Como suele ser costumbre, las mejores historias se descubren casualmente y para afirmarme en esta hipótesis supe de esta historia de casualidad, sin querer. Me interesé, investigué y conocí los detalles de la aventura. Finalmente, ha caído en mis manos, gracias a Ediciones Salamina, el libro escrito por Adam Makos y Larry Alexander, Más allá del deber (A Higher Call), resultado de la investigación y los artículos publicados por Adam Makos a partir de la historia que le contó un piloto de bombardero, Charlie Brown. Hoy se conoce como el incidente Charlie Brown y Franz Stigler.
Un B-17 del 379.º Grupo de Bombarderos de regreso en la base.
Poca gente sabe que el porcentaje de bajas de las tripulaciones de bombarderos superó (a veces, ampliamente) al porcentaje de bajas de las divisiones de infantería. Cuando caía derribado un bombardero, se llevaba consigo diez tripulantes, y rara era la vez que podían saltar (casi) todos ellos en paracaídas. Algo parecido cabría decir de los cazas alemanes; no llegó a sobrevivir ni el diez por ciento de los pilotos que comenzaron la guerra y las bajas en el cielo de Alemania al final de la guerra fueron espantosas. Los EE.UU. perdieron casi 10.000 bombarderos en esta campaña y más de 79.000 hombres. Se dice pronto.
En 1943, la 8.ª Fuerza Aérea, con base en Inglaterra, comenzó la llamada operación Pointblank, que pretendía tanto el dominio del espacio aéreo ocupado por los alemanes como el bombardeo estratégico del enemigo. Mientras los británicos y sus aliados atacaban de noche, los norteamericanos optaron por atacar de día. Se iniciaron estos bombardeos en marzo de 1943 y durante algunos meses el dominio del aire fue muy discutido; es decir, que los aviones americanos caían como moscas. Poco a poco se incorporaron cazas de largo radio de acción (P-38, P-47 y P-51) y en 1944 el dominio del cielo sobre Alemania pasó a manos aliadas, aunque siguió muy discutido.
El 20 de diciembre de 1943, en medio de estas terribles batallas a cara de perro, donde los pilotos de caza alemanes luchaban para impedir que sus ciudades fueran arrasadas y los aliados intentaban doblegar la capacidad industrial y la moral de los nazis, un bombardero del 379.º Grupo de Bombarderos (bautizado Ye Olde Pub) quedó rezagado por culpa del impacto de la artillería antiaérea. Luego se enfrentó a unos cazas alemanes (FW 190) y sobrevivió de puro milagro, seriamente averiado. Y entonces, con la mitad de la tripulación fuera de combate, el avión agujereado y destrozado todo él, su comandante, Charlie Brown, tropezó con un solitario caza alemán, el Me Bf 109 de Franz Stigler.
A la izquierda, Franz Stigler.
A la derecha, Charlie Brown.
De lo que sucedió en ese encuentro, y lo que sucedió antes y después, habla este libro. Podemos criticar algún detalle de la traducción o la edición, incluso algún maniqueísmo de los autores, pero no podemos negar que la historia es muy interesante. Si usted es aficionado a estas cosas, es un libro muy recomendable, y está lleno de detalles que le sorprenderán.
Si quieren ver a los protagonistas de este incidente y lo que ocurrió, pueden ver estos vídeos en YouTube.