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Como apuntar con el dedo (I)


A la izquierda, la Colt M1911.
A la derecha, la Savage M1907 cal. 45.

Una de las entradas más visitadas de El cuaderno de Luis se titula La pistola más cara del mundo y gira alrededor de los prototipos de la Parabellum Pistole diseñada por Luger que fabricó la DWM en calibre 45 (11,25 mm) para el ejército de los EE.UU. 

Aquél fue un concurso que se ha convertido en una leyenda. El ejército de los EE.UU. quería una pistola automática fiable y segura que disparase los cartuchos del 45 ACP (45 corto) diseñados por Browning y perfeccionados por Thompson y LaGarde para el ejército. Las pistolas automáticas no eran entonces tan fiables como los revólveres y no disparaban una munición tan potente. Fue todo un reto meterse en este berenjenal.

Las pruebas fueron durísimas y muy pocos armeros pudieron superarlas. Tan pronto como 1900, el ejército de los EE.UU. ya hizo pruebas con pistolas automáticas y a mediados de 1906, las pruebas habían conseguido diseñar un cartucho especial (el 45 ACP de Browning) y mejoras considerables en varios prototipos de Colt. El 27 de diciembre de 1906, varios oficiales armeros del ejército de los EE.UU. recibieron un telegrama que los citaba en el arsenal de Springfield para seleccionar una pistola automática para armar a la caballería. Así se inició, oficialmente, el concurso.

La pistola Colt M1907 diseñada por Browning.
Evolucionaría hasta la M1911 que ganaría el concurso.

El comité de evaluación se reunió por primera vez el 19 de marzo de 1907. Cuatro años más tarde, el 29 de marzo de 1911, el Secretario de Guerra de los EE.UU. aprobó la recomendación del comité para adoptar como pistola reglamentaria del ejército la Pistola Automática Colt modelo 1911, que se mantuvo como tal pistola reglamentaria ni más ni menos que 75 años. El diseño de Browning para Colt, la M1911, ha sido y sigue siendo, sin duda, una de las mejores armas automáticas de la historia y toda una leyenda. 

Una rareza, el revólver automático Webley-Fosbery.
El retroceso del arma hace girar el tambor.
Es una idea original que no ha tenido mucho éxito.

El concurso comenzó con veinte fabricantes de armas de fuego. Tan pronto como en enero de 1907, el comité de evaluación ya tenía sobre la mesa siete pistolas automáticas, dos revólveres, un revólver automático (el Webley-Fosbery) y no tardó en poner manos a la obra.

Una pistola Bergman-Bayard mod. 1910 para el ejército danés.
Una pistola casi idéntica se presentó al concurso, en calibre 45 ACP.
Fue adoptada por el ejército español.

Hay que decir que tanto los militares como los armeros estrenaban munición. El cartucho de 45 ACP era nuevo y las pruebas se retrasaron porque todavía no había cartuchos suficientes (sic). Pocos resistieron las primeras pruebas y cayeron una tras otra pistolas de toda clase y condición. Una de ellas, por cierto, fue luego adoptada por el ejército español, la Bergman-Bayard, que se fabricó en España con licencia. 

Las finalistas fueron tres: Colt, Savage y Luger. Pidieron a cada una de ellas que fabricara 200 pistolas para intensificar las pruebas de tiro y resistencia. Justo entonces, Luger recibió el encargo del ejército alemán para dotarlo de pistolas automáticas. Fue tan grande el pedido que Luger no pudo desviar recursos para la producción de 200 pistolas a medida para los americanos y contrato por contrato, se quedó con el del ejército alemán, que era seguro y además, mucho más sustancioso.

Colt llevaba trabajando para el ejército y con los cartuchos del 45 ACP desde 1904, modificando constantemente la pistola en colaboración con los oficiales armeros del ejército. Browning, uno de los mejores diseñadores de armas de fuego de la historia, trabajó en esa pistola desde el primer día y los prototipos de Colt presentados al concurso llevaban a sus espaldas tres años de pruebas intensivas, que nadie más llevaba. Jugaba con ventaja.

Pam, pam, pam...
Probando la Colt M1911.

En las primeras pruebas de tiro, el Colt se encasquilló 30 veces en 900 disparos seguidos. La Savage, 42 veces. La Savage era algo más pesada que la Colt, pero tenía un cargador de diez cartuchos, contra los siete del cargador de la Colt.

Savage tuvo problemas financieros para poder pagar las patentes de su pistola (toda ella innovadora, de arriba abajo) y presentó sus 200 pistolas de prueba con dos semanas de retraso. Entre otras cosas, porque perdió (es un decir) 72 pistolas antes de llegar a la armería de Springfield. Luego, otras más. Alguien se puso las botas pispando pistolas y entre una cosa y la otra, Savage tuvo que fabricar 288 prototipos. De poco que no queda fuera del concurso por una cosa y la otra.

Esas pistolas de prueba se repartieron entre la tropa y fueron probadas en las Filipinas. Los ingenieros de Colt y de Savage introdujeron cambios y más cambios para mejorarlas y los modelos evolucionaron. 

La Savage M1907 en calibre 45 ACP y su cargador.
La finalista del concurso.

La Colt M1911, la pistola ganadora y una leyenda de las armas de fuego.

El 15 de marzo de 1911 se enfrentaron la Colt y la Savage. Cada pistola disparó 6.000 veces seguidas. La Savage se encasquilló en 36 ocasiones. La Colt no se encasquilló nunca. La Colt parecía más precisa, era más fácil de montar y desmontar y quizá fuera más equilibrada. Costaba 25 dólares la pieza. La Savage era un tanto más pesada, cargaba más munición, tiraba más rápido y no tenía un solo tornillo (sic) en su diseño, ni uno. Cada pistola Savage costaba 65 dólares de entonces.

Soldados de caballería de los EE.UU. con la M1911 al cinto.
La expedición de castigo contra Pancho Villa en 1916 fue la primera acción bélica en la que participó oficialmente la Colt M1911.

Colt ganó un contrato para fabricar 30.000 pistolas para el ejército. 75 años, dos guerras mundiales, Panamá, Corea, Vietnam, etcétera, después, había fabricado para el ejército más de seis millones de la M1911.

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