Los estudiosos de los sutiles matices de la política catalana observaron que no utilizó el yonohesidismo, sino el yonopuedosaberlotodoísmo y el tutambienismo. Es decir, no dijo que CiU no había cobrado comisiones (yonohesidismo), sino que él no sabía si las había cobrado y (caramba) no tenía por qué saberlo (yonopuedosaberlotodoísmo) y luego acusó al acusador (tutambienismo).
Al segundo diputado, que le preguntó exactamente lo mismo, le respondió (cito) Usted lo que busca es enmerdarlo todo, y no le proporcionó ninguna otra respuesta. Por eso me he interesado tanto por el significado de enmerdar.
Puestos a enmerdar, quizá el señor Mas y su Gobierno de los Mejores pueda enseñarnos cómo, porque lo hace muy bien, lo de enmerdar, quiero decir. Allá por donde pasa, allá deja un recuerdo. El partido que dirige se financia regular y continuamente con fondos de dudosa procedencia. ¿Y quién paga? Los propietarios de las autopistas de peaje, la empresa que disfruta del monopolio eléctrico en el país, la empresa que se aprovechará de la inminente privatización de la distribución de agua potable, las concesionarias de la obra pública... También podríamos señalar, por señalar, la tremebunda corrupción de la cúpula directiva de la sanidad pública catalana, donde quien no ha recibido por aquí, ha recibido por allá, de manera cuanto menos fea. Etcétera, que es un no parar.
Por lo tanto, ayer el señor Mas se comportó como un mierda, porque se mostró sin cualidades ni méritos, y como un merda, porque se daba a sí mismo una importancia que no tenía, pues mandar en un partido que vive a todo trapo y no saber, ni preguntarse nunca, de dónde sale tanto dinero...
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