La Oficina de Empleo del Frente de Juventudes

Yo también fuí joven, pero ésa es una enfermedad que se cura con el tiempo. Recuerdo mis años universitarios con cierta precaución, viéndolos tan confusos. Tonteé con la política y medité apuntarme al Frente de Juventudes de algún partido político. Ausculté casi todos, a través de los sindicatos estudiantiles, pero descarté la idea y preferí escribir y dibujar en una revista universitaria.

Hoy, visto en perspectiva, creo que sobrevaloré la honradez, la honestidad y la inteligencia y a veces pienso que me habría ido mejor de haberme afiliado al Frente de Juventudes de un partido político próximo al poder. Vean, si no, lo que he descubierto después de haber conocido el caso del joven Xart.

A finales del año pasado, se celebró el XVII Congreso de la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), el Frente de Juventudes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Se escogió una nueva Dirección Nacional. Pero ¡qué directivos!

Comenzamos por su presidenta, Marta Pascal, 30 años, hasta hace poco asesora de política educativa comparada (sic) de la consejera de Educación, la señora Rigau, por 70.000 euros al año, y ahora diputada del Parlamento de Cataluña por unos 90.000 euros al año.

El presidente del Consejo Nacional también tiene 30 años y se llama Ramon Morell. Es director del Programa de Adolescencia y Juventud, del Área de Calidad de Vida, Iguadad y Deportes del Ayuntamiento de Barcelona (CiU). Los directores de programa del Ayuntamiento de Barcelona cobran entre 55.000 y 93.000 euros brutos al año. El Ayuntamiento de Barcelona no informa de los sueldos en concreto de cada uno.

Con 28 años, Anna Seijas es vicepresidenta de Acción Interna y Coordinación de la JNC, pero también gerente (ahí es nada) del Consell Comarcal (Consejo Comarcal) de Osona desde 2011, llevándose aproximadamente 60.000 euros brutos al año por ello. Por cierto, si existe un presidente y un director del Consell Comarcal, ¿hace falta una gerente? Es más: ¿hace falta un Consell Comarcal habiendo diputaciones por ahí? Dejémoslo, ése es otro debate.

Más miembros de la Dirección Nacional de la JNC. Le toca a doña Mireia Huerta, vicepresidenta de Acción Internacional. Con 31 años, marido e hija, trabaja en el Gabinete de la Alcaldía de Barcelona. Aproximadamente, 60.000 euros al año, brutos. Iba para europarlamentaria.

Jordi Villanueva, 27 años, vicepresidente de Acción Territorial, es asistente de CiU en el Congreso de los Diputados, en Madrid, después de ser asesor de seguridad (sic) y adjunto al jefe de gabinete del consejero de Interior en la Generalidad de Cataluña con 24 añitos, cuando Felip Puig comenzó a recortar a los mossos. Aunque les parezca mentira, no existe información oficial sobre lo que cobran los asistentes del Congreso de los Diputados. Un escándalo, porque es dinero público y porque quieren ascenderlos discrecionalmente a la categoría de asesores, con un sueldo neto de 3.800 euros al mes.

Xavier Tomàs, de 29 años, encargado del àrea de Prensa y Relaciones Institucionales de la JNC, es director de Comunicación Web y Redes Sociales del Ayuntamiento de Barcelona (CiU); i.e., cobra entre 55.000 y 93.000 euros al año, brutos.

Roger Puigví, 28 años, del área de Activismo (sic) de la JNC es consejero técnico del distrito de Ciutat Vella del Ayuntamiento de Barcelona (CiU). Según el ayuntamiento, los consejeros técnicos se llevan a casa entre 40.000 y 53.000 euros brutos al año.

Lídia Pons, 24 años, responsable del área de Lengua y Cultura del Frente de Juventudes de CiU (JNC) es, ojo, asesora de la Diputación de Lleida (Lérida) y regidora del Ayuntamiento de Bellpuig. Los asesores de las diputaciones son famosos por saquear las arcas públicas con sus salarios. En este caso, hablamos de unos 50.000 euros brutos al año sin (sin) dedicación exclusiva, si hacemos caso a lo que cobran otros asesores conocidos.

Laia Canet, con 30 años, es responsable del área de Militancia y Formación de la JNC y se lleva entre 43.000 y 55.000 euros brutos al año por ser consejera de Juventud del distrito del Eixample de Barcelona, además de otro pico por determinar (que pagará Millet... digo, el partido) por ser gerente de CDC en Barcelona.

Dos cargos más del Consejo Nacional del Frente de Juventudes de CDC, el de Política Municipal (Sara Gil, 29 años) y el de Ciudadanía y Cohesión (Sergi Miquel, 24 años) son también regidores en los ayuntamientos de Arnes y Llagostera, respectivamente. Tienen cargo, sí, pero éstos no sé si cobrarán mucho por ello. En todo caso, mirarán a los camaradas del Consejo Nacional como el pobre mira al rico.

Etcétera, porque podríamos seguir con los coordinadores territoriales del Frente de Juventudes de CDC, donde encontraremos un alcalde o un presidente de un Consell Comarcal, por ejemplo. La mitad de los coordinadores territoriales tiene más de 28 años.

Si quiere, puede conocerlos a todos en este enlace: http://www.jnc.cat/persones.

La Dirección Nacional del Frente de Juventudes de CDC.

Una gerontocracia de empleados públicos.

Un apunte, para terminar. A efectos estadísticos, la Unión Europea considera joven a una persona menor de 28 años. Las estadísticas muestran que casi el 60% de los jóvenes españoles (o catalanes) no tiene trabajo ni ingresos. También muestran que el salario medio de los miembros de la Dirección Nacional de la JNC es superior a los 50.000 euros brutos al año... ¡procedentes del erario público!

Les recuerdo que las juventudes nacionalistas son también neoliberales y conservadoras, muy de derechas, y he podido leer artículos de algunos personajes antes mencionados alabando la política económica de Margaret Thatcher, defendiendo privatizaciones y liberalizaciones a destajo o sosteniendo que hay que reducir el número de empleados públicos, por ejemplo. Pero, qué curioso, ni uno, ni uno sólo, de los consejeros de la JNC trabaja por cuenta propia o en la empresa privada. Todos viven (muy bien) gracias a los enchufes del partido en cargos políticos de confianza. ¡Así también soy liberal! ¿Dónde hay que firmar?

Como dijo uno: Manda güevos.