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Martí de Riquer (1914-2013)



Una nota de la Real Academia Española de la Lengua (RAE) anunciaba la muerte de su académico más veterano, Martí de Riquer, un catalán de Barcelona. Ocupaba un sillón en la Academia desde 1965 y acumulaba muchos premios y honores. Era filólogo y seguramente, uno de los mejores del siglo XX. Eso pueden decirlo los filólogos españoles y catalanes, pues su trabajo en ambas lenguas es igualmente impresionante (y en cierto modo, complementario). 

Se especializó en la literatura medieval y en ese período tan fascinante que vio nacer al Humanismo. Su lectura de El Quijote le llevó a ser uno de los mejores quijotistas que hemos tenido nunca, pero también le llevó a interesarse por Tirant lo Blanc, la novela de caballerías valenciana escrita en catalán que, por propios e indiscutibles méritos, pertenece al selecto grupo de las obras maestras de la literatura universal. Martí de Riquer consiguió rescatar del olvido a esta gran obra, editándola dos veces en su versión original (en 1947 y 1969), editando dos veces la llamada Traducción de Valladolid de 1501 (en 1947 y 1974), y escribiendo Aproximació al Tirant lo Blanc (1990, Premio Nacional de Ensayo). 

También escribió sobre literatura francesa, sobre los trovadores, editó a los grandes de la literatura medieval catalana, española y francesa, y hasta editó la versión del Quijote de Fernández de Avellaneda, que provocó la segunda parte de El Quijote de Cervantes, o L'Atlàntida, de Verdaguer, mucho más moderna. Su Història de la literatura catalana es un monumento grandioso; escribió sus tres primeros tomos (Edad Media y Humanismo). Defendió que la literatura catalana era inseparable de la literatura española y que no se entendía una sin la otra, dado que se influyeron mutuamente, especialmente en sus orígenes y durante el Humanismo. Sus ensayos son legión, en español y catalán, incluso en francés e italiano. Causa pasmo tanta y tan buena obra.

Ha merecido premios de muchas instituciones. Como ya he dicho, era miembro de la RAE, y presidió la Acadèmia de Bones Lletres entre 1963 y 1996. También Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales, el de literatura de la Generalidad de Cataluña, el Premio Nacional de las Letras Españolas, la Creu de Sant Jordi... 

Su biografía nos dice que era el octavo conde de Casa Dávalos (y más tarde, Grande de España por la gracia de Juan Carlos I). Escapó de Cataluña durante la Guerra Civil para sumarse al Tercio de Nuestra Señora de Montserrat (carlista y catalán) y acabada la guerra, trabajó en la Delegación de Propaganda (franquista) en Barcelona. Luego obtuvo plaza de funcionario en la Universidad de Barcelona. En 1950 ganó las oposiciones a cátedra. Se especializó en la historia de las literaturas románicas y durante esos años oscuros escribió, editó y publicó sus más grandes obras sobre literatura catalana. Fue senador por designación real entre 1977 y 1979), pero nunca regresó a la política. 

Como dijo muy bien: Felicitaría a quien no haya leído el Quijote. Le diría que aún le queda el placer de leerlo.

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