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Caravage à Rome - Amis et Ennemis (VI)



Caravaggio y Baglione.
El biógrafo del primero fue el segundo.
También fue, sin duda, su enemigo.

Era inevitable que tanto la nueva y revolucionaria concepción de la pintura de Caravaggio como su carácter problemático (vamos a llamarlo así) le ocasionaran problemas con sus compañeros de oficio. Todos sus biógrafos coinciden en señalar que él se sabía superior a muchos de ellos, que despreciaba un manierismo que hacía tiempo que ya había perdido el norte y que no soportaba que intentaran imitarlo. Esto último provocó algunas peleas con Orazio Gentilleschi, con quien estuvo una buena temporada sin tratarse.

Hay un cuadro que resume gran parte de estas trifulcas. Es un Amor vencedor que pintó Baglione, que fuera a la vez adversario y posterior biógrafo de Caravaggio. Hablo extensamente del asunto aquí:


Lamento que la fotografía me haya salido tan mal. Porque este cuadro que tanto interés me había despertado estaba en la exposición, y me alegró mucho poderlo examinar en persona.


También estaba un primer boceto de una Resurrección que, en versión original, tenía ocho metros de alto. Era un proyecto para la iglesia de los jesuitas en Roma y Baglione se lanzó a ello con toda la ilusión del mundo, porque iba a ser, sin duda, su proyecto estrella. Caravaggio contempló con envidia la elección del mediocre Baglione para el encargo, pero no pudo más que mofarse del resultado final. No se conserva el gran lienzo que pintó Baglione, pero sí los versos que Caravaggio y sus amigos (Gentilleschi entre ellos) compusieron para burlarse de él. Gian Coglione, lo llamaron, algo así como Juan Cojones. 


Carracci, colorista, manierista, idealista...
Arriba, un detalle.

Gracias a que el asunto acabó en un juicio, conocemos la opinión de Caravaggio sobre otros pintores contemporáneos. Destaca que respetara a Carracci y lo considerara un gentil'uomo. Porque la filosofía pictórica de Carracci es completamente opuesta a la de Caravaggio en todo: en la elección de los colores, en el estilo, en el discurso, en la composición... También corría un ejemplo de Carracci en la exposición. Reconozcamos que Carracci era mucho mejor que Baglione, y eso se comprueba aquí o en el Louvre, por ejemplo.

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