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El misterio de «La muerte de la Virgen»



No es mi intención hablar largo y tendido sobre esta anécdota, sólo apuntarla. Luego, que cada uno investigue por su cuenta, que la bibliografía es muy amplia y va más allá de internet. Porque ¿han oído hablar de los libros? Los recomiendo.

Me centraré en una leyenda alrededor de un cuadro de Michelangelo Merisi de Caravaggio, La morte della Vergine (La muerte de la Virgen).

Es un cuadro de gran formato, pues mide 369 cm de alto y 245 de ancho. Fue un encargo de la familia Lelmi, que quería decorar la capilla Cherubini en la iglesia de Santa Maria della Scala, en el Trastevere, en Roma. Entonces, una iglesia a medio construir. Lo más seguro es que fuera pintada entre 1604 y 1605.

Dejo que hable Baglione por mí, en su Vite de' Pittori, Scultori, et Architetti (impresa en 1642). La traducción no es mía, sino de la obra de Friedlaender (Caravaggio Studies) en español (Alianza Ed., 1995). Dice:

Para la Madonna della Scala en el Trastevere pintó el tránsito de Nuestra Señora, mas porque faltando al decoro había hecho a la Virgen hinchada y con las piernas descubiertas fue retirada; y la compró el duque de Mantua, y la puso en Mantua en su nobilísima galería.

Luego hablaremos del decoro, pero resumiremos la historia del lienzo. El cuadro fue rechazado, ya se ve, pero Rubens (en persona) lo vio y se admiró tanto de él que convenció a Vincenzo Gonzaga, duque de Mantua, para que lo comprara. Antes de llevárselo de Roma, fue expuesto durante dos semanas en la Academia de las Bellas Artes de San Lucas, causando gran admiración entre el público más selecto de Roma (y entre el común, que hacía colas para verlo y admirarlo). Caravaggio no pudo ver su triunfo, porque había huído de Roma muy poco antes, malherido, por haber matado a un hombre en una riña.

De Mantua, a Londres; de Londres, a París. Allá sigue, en el Louvre, en la Gran Galería. Sobrevivió a varias guerras y revoluciones y sigue causando pasmo y admiración.

La cuestión del decoro es la que motivó la retirada del cuadro de la iglesia y es la que está detrás del misterio de La muerte de la Virgen.

Es dogma de la fe católica que la Virgen María ascendió al Cielo en cuerpo y alma, pero no queda muy claro si murió antes o si ascendió al Cielo en vez de morirse. No me miren con esa cara, porque así es, y no crean que es cosa que viene de muy lejos, porque este fenómeno se declaró dogma de fe en 1950, sin aclarar ese extremo del finiquito.

No existe ninguna cita en el Evangelio que describa nada parecido, ni en ninguna otra parte de la Biblia. El origen de la Ascensión de María es medieval y se instaló poco a poco, firmemente, en el ideario católico. Con todo, algunos se resistieron a incorporarlo a la fe, por eso que he dicho, porque no había evidencia de su Ascensión en ninguna parte. Algunos otros, a medio camino entre los ascensionistas puros y los terrenos, hablan de una muerte del cuerpo de la Virgen, que luego sería ascendido. Algunos, durante un tiempo, negaron la Ascensión, pero fueron perseguidos o despreciados.

Para más INRI, que conste que yo mismo, con éstos mis ojos, he visto relicarios en Roma y Florencia con huesos de la Virgen María (en uno de ellos, un antebrazo completo).

Caravaggio pintó a la Virgen María muerta y bien muerta. Pálida, hinchada. Además, pobre, porque era seguidor del pauperismo de Borromeo y Neri, porque no pintó santos y apóstoles al uso, sino gente sencilla y humilde (de ahí su mucho éxito entre el común). Pintar una muerte de la Virgen con una Virgen tan muerta fue insoportable para los Lelmi y para los carmelitas descalzos (de Santa Maria della Scala). Además, la Madonna enseñaba los pies y se le veían las piernas. ¡Qué falta de decoro! Lo peor es que Caravaggio escogió a una puta para hacer de Virgen María, y eso sí que no, de ninguna de las maneras.

La leyenda nace justo aquí. Aquellos días apareció flotando en el Tíber una prostituta que se decía que mantenía relaciones carnales con un poderoso cardenal. Nada del otro jueves en esa época, pero un asunto feo, a fin de cuentas. Pero esa mujer ¿se había suicidado? ¿La habían asesinado? Es una historia que nace con fuerza, tan interesante y apasionante, pero de la que no puede decirse mucho más, porque todo serán especulaciones y tenemos pocos datos fiables o documentados sobre ese crimen, si fue tal.

¿Pintó Caravaggio a esa prostituta desgraciada? Al menos ¿la vió y se inspiró en ella? Este cuadro ¿fue una denuncia contra las poderosas familias de Roma? Se dispara la imaginación. Podría ser que sí, nada lo impide. Pero también podría ser que no.

¿Es cierta la leyenda? Podría ser cierta una parte, la que dice que Caravaggio pudo ver el cuerpo recuperado del río y su memoria retuvo lo que vio, para pintarlo después. Es muy posible: la tez pálida, el vientre y las piernas hinchadas... Pero añado, acto seguido, que muchos (yo, también) sostienen que la Virgen María de este lienzo es Maddalena Antognetti, Lena. Lena era o había sido o seguía siendo, en efecto, prostituta, pero en esa época era la pareja de Caravaggio y se había convertido en mujer de un solo hombre. Tenía un hijo y hay quien osa afirmar (sin pruebas) que era hijo del de Caravaggio. Lena es la Virgen María en La Virgen de los Palafreneros y aparece en otras obras del pintor.

Haciendo las veces de María Magdalena, la que llora en el rincón, aparece otra vieja conocida, Annuccia, o Anna Bianchini, también prostituta, que repite personaje (véanla en su Magdalena penitente) y que había hecho de Virgen María (Descanso durante la huída de Egipto). También tenía un hijo, al menos. ¿También de Caravaggio? ¡Caramba! ¡Qué ideas que tienen ustedes! ¡Qué prole tan numerosa!

Los demás personajes podrían ser apóstoles y santos. Se menciona a San Pedro, a San Juan, incluso a San Pablo (que no sé qué haría ahí, si siempre estaba predicando en cualquier otra parte). Pero es más interesante descubrir en esos rostros tristes y barbudos a viejos conocidos. Por ejemplo, a Matteo, el viejo mozo de las cuadras del palacio Madama y borracho célebre en el barrio de Sant'Eustachio, que ya había sido San Mateo en la iglesia de San Luis de los Franceses, Santo Tomás para un cuadro encargado por el marqués de Bassano, etcétera.

Lo dejo aquí. Es sólo un apunte. Podría haberme extendido mucho más, pero ya me he extendido demasiado. Si se han vuelto curiosos, investiguen y lean. Verán qué bien.

Pero no resolverán el misterio. La prostituta que apareció ahogada en el Tíber forma parte del dogma de fe caravaggesco y es el núcleo del intríngulis del misterio de La muerte de la Virgen.

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