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Don Baudilio amenaza a los enfermos

Ya sabemos cómo va todo. Le duele a usted aquí o allá y va al médico. Pasa unos meses yendo de un especialista a otro y le plantean una operación quirúrgica para ponerle remedio. Le dicen que no hay otro remedio, que no es especialmente grave. Usted acepta porque ya no puede con su alma. Se trata de una rodilla que le atormenta, quizá sea la cadera, que se le ha roto y no le permite caminar, o unas cataratas que le comen la vista, una próstata que le tortura, un colon que le ha convertido en una persona incontinente, una hernia... Ya lleva meses a vueltas con el diagnóstico, y justo cuando le dicen que ya puede operarse, no antes, entra a formar parte de la famosa lista de espera.

Le dicen que no es urgente. ¡Urgente...! Es posible que no vaya a morirse de ésta, pero ¡caramba! Eso duele y usted sufre. La espera es una angustia constante, porque uno no ve el fin a tanto padecer. Casi no encuentra consuelo en los analgésicos o los calmantes. Quizá no pueda trabajar, ni verse con los amigos. No será grave, pero es importante y el daño se eterniza. Puede esperar meses sin que nadie le ponga remedio. ¡Y parece que a nadie le importe!

De hecho, la situación llegó a ser tan crítica que en 2007 el Gobierno de la Generalidad de Cataluña puso un plazo máximo a la lista de espera de catorce operaciones y lo dejó en 180 días. ¡Seis meses! Si en seis meses todavía no habían podido operarle en un hospital público, podía ir usted a un otro hospital (concertado). Este hospital estaba obligado a operarle y la Seguridad Social cubría los gastos de la intervención a un precio estipulado. Además, en algunos hospitales públicos se habilitaron nuevos turnos de cirugía por la tarde para atender listas de espera que habían llegado a superar los ¡dos años! ¡Dos años...!

El que llaman honorable señor don Baudilio Ruiz García, que se hace llamar Boi Ruiz por vergüenza del nombre que le pusieron sus padres o por parecer más de aquí a los de su cuerda, no sé, quién sabe, ha anunciado hoy que piensa suprimir este sistema.

Nada de plazo máximo. Nada de derivarle a otro hospital si lleva esperando seis meses a que le curen. Aquí se calla uno y espera lo que haga falta: seis meses, un año, dos, los que sean, sin chistar. Si se muere usted antes, mejor, que nos ahorramos unos dineritos. Si paga la operación de su bolsillo, porque tiene posibles y puede permitírselo, los antiguos amiguitos de don Baudilio, los de la Unión Catalana de Hospitales, aplaudirán encantados, porque ya han visto que un mala sanidad pública es un negocio para la sanidad privada. Ahora bien, no se le ocurra a usted ser un jubilado, un parado o un mileurista sin ahorros y requerir una operación de hernia artroscópica, porque va usted para cojo crónico toda su vida.

Se suman otras medidas al asunto: se evitará en lo posible la consulta con los especialistas, se prohibirá contratar a personal eventual para las urgencias hospitalarias y no se cubrirán las bajas, se cerrarán los quirófanos que operaban por la tarde, se restringirá la compra de material sanitario (vendas, apósitos, desinfectantes...) y se solicitará que den el alta a más enfermos que hasta ahora, para evitar la saturación del sistema sanitario. Lo cuento como lo cuentan, porque tal es el plan de austeridad. Sólo le falta a don Baudilio prohibir a la población que se ponga enferma, pero todo se andará.

¿Qué dice la prensa sobre este asunto? Que es una vergüenza que TV3 no pueda verse en Alicante, que no hay derecho, etcétera. Pues ¿saben qué les digo? Mejor no lo dejo por escrito, que es muy feo indicar por dónde y cómo pueden meterse todos las antenas de televisión, comenzando por don Baudilio y acabando en las redacciones de los periódicos. Hay cosas mucho más importantes en juego.

4 comentarios:

  1. Tienes toda la razón en este texto....siempre el perjudicado es el mismo...suscribo lo que dices pues es la pura realidad de lo que se avecina en la Sanidad Publica...
    Severos recortes no solo en Sanidad sino en cultura, en enseñanza...
    Recibe un saludo.

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  2. Toda la razón del mundo. Te lo dice uno de esos facultativos que según el conseller sólo está preocupado por el sueldo y no por los pacientes y por eso lleva años trabajando más horas de las que le pagan (incluidos fines de semana si lo consideraba necesario) por voluntad propia sin pedir nunca un euro a cambio. Ahora sólo espero que todos los que se manifestaron en julio por el derecho a decidir se echen a la calle y reclamen su derecho a decidir si quieren que con sus impuestos se financien la Sanidad y la Educación pública o TV3 y las selecciones catalanas.

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  3. Baudilio se llamó, y le llaman los allegados, toda la vida. Patron de las entidades de salud privadas, firmante de los convenios colectivos del sector (siempre mal negociado por los trabajadores- es la privada (a la calle si no)- y que ahora quiere traspasar la sanidad pública a la privada de la misma manera que se ha traspasado el nombre de pila. En Sant Boi de Llobregat hay un centro de salud mental muy conocido. En el gobierno catalán hay un tarado mental que también será muy conocido.

    Que Dios nos ampare.

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