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El casco de Pericles


Se han dicho muchas cosas del gran Pericles, el líder ateniense. Que engrandeció y embelleció Atenas, que bajo su batuta Atenas llegó al cénit de su poder, que protegió a Fidias, el escultor y arquitecto, y que Fidias, a cambio, le procuraba mujeres. También se le acusa de haber metido a Atenas en la Guerra del Peloponeso, mal asunto.

No nos meteremos en política, sino en una cuestión artística. ¿Por qué Pericles se representa siempre con un casco corintiio en la cocorota? Suele ser una copia del busto original de Kresiles, pero es cierto, siempre va con el casco puesto.

Plutarco nos dice que Pericles era cabezón y que los atenienses le llamaban Pericles Esquinocéfalo. ¡Qué mala leche!

Esquinocéfalo viene de schinon, el nombre que le daban a la cebolla marina, a la que no tengo el gusto de conocer personalmente. Pericles, Cabeza de Cebolla... Plutarco afirma que los escultores representaron siempre a Pericles con casco para que su cabeza esquinocéfala no fuera objeto de mofa o escarnio.

Lamentablemente, los historiadores del arte siempre están ahí para chafarnos la guitarra y quitarnos de encima el gusto por la anécdota. Dicen que el alargamiento de la cabeza en las esculturas del siglo V aC es normal, más que nada para poder esculpir el casco, pero yo, qué quieren que les diga, prefiero la versión de Plutarco.

Il barone rampante


Il barone rampante (El barón rampante), de Italo Calvino, es una fábula maravillosa, un libro magnífico. Lo recomiendo con los ojos cerrados. Lo he leído en versión original, pero existen ediciones en español. ¡No se la pierdan!

Cuentan que Calvino, que había sido comunista, escribió Il barone rampante en 1957, después de la invasión de Hungría, desilusionado y triste. Algo de eso hay en el mensaje de la novela, o más bien, perdón, en su conclusión, aunque la historia tiene un fondo de poesía y belleza que resulta en sí mismo alegre. Es una lectura divertidísima.

Un buen día, Cosimo Piovasco di Rondò, de familia noble, por razones que no vienen al caso, decide subirse a un árbol y no volver a pisar el suelo lo que le reste de vida. Y así será, pues transcurre toda ella en las copas de los árboles, nogales, chopos, pinos, robles, encinas, olivares... Y en ese deambular arbóreo, Cosimo vivirá aventuras sin par. Conocerá a la banda de los ladrones de frutas, al bandolero bibliófilo, a la colonia de españoles exiliados en el bosque, vivirá un gran amor, defenderá la Revolución Francesa y se entrevistará con el emperador Napoleón Bonaparte. Y mucho más.

Calvino, como pocos, recupera el mito, la utopía, del buen salvaje y evoca la maravilla de la Ilustración, pero también las oportunidades perdidas, quizá añorando las utopías de la juventud que se desvanecen en la madurez.

Con la apariencia de fábula, un gran libro.

La historia de la acupuntura


Suele decirse que la acupuntura es una ciencia milenaria de origen chino, que suma más de 3.000 años a sus espaldas. Ese mérito es en realidad un demérito. Fíjense en la mejora de la eficacia y la eficiencia de la ciencia médica en el último siglo, y luego comparen con la mejora de la eficacia y la eficiencia de la acupuntura. No hay color.

Pero ¿y si no fuera una ciencia milenaria? En general, la mayor parte de lo que se dice sobre la acupuntura es un mito, no es cierto. Especialmente, en cuanto a su origen.

Según algunos sinólogos (no todos, es cierto), el origen de la acupuntura no es chino, sino griego. Se cree que nació con Hipócrates de Cos (el del juramento hipocrático) y llegó a China a través de las caravanas y rutas comerciales. Los primeros textos chinos que mencionan la acupuntura (mejor dicho, algo parecido) son del siglo III aC. La primera referencia a una aguja en un texto chino es del 90 aC, pero se refiere a una sangría de unos abscesos con lancetas en forma de aguja. La arqueología ha recuperado parte de ese instrumental, y es aparatoso. Fíjense en un detalle: la tecnología que permite fabricar finas agujas de hierro o acero no tiene más de cuatrocientos años. Nada de agujitas, pues, en el saber milenario.

Marco Polo y otros viajeros describieron la medicina china en Europa en el siglo XIII, y ninguno de ellos menciona la acupuntura como práctica médica. El primer europeo que menciona la acupuntura es un neerlandés, Wilhelm ten Rhijn, en 1680, y describe algo que no tiene nada que ver con lo que nosotros entendemos por acupuntura. No menciona puntos de energía ni nada parecido. Describe largas agujas de oro que pinchaban a veces hasta el hueso allá donde dolía y se dejaban ahí durante treinta respiraciones del pobre paciente. Un horror, vamos, que suponemos ineficaz y doloroso.

A partir de entonces, eso de pinchar con agujas (pinchar de verdad, con señoras agujas como de hacer calceta) se utilizaba de vez en cuando en Occidente. Se registra en 1826 el primer uso de la acupuntura en los EE.UU., donde se probó para resucitar (sic) aquellas personas que habían muerto ahogadas. Se les pinchaba con largas agujas en los pulmones... y nada. Se abandonó el tratamiento porque provocaba desazón entre los parientes del finado (sic).

A principios del siglo XX ya existían agujas más sutiles, pero todavía no se pinchaban los puntos energéticos, sino que se clavaban donde dolía, y punto. Tal hacían los chinos. Georges Soulie de Morant (1878-1955, el señor de la fotografía), que no era médico, sino diplomático y sinólogo aficionado, escribió el primer tratado sobre acupuntura en Occidente, en 1939. Fue él quien mencionó por primera vez la energía y los centros de energía (dónde pinchar), que llamó Qi, una palabra que en chino significa el vapor que desprende la comida recién cocinada. También habló de los meridianos de energía que comunican estos puntos. Utilizó una palabra china que significa canal o navío, según el contexto. Otro francés se inventó la acupuntura auricular (pinchando en la oreja) en 1957. ¡Saber milenario chino...!

De hecho, comienza a tenerse noticia de la acupuntura moderna en China (la de las agujitas) a través de los bandos de sucesivos gobiernos chinos. Éstos persiguieron y prohibieron la acupuntura entre 1822 y la Segunda Guerra Mundial, justo cuando comenzó a practicarse más o menos como ahora se conoce. Los argumentos de los sucesivos gobiernos chinos eran racionales: la acupuntura no era un remedio eficaz y los acupuntores no podían curar enfermedades. Pero se convirtió en una práctica popular (en una superstición muy enraizada), como en España fueron los curanderos ambulantes o en las Antillas el vudú.

Fue la Revolución Cultural china la que finalmente resucitó la acupuntura dándole rango de medicina oficial, en los años sesenta, pues era la medicina del pueblo y se consideraba que la ciencia (occidental) era burguesa y anticomunista. Fueron años de purgas y horrores, donde se perseguía a todo aquél que había ido a la universidad o llevara gafas para leer (sic). Fue el gobierno de Mao el primero que definió oficialmente la acupuntura como medicina tradicional china. Además, el socialismo maoísta no tenía recursos para un sistema sanitario universal, y utilizó la medicina tradicional china (que no era medicina propiamente dicha en la mayor parte de los casos) para suplir sus deficiencias sanitarias (y, de paso, matar a unos cuantos millones de chinos por falta de tratamientos adecuados).

Hoy, China es una gran potencia científica y los médicos chinos no consideran la acupuntura como un remedio eficaz, ni de lejos, y lo han manifestado muchas veces. Pero en algunos casos, dadas las creencias de la población china, combinan los tratamientos convencionales con sesiones de acupuntura porque reconocen que así el paciente acepta mejor el tratamiento convencional (que es el que cura). Eso sí, advierten que el 12% de las sesiones de acupuntura tienen efectos secundarios adversos (heridas, pinzamientos nerviosos, alergias, infecciones, etc.).

Defecto de forma (y de fondo)

Los socios del Orfeó Català sorprendieron a la junta que preside la señora doña Mariona Carulla negándose a aprobar los presupuestos de 2011. Dicen que la reunión fue tensa y que la junta tuvo que tragar lo suyo, porque algunos socios cantaron las cuarenta (alguno preguntó por Agrolimen). La discusión de los presupuestos se ha aplazado sine die. Ya se verá más adelante.

Se han tumbado los presupuestos por defecto de forma. Los estatutos de esta institución dicen que los socios tienen treinta días para revisar los presupuestos antes de darles el visto bueno. El señor Millet se pasó los estatutos por el forro y ya ven en qué acabó todo. La cuestión es que la junta de la señora Carulla ha comenzado con buen pie, pues en vez de enviar los presupuestos con treinta días de antelación a sus señores socios, los envió la semana anterior. Y los socios le han dicho que va lista, si pretende que todo continúe como antes. Una socia le dijo lo siguiente: Si empezamos de esta manera, aprobando algo sin cumplir con la norma que nostros mismos hemos aprobado, empezamos con mal pie.

Pero, damas y caballeros, recuerden que la actual presidenta fue la segunda del señor Millet los últimos once años y que está implicada en un caso de evasión de impuestos (fíjense que la semana que viene se presentará ante el juez como imputada). Eso de la transparencia, las formas y el respeto por el socio de a pie es algo que no se aprende de un día para el otro. ¡Paciencia!

Una censura polémica


¿Saben quién es Homer Simpson? Un personaje de dibujos animados, que creo Matt Groening. Es un tipo cualquiera: glotón, gordo, vago, tontorrón, egoísta... Trabaja en una central nuclear, en una población llamada Springfield. Groening, que es un activista antinuclear, aprovecha los capítulos donde aparece la central nuclear para pitorrearse de la seguridad de estas instalaciones. Los peces que nadan alrededor de la central son mutantes, el material radioactivo se pierde aquí y allá... En fin, un desastre.

Estos días, en Fukushima, el tercer terremoto más fuerte de la historia, seguido de un maremoto con olas de diez metros, ha destruido parte de seis reactores nucleares de diseño anticuado. En algunos se ha controlado la situación en un momento, pero en un par de ellos se han producido fugas y roturas serias. En Europa resuena el nombre de Chernóbil y cunde el pánico. En Bélgica (¡en Bélgica!) se agotaron las pastillas de yodo en un par de días, porque la población tenía miedo de quedar contaminada. Etcétera. Aunque el suceso de Fukushima es grave, muy grave, está muy lejos del grado de peligrosidad de Chernóbil.

La cuestión de la que quería hablar es la siguiente: En algunos canales de televisión de Alemania, Austria y Suiza se han censurado (retirado es la palabra empleada) algunos capítulos en los que aparecía la central nuclear de Springfield. ORF (Austria) ha censurado ocho episodios; Pro7 (Alemania) y SF (Suiza) retirarán todos los episodios que hagan referencia a desastres nucleares.

¿Es una cuestión electoral (Alemania)? ¿Es pánico nuclear? ¿Es una muestra de respeto al pueblo japonés? ¿Es hipocresía, un quedar bien? ¿Es correcto censurar estos capítulos? Quizá se piense que el público no sabe discernir las andanzas del señor Simpson de la realidad, quién sabe.

El caso es que The Simpsons se estrenó en 1897, un año después de Chernóbil, y Matt Groening no quería sino denunciar los peligros de la energía nuclear. Ahora no le dejan.

¿Quién robó la carretera?

No hablo del asunto de GISA y del mangoneo de algunos empresarios de Gerona, que es más propia de una historia de mafiosos que de un país civilizado. Hablo del robo, literal, de una carretera.

La prensa y la televisión se lo han pasado en grande con el asunto del robo de esa carretera. Sí, sí, he dicho bien, antes y ahora, el robo de una carretera. De cincuenta metros de carretera, para ser exactos.

La misma cara que han puesto ustedes la pusieron en el cuartelillo de la Guardia Civil en Polanco, Santander, el pasado 21 de marzo, cuando los representantes del Ayuntamiento de Miengo denunciaron el robo (sic) de cincuenta metros de asfalto de una carretera municipal que va del núcleo del pueblo a la playuca de Mogro, un lugar recién acondicionado para uso y disfrute de los paisanos, que costó sus buenos 15.000 euros. Pero, a ver, ¿para qué quiere nadie cincuenta metros de asfalto?

La Benemérita inició las investigaciones y dio con el responsable en un pispás. El personaje aseguró que esos cincuenta metros de carretera municipal pasaban por su terreno y que no le daba la real gana de que pasaran por ahí. Por lo tanto, se llevó la carretera y ahí te quedas.

En vista del pleito entre el particular y el ayuntamiento, la Guardia Civil ha puesto el caso en manos de los Juzgados de Torrelavega, considerando que se trata de un asunto civil, no criminal, y allá se apañen ellos.

Iniciativa popular

Sería bueno que cualquier cargo público electo, los directivos de empresas públicas y los funcionarios de alto nivel no pudieran llevar a sus hijos a escuelas privadas o concertadas, sino a escuelas públicas, y que tampoco pudieran acudir a la sanidad privada, ni ellos ni su familia. Pillados en falta, serían inmediatamente expulsados del cargo, fuera cual fuera éste. Otro gallo nos cantaría.

Haga el favor de no enfermar en verano

El asunto de la sanidad pública catalana pinta bastos. Don Baudilio dice que aquí nadie va a notar nada, que ya verán ustedes qué bien. Pero don Josep Abelló, que es presidente de una patronal de centros concertados, le dijo a don Baudilio, a. Boi Ruiz, lo siguiente, y cito: Conseller, necesitamos que el discurso del Govern asuma abiertamente que las medidas de ahorro sanitario afectarán a los ciudadanos, a los trabajadores y a las empresas del sector.

Los planes de recorte en los hospitales públicos ruegan a los señores ciudadanos que no enfermen en verano, porque será entonces, entre julio y septiembre, cuando se reducirán a la mitad las operaciones quirúrgicas no urgentes (las que tienen lista de espera) y se cerrarán (sic) doce plantas de hospitalización en cada hospital público, además de prescindir de la contratación de 1.300 enfermeras suplentes, por eso de las vacaciones.

Los recortes van más allá. Don Baudilio quiere que todos los hospitales presenten una lista de servicios, operaciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas que puedan ser suprimidas (sic). También quiere reciclar pañales y orinales, y utilizar instrumentos quirúrgicos y material sanitario reutilizable. A decir de médicos y enfermeras, algunas de las medidas de ahorro propuestas son una barbaridad, merman la calidad de la atención debida a los pacientes y aumentan el riesgo sanitario de un tratamiento. Lo que hay que recortar es la burocracia, insisten. El problema está arriba, donde siempre ha estado y sigue estando, no abajo.

La Asociación Defensor del Paciente se ha mostrado más radical. Ha escrito una carta a don Baudilio que las deja ir a gusto, pero maldito el caso que nos van a hacer a todos.

Gran Premio de Australia 2011


¡En marcha! Ya se acabaron los tiempos de las especulaciones. El campeonato ha comenzado en Australia, porque allá por el desierto andan en revueltas, solicitando democracia, y nos hemos quedado sin Bahréin. ¿Y qué pasó en Australia? Que los Red Bull no corrían, volaban, y ganó Vettel. McLaren y Lotus-Renault también corrieron lo suyo, y Ferrari, detrás. Total, que quedamos cuarto y séptimo, y somos la tercera escudería con 18 puntitos. Ay, cuánto nos va a costar este año... Por lo demás, muchos cambios... de neumáticos. Un follón que traerá de cabeza a más de uno.

¡Todo a punto!


Sí, damas y caballeros, está todo a punto para que comience el Campeonato de Fórmula 1 de 2011, ya mismo mismamente, que dijo el gran filósofo. Promete ser emocionante, o desconcertante, por la cantidad de cambios en los automóviles. Vuelven los motores eléctricos para los acelerones, los alerones traseros abatibles, cambian la marca de neumáticos... En fin, a ver qué pasa. Como es la costumbre, Ferrari presenta el coche más bonito de todos. Sólo nos queda esperar que también sea la campeona. Por lo tanto, si me permiten un poco de pasión desenfrenada, desaforada y desordenada, venga el grito que saluda el campeonato: Forza Ferrari! Manque pierda, que dicen al sur, porque me puede la sangre, que la tengo roja.

Recorte primaveral

Ya está aquí, ya llegó, la primavera. Lo notifico con retraso, lo sé, lo sé, mea culpa... Ahora bien, no todo van a ser alegrías, por culpa de la crisis. Por eso, en la línea de los planes de austeridad marcados por los líderes patrios, el próximo domingo será un 4% más breve, y esa hora de menos la quitaremos de la noche, porque con la que está cayendo y todos en la cama, disminuyendo las cifras de productividad... ¡No aprenderemos nunca! Así ¿quién saldrá de la crisis?

El niño 44


Andrei Chikatilo (1936-1994), el carnicero de Rostov, asesinó al menos a 53 personas entre 1978 y 1990, en su mayoría niñas o adolescentes, dándose, en la mayoría de los casos, destripamientos, mutilaciones, actos de sadismo brutales e incluso episodios de canibalismo. Chikatilo vivió y asesinó en la antigua Unión Soviética, en la región de Rostov, a 800 km de Moscú. Una película para televisión, Ciudadano X (Citizen X, 1995), relata el caso y describe con minuciosidad los esfuerzos de la milicia (la policía soviética) para dar con él.

Tom Rob Smith escribió El niño 44 en 2008, y Espasa la publicó ese mismo año en España, traducida por Mónica Rubio. El autor se ha inspirado en el personaje de Chikatilo, pero la acción se inicia poco antes de la muerte de Stalin, en lo más álgido del terror soviético. La novela se lee bien, entretiene y mantiene en vilo hasta el final. Quizá el final sea lo más flojo, pero hay escenas muy interesantes por el camino. No esperen alta literatura, aunque es un best-seller que cumple su cometido con nota: entretener.

Dicen que Ridley Scott, el director de cine, ha comprado los derechos del libro para hacer una película, pero no sé yo si superará a Ciudadano X. El señor Scott ya no es el que era.

Pelillos a la mar, que la culpa fue del becario

¿Recuerdan el rifirrafe entre el señor Duran y el señor López Tena por culpa de la licenciada Ortega? López Tena dice en voz alta que la señora Ortega ha mentido en su currículum y no es licenciada. Duran recuerda que ése que una vez su propio partido nombró vocal del Consejo General del Poder Judicial es en verdad un notario expedientado y tramposo. López Tena no se muerde la lengua y acusa a Duran de cobrar comisiones ilícitas, de vender su voto a grupos de interés, de colocar a dedo en cargos públicos a sus conquistas amorosas y de pagar sus caprichos sexuales con dinero público.

Véanlo aquí.

A mí, la verdad, que el señor Duran vaya de putas (perdón) no me importa lo más mínimo, aunque por ello lo considere sucio, por decir algo suave. A mí lo que me preocupa es que un diputado acusa a otro de lo peor que puede acusar a un diputado, de vender su voto a cambio de dinero, de traicionar el espíritu de la democracia y la soberanía popular. Dichas estas cosas, uno, otro o los dos no pueden seguir siendo diputados. En cualquier país civilizado se les llama a los dos para que se expliquen con luz y taquígrafos y el asunto acaba con dimisiones y vergüenzas.

Pero ¿quién ha dicho que sea éste un país civilizado?

López Tena ha insistido varias veces en que no se refería al señor Duran. No, por favor. ¿Quién les metió esa idea en la cabeza? Eso, nunca. Lo que pasa es que no sabemos leer y nos chupamos el dedo.

El señor Duran, por su parte, ha dicho que lo que dijo había sido una reflexión genérica (sic), que no tenía nada que ver con el señor López Tena. Ha añadido, con mucho morro, que las palabras del señor López Tena en su blog han sido malinterpretadas y que algunos que le tenían ganas creían que se referían a él. No es el caso, es evidente que no, y pensamos que será eso, que nos habremos confundido. A quién se le ocurre... Personalmente, tengo plena tranquilidad de conciencia y nunca me he sentido identificado con las alusiones de López Tena, ha dicho, más exactamente el señor Duran. Por si fuera poco, ha amenazado veladamente a los que quieran insistir en sus aficiones sexuales, pues recuerda un caso que acabó en el Tribunal Supremo...

¿Quién tiene la culpa? López Tena ha acusado al administrador de su blog de poner una fotografía del señor Duran al lado de su texto y generar confusión. La culpa es siempre de otro, por supuesto, del mandao.

De todo esto sacamos varias conclusiones. Una, que el señor López Tena ni sabe cómo funciona su blog ni lo mira de vez en cuando, porque la foto del señor Duran... Dos, que donde dije digo digo Diego. Tres, que ellos dos no han roto nunca un plato; si acaso el responsable del desaguisado ha sido el becario que cobra por llevar un blog. Cuatro, que nos toman por tontos, a todos, y eso ofende.

Repugnante


Ana Rosa Quintana, Ana Copia Quintana para los amigos, por aquello de la novela que firmó ella, escribió su cuñado y éste copió de una novelista de verdad, suceso que se conserva en las hemerotecas, ha sido llamada a declarar como imputada por posible delito de coacciones. Ella y nueve periodistas más son sospechosos (es un decir) de haber presionado a Isabel García, mujer de Santiago del Valle, que asesinó y violó a una niña en 2008, para que confesase la culpabilidad de su marido.

El pasado 23 de febrero, Los periodistas de Antena 3 protagonizaron uno de esos programas que dan asco, forzando la confesión de Isabel García delante de las cámaras. Sí, mi marido la mató, dijo la mujer, histérica, que así contradijo lo dicho delante del juez. Isabel García reside en un centro de caridad y tiene una notable discapacidad psíquica. La deficiencia mental de la mujer no fue obstáculo para hacerla salir en televisión una y otra vez, en un festival de morbosidad y mal gusto que merece nuestra repulsa.

Licenciaturas, doctorados y mentiras (V)


¿Recuerdan el caso del señor Guttenberg? Un político brillantísimo, carismático, de buena familia, con un futuro magnífico por delante, que lo pillan copiando parte de su doctorado y se ve obligado a dimitir de manera irrevocable y vergonzosa.

Casi como aquí, ¿verdad?

Porque les recordaré un caso parecido, y así podrán comparar ustedes. Carme Chacón Piqueras nació en Esplugues de Llobregat, Barcelona, en 1971. Se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona. Hasta 2008 constaba en su currículum que se había doctorado con Matrícula de Honor Cum Laude con la tesis El Federalismo a través de la Carta canadiense de Derechos y Libertades de 1982. Eso después de haber hecho cursos de doctorado en Inglaterra, Suiza y Canadá. Tal consta en su currículum de 2004, y posteriores.

Su carrera política ha sido fulminante y brillante. En 1999, concejal de Ayuntamiento de Esplugues de Llobregat; En 2000, secretaria de Educación, Universidad, Cultura e Investigación de la Comisión Ejecutiva del PSOE; en 2004, vicepresidenta primera de la Mesa del Congreso de los Diputados; en 2007, ministra de Vivienda. Tal fue la carrera de la doctora Chacón.

En 2008 se descubrió que de doctora, nada. Que no había escrito ninguna tesis, o no la había presentado. Que sí, que tenía cursos de doctorado aquí o allá, pero doctora, lo que se dice doctora, no lo ha sido nunca. Nunca. Mintió.

En Alemania, tiene que dimitir un ministro de Defensa por copiar algunas partes de su tesis. En España, si mientes sobre tu doctorado, te nombramos ministra de Defensa.

Como dijo aquél, manda güevos y así nos va.

Licenciaturas, doctorados y mentiras (IV)


El caso de la licenciatura de la señora Ortega ha acabado en agua de borrajas, en nada. Uno se pregunta por qué no le pasa nada a un cargo público que miente de manera tan descarada y reiterada.

La explicación quizá la encontremos en los bancos de la oposición, pues en todas partes cuecen habas. Vayamos al caso de doña Carme Figueras, que ha tenido que cambiar su currículum estos días, porque también la han pillado in fraganti.

La señora Figueras ha sido concejal del Ayuntamiento de Molins de Rei (1983-2006), diputada por Barcelona en el Congreso (1993-1995), diputada en el Parlamento de Cataluña (1995-2010) y consejera de Bienestar y Familia en 2006. ¡Casi nada! Hoy es consejera del CAC, el Consejo del Audiovisual de Cataluña, una loable a la vez que inútil institución que paga unos sueldazos... El caso es que, hasta hace pocos días, la señora Figueras siempre se había presentado como diplomada en Ciencias Físicas por la Universidad de Barcelona (sic). Sic porque la diplomatura de Ciencias Físicas... ¡no existe!

Ahora, pillada en falta, consta en su currículum que tiene estudios en ciencias físicas equivalentes a una diplomatura, ahí queda eso. El CAC defiende a su consejera porque dice que cursó tres años de Ciencias Físicas y que eso, a todos los efectos, es como si hubiera estudiado una diplomatura. Así, con un par.

Cuatro gotas


Uno de los mayores terremotos desde que la historia es historia seguido de un maremoto arrasa una parte de Japón. La catástrofe ha desolado la costa y se ha llevado por delante a miles de personas. Seis centrales nucleares, seis, como seis toros bravos, se quedan sin los sistemas de refrigeración auxiliares y el asunto hace temer lo peor. En medio del caos y la destrucción, mientras se intenta refrigerar a la desesperada los núcleos de los reactores y las piscinas de almacenamiento de combustible, las autoridades japonesas evacúan en perfecto orden y hacia instalaciones previamente preparadas a toda la población residente en veinte kilómetros a la redonda y se crean varios perímetros de seguridad. Según todos los expertos, la Protección Civil japonesa y sus planes de evacuación, prevención y actuación fueron impecables y han salvado muchas vidas en una situación a todas luces excepcional.

En Cataluña llueve. Hay días que llueve y hay días que no llueve. Lo de cada año. Además, el clima mediterráneo trae consigo lluvias torrenciales a finales de verano y principios de otoño. Cada año. Nos lo sabemos de memoria, siempre es lo mismo. Pues el otro día llovió. Nada del otro jueves, llovió mucho, pero no tanto, lo normal para esta época del año. Se inundaron las rondas de Barcelona, se interrumpieron dos líneas de metro, muchos semáforos se fueron a tomar viento, se atascó la ciudad y un tren descarriló entre Terrassa y Manresa, y el tren que ayer descarriló en Sitges descarriló, seguramente, por los estragos que hizo la lluvia días antes, y no han habido desgracias porque algún santo ángel de la guardia hace horas extras.

Pues si así vamos con la lluvia, no quiero ni saber cómo iremos si un día, Dios no lo quiera, pasa una gorda de verdad.

Mecachis con el cronómetro y la Ley Electoral


Los periodistas y las televisiones privadas andan revueltos, y yo creo que no les falta razón. La nueva reforma de la Ley Electoral las obligará a informar sobre partidos y candidatos de manera estrictamente proporcional a su representación parlamentaria, y si organizan un debate a dos bandas, entre los candidatos principales, no se librarán de organizar otro con todos los demás candidatos. La duración de las entrevistas a los candidatos también tendrá que sujetarse al criterio de representación parlamentaria. Se quiere imponer la información enlatada por los partidos políticos (ellos mismos se filman a sí mismos y hacen llegar lo filmado a las televisiones) y se pretende, son palabras de la ley, neutralidad y proporcionalidad.

Las narices, se pretenden, y perdonen ustedes. Desde mi modesto y seguramente erróneo punto de vista, la libertad de prensa no entiende de cronómetros. Hay que distinguir muy bien, claramente, la opinión de la noticia (algo que no se hace con frecuencia, y tendría que hacerse), pero a partir de aquí, allá cada uno. Hay libertad de prensa o no la hay, he ahí la cuestión. Peor lo tienen los periodistas de las televisiones públicas, que tienen las manos atadas y un día tendrían que plantarse en serio, aunque lo tendrán difícil.

Existe otra medida cuanto menos curiosa de la reforma de esta ley. Quedarán prohibidas, durante el período electoral, las inauguraciones y las primeras piedras de tal o cual instalación. Pero (siempre hay un pero) nada ni nadie impide a un político que gobierna visitar las obras en curso o informe sobre ellas. Ahí queda eso.

Incerta glòria


Se ha dicho de Incerta glòria que es una de las mejores novelas escritas en España durante el siglo XX. Sin duda, es una de las mejores novelas contemporáneas escritas en catalán, gestada, literalmente, durante decenios. Originalmente, Joan Sales escribió Incerta glòria dividida en cuatro partes. En su última versión definitiva (la novela ha conocido al menos dos versiones que el mismo autor consideró definitivas), la novela consta de tres partes y la cuarta parte se considera (o se puede considerar) una novela independiente, con el título El vent de la nit. Las primeras tres partes transcurren entre 1937 y 1938; la cuarta parte se inicia en los años cincuenta y acaba a finales de los sesenta.

Es una novela cargada de un profundo e insistente discurso ideológico. Político, nacional, sí, pero también, especialmente, existencial (mejor dicho, existencialista), católico en esencia, que no puedo evitar comparar con Crimen y castigo, de Dostoyevski. ¡Me la recuerda tanto...! Especialmente, su cuarta parte. La culpa, el perdón, el sentido de las cosas que no tienen (en apariencia) ningún sentido... Sales no ahorra páginas de reflexión profunda sobre un mensaje que ensalzará la salvación por la fe, por la cruz, que dice él. Pero ¡no se espanten ustedes! Es una gran novela.

Tres personajes narradores, tres puntos de vista sobre los mismos hechos. El tercer narrador aparece años después en la cuarta parte, independiente. Tres hombres enamorados de una misma mujer, cada uno a su manera. La guerra en el frente, en la retaguardia, el terror anarquista, la opresión de la dictadura, los bombardeos sobre la población civil, el racionamiento, los aprovechados de los dos bandos, los verdaderos héroes, los paisajes, los ideales de la juventud y el desengaño de la madurez... Son brillantes los personajes secundarios, los escenarios, las historias que aparecen y desaparecen sobre el fondo de la narración principal... Sales muestra una capacidad y un ingenio narrativo dignos de nuestro mejor aplauso. Incerta glòria tiene momentos de verdadera poesía y otros de narrativa brillante.

La primera edición de Incerta glòria tenía 352 páginas y se publicó engañando a la censura con el nihil obstat y el imprimatur de algunos padres jesuitas conocidos del autor, que era tan católico como catalanista, y que había regresado hacía poco del exilio. Cuando Incerta glòria se publicó en Francia (en una versión ligeramente ampliada), tuvo un gran éxito. ¡Atención! La censura se echó encima de la novela. ¡Algo que tiene éxito en Francia no puede ser decente!, se argumentó. Por eso tardó la segunda edición, ampliada, y la tercera, la primera versión definitiva, y la cuarta, la definitiva de verdad. En la última versión, ya hablamos de ochocientas y pico páginas de la mejor literatura.

El éxito de Incerta glòria se debe a sus propios méritos, evidentemente, pero también al empeño de algunos personajes como Lara (el fundador de Editorial Planeta), que la mandó traducir al castellano y también la publicó en catalán, sorteando y burlando la censura de aquel entonces.

La licenciada, el notario y el putañero calvo

El caso de la licenciada trae cola, pero una cola imprevista. La señora Ortega, en efecto, ha mentido durante años por aquí y por allá sosteniendo su (falsa) condición de licenciada, pero su mentor, el señor Duran, que es el líder de Unió Democrática de Catalunya, salió a defenderla con uñas y dientes. De entrada, se metió con los periodistas de TV3 por haber dado la noticia (¿por qué no la iban a dar?) y los acusó, ahí queda eso, de ser infiltrados del Tripartito, o poco menos. ¡Hombre...!

Lo peor vino cuando acusó al señor don Alfons López Tena (Solidaritat per la Independència) de dar publicidad a este asunto, que descubrió un pequeño diario digital independiente, de ésos que no lee nadie. Picado por la acusación, Duran escribió una carta a los afiliados a su partido. Dijo (traduzco): No es lo mismo un error en un currículo que, por ejemplo, que un notario deje en blanco unas hojas de su protocolo, ya entiendes de quien estoy hablando.

¡Qué mala leche! Porque, por si no lo sabían, el señor López Tena tuvo que dejar la carrera notarial deprisa y corriendo. A finales de 1999, el Colegio de Notarios y la dirección general de Registros del Ministerio de Justicia le abrieron un expediente por falta grave. Quisieron multarle con 500.000 pesetas de entonces, pero el caballero pidió una excedencia y abandonó la carrera notarial ese mismo otoño. Abrazó la política, como vicepresidente ejecutivo de la Fundació Catalunya Oberta. A propuesta de CiU, el ya diputado señor López Tena entró a formar parte del Consejo General del Poder Judicial... y el expediente quedó sin cerrar.

El señor Duran, que ahora le acusa, entonces le apoyó en su carrera, que conste y se diga. Pero donde dije digo digo Diego. Además, la sombra del expediente es alargada y el asunto de la notaría es recurrente. El señor López Tena suele defenderse diciendo algo así como que le quieren mal y le tienen manía.

La cuestión es que el señor López Tena se cabreó como una mona y le ha respondido al señor Duran en su blog, así. ¡No tiene desperdicio!

Dice (traduzco): [...] no es igual la presunta actuación de la Sra. Ortega que el secretario general de un partido político sea un corrupto, cobre comisiones, venda enmiendas de leyes a grupos de interés, premie con cargos públicos a sus amantes y antiguas amantes y dedique los dineros publicos a financiar su vida sexual, variada y extensa, y ya entiendes de qué te estoy hablando, ¿verdad, Sr. Duran?

¡Chúpate ésa! Se decían cosas de éstas sobre las aficiones de este señor, pero en voz alta... Aunque, después de las risas, la estupefacción. Por Dios, qué nivel, qué próceres, que líderes tiene nuestra patria. Entre la licenciada, el notario y el putañero calvo... Esto acaba en Sálvame, cuanto menos. Ésta es la gente que nos manda y así nos va.

La cultura subvencionada

La Generalidad de Cataluña amenaza con recortarlo todo. Hasta la cultura subvencionada. Y los artistas subvencionados, que habían mantenido un miserable silencio cuando se anunciaban recortes en las ayudas sociales, la educación o la sanidad pública, están exaltadísimos cuando ven que serán subvencionados, pero menos, y amenazan con manifestarse y armar una de muy gorda.

Reconozco que es una manera de decir las cosas maniquea y simplificada, porque eso que llamamos cultura incluye la preservación del patrimonio, los museos, la industria cultural, todas cosas muy loables... pero también incluye esa élite de vividores y voceros del régimen, que se alimentan de subvenciones y viven del cuento. Y ésos, precisamente ésos, ésos que ahora ponen el grito en el cielo, podrían haber levantado la voz cuando el Gobierno anunciaba menos inversiones en educación o en sanidad, podrían haber sido la voz de los que no podían gritar, pero no protestaron, no lo hicieron. Callaron. No seré yo quien ahora llore por ellos.

¿Quiénes son? Les pondré un ejemplo que ayer salió en prensa.

Uno de estos personajes que se quejará de fijo es valenciano y vive y trabaja en Valencia. Entre él y su mujer presiden o gestionan diecisiete sociedades y fundaciones y diecinueve inmuebles. ¡No está mal! Diez de estas sociedades han recibido, entre 2002 y 2009, 15.084.347 euros de subvención, céntimo más o menos, de la Generalidad de Cataluña, que no es la de Valencia; siete de estas fundaciones también han recibido 2.680.230 euros de las cuatro diputaciones catalanas (la de Barcelona aportó la que más, 878.591 euros), que no de las diputaciones valencianas, que también las hay.

Si yo publico una revista, no me subvencionará la Xunta de Galicia ni la Diputación de Cáceres, ¿verdad? Pues, lo mismo. A él, sí.

No seamos malos. También ha recibido subvenciones de la Generalidad de Valencia, que es la que en propiedad tendría que subvencionar las actividades de este vivales. Eso sí, la Generalidad de Valencia no se ha mostrado ni muy generosa ni muy interesada, porque sólo ha subvencionado 20.421 euros. Fíjate tú, ¡para que luego digan que los catalanes somos agarrados...! El Gobierno del Estado ha dado un poco más, 50.800 euros. Ya los quisiera yo.

Aún hay más. Las empresas de este matrimonio han facturado a las fundaciones que ellos mismos presiden más de tres millones de euros en este mismo período analizado. Todos los datos mencionados resultan del examen de los boletines oficiales. Es decir, todo con luz y taquígrafos, a plena luz del día, y nadie se lleva las manos a la cabeza. Al contrario, parecen todos muy satisfechos y si uno acusa a éste tipo de sinvergüenza le acusan a uno de mil maldades.

El chollo se ha descubierto mientras se acumulaban pruebas para juzgar el caso Pretoria, fuente de muchas sorpresas. Se ha descubierto que este personaje exigió a la ahora alcaldesa de Santa Coloma de Gramanet la firma de cuatro convenios (de 10.000 euros cada uno) que don José Zaragoza, secretario de organización del PSC, le había prometido que firmaría, y el asunto ha quedado por escrito en alguna parte. En pocas palabras, mangoneo, chanchullo, nepotismo, amiguismo... corrupción. Tú me das la razón y yo te doy cuatro convenios, y tan amigos. Los instructores del caso sospechaban de un delito, pero no hay pruebas suficientes, por ahora. Eso sí, han descubierto que los hay con una cara más dura que el cemento.

El caballero del negocio se llama Eliseu Climent, y no es la primera vez que le llaman la atención por las subvenciones que cobra y por cómo las gasta. Hace dos años, se anunció que había cobrado diez millones por no sé qué... No sé cómo acabó el asunto. Pues, como éste, muchos otros. ¡Y por eso no hay dinero para la cultura! Porque la mitad del presupuesto va para el agujero negro de la CCRTV y la otra mitad, para los amigos del régimen que viven del cuento.

¿Por qué no se quejan de semejante desperdicio, señores artistas indignados? ¿Por qué no alzan la voz contra la corrupción que les consume? Si quieren protestar, protesten contra esta canalla de vividores y sinvergüenzas, que son los que se comen el dinero que podría promocionar el teatro, la danza, los talleres de pintura, la industria cinematográfica, la literatura... Ahora bien, sospecho que muchos de los artistas indignados envidian la suerte del tal Climent, incluso quisieran ser como él, y alguno puede incluso que sea como él. Más de uno habrá, pondría la mano en el fuego, y será muy bien considerado en público, encima. Manda güevos.

Apofis, o la que se nos viene encima


En la mitología egipcia, Apofis encarnaba el mal. Era una serpiente malvada que dificultaba la navegación de la barca solar de Ra caída la noche, con la intención de impedir que amaneciera. Apofis y Ra se las tenían un día sí y el otro también y por eso amanece de color rojo, a causa de la sangre de Apofis. Todo y ser un mal bicho, Apofis era venerado, porque los egipcios consideraban que no podía existir el bien si no había mal de por medio y consideraban que el mal era, pues, estrictamente necesario para el funcionamiento del mundo.

Pues algún gracioso, algún agorero, bautizó como Apofis a un asteroide que pasa cerca, cerquita, de nuestro planeta Tierra una vez cada tantos años. Tan cerca que ya se habla de peligro de impacto, y se ha clasificado con un 4 en la escala de Torino. Es decir, la probabilidad de impacto puede ser superior al 1%, y se precisa que los astrónomos la determinen exactamente, para descartar el riesgo o dar la voz de alarma. Igualmente, el público y los gobiernos deben de ser avisados para que establezcan planes de contingencia... Y ya ven el puñetero caso que nadie le hace a Apofis.

La órbita de Apofis (MN 2004 para los amigos) tiene un perihelio de 0,75 UA (que lo sitúa cerca de la órbita de Venus) y un afelio de 1,1 UA (que lo situa, maldición, cerca de la órbita de la Tierra). Su excentricidad es 0,191 y da la vuelta al sol cada 323,59 días, a 30,73 km/s, que son más de cien mil km/h. El pedrusco se las trae: a ojo, Apofis mide 250 metros de punta a punta y pesa 46 millones de toneladas. Si cayera sobre la Tierra, provocaría un desastre que ni les cuento. La explosión tendría la fuerza, por lo bajo, de 800 megatones (800 millones de toneladas de dinamita). Centenares de veces lo de Tunguska; 32.000 bombas como la de Hiroshima. El cráter del impacto tendría varios kilómetros de diámetro y la catástrofe arrasaría con todo en centenares de kilómetros a la redonda. Si cayera en el mar, el tsunami sería de órdago, lo nunca visto.

En 2004, los astrónomos rusus nos dieron un susto de muerte. Calcularon que la probabilidad de impacto en 2029 era una entre 37. Luego se vio que no, que se habían equivocado en los cálculos, pero Apofis seguía alto en la escala de Torino. El 13 de abril de 2029 pasará a treinta y tantos mil kilómetros de la superficie terrestre. Durante más o menos media hora, verá un objeto brillantísimo atravesar el firmamento. Pasará tan cerca de la Tierra que es posible que se lleve por delante algún satélite geoestacionario y que usted se quede sin fútbol en un canal de pago (una catástrofe sin precedentes).

Si en esta aproximación da la casualidad que pasa por un determinado punto orbital (que llaman keyhole), Apofis podría desviarse de su trayectoria y echársenos encima en 2036, esta vez sí. La probabilidad de que esto ocurra es inferior a una entre noventa mil millones. Dado el caso, sostienen los astrónomos, tendríamos tiempo de preparar una misión espacial para desviar la trayectoria de Apofis.

Los rusos dicen que la han programado y la Agencia Espacial Europea considera que podría llevarse a cabo gastando menos de 1.000 millones de euros, que es mucho menos que lo que gastamos en tonterías (el déficit de tres años de TV3, fíjense ustedes). Ya veremos en qué acaba todo esto.

Licenciaturas, doctorados y mentiras (II)


Durante años, los currícula de nuestros políticos utilizaban con frecuencia el siguiente eufemismo: Fulano de Tal tiene estudios de esto, lo otro o lo de más allá y ha sido alcalde, director general o lo que sea, no importa. Tiene estudios es lo que importa, pues significa, ni más ni menos, que comenzó a estudiar y lo dejó. En Cataluña, hemos tenido un Presidente, un Presidente del Parlamento y dos de los tres líderes de los partidos que formaban el Gobierno de la Generalidad sólo con estudios. De media, me remito a las últimas legislaturas, entre una cuarta y una tercera parte de los diputados catalanes tiene estudios, solamente.

Quizá este panorama de iletrados promovió el lema del entonces candidato don Artur Mas, que prometió formar el Gobierno de los mejores. Y quizá por eso, ahora que es quien manda y forma gobierno, los miembros de su gabinete no tienen estudios de, sino que están formados en tal cosa, o han participado en tal otra, lo que supone un gran avance... aunque viene a significar lo mismo.

Estoy hablando, naturalmente, de doña Joana Ortega i Alemany, que es, agárrense, Vicepresidenta del Gobierno y titular del Departamento de Gobernación y Relaciones Institucionales. He aquí su currículum particular en Unió Democràtica de Catalunya en 2008, según publica Ara, y he aquí su currículum oficial.

Entre otras competencias, la señora Ortega tiene la de regular la función pública, donde, por menos que nada, uno tiene que demostrar por activa y por pasiva, con un montón de documentación redundante y superlativa, que tiene un título académico o que, simplemente, ha nacido y está vivo. Digo esto porque tiene bemoles que la señora Ortega no se haya aplicado a sí misma la medicina que aplica a los demás.

En efecto, si han leído su currículum verán que está formada en Psicología. Ah, pillina, pillina... Hace pocos días decía que era licenciada en Psicología. ¿Licenciada? ¡Mentira! La pillaron in fraganti y ha tenido que dar explicaciones. En su blog, por ejemplo.

Como le han preguntado más veces por lo mismo, hasta ahora ha argumentado lo siguiente, y citaré textualmente varias de sus intervenciones: Ha sido una manipulación involuntaria (sic) de su currículum; también ha sido un error involuntario; Ciertamente, dice en su blog, estudié en la facultad de Psicología de la Universitat de Barcelona casi toda la carrera, exceptuando dos asignaturas que no acabé de completar (sic, completar); Mi trayectoria empresarial y política de más de veinte años ha estado totalmente alejada de la psicología (¡caramba!); un día después, en el Parlamento, afirma que ha sido un error de transcripción y que mi licenciatura está pendiente de una asignatura y media (¿no eran dos?).

El caso es que licenciada en Psicología aparecía en todos sus currícula hasta la fecha: en la información que proporcionaba su partido sobre ella, en lo que ella misma decía sobre ella misma en su propio blog (que ya ha modificado), en la biografía que proporcionaba a los periodistas que la entrevistaban... Y qué quieren que les diga, licenciada, lo que se dice licenciada, no es, ni lo ha sido nunca. Eso sí, mentirosa, lo que se dice mentirosa, un rato.

Pero una vez que la han pillado... Bah, no crean que la han vapuleado demasiado. La oposición ha hecho un poco de bulla, pero ha preferido dejar que el caso se olvide, no sea que alguno se pille los dedos, porque currícula como el de la señora Ortega hay unos cuantos en la oposición y en todas partes.

En medio de la polémica, alguno ha mencionado al señor Guttenberg, alemán, y le han respondido, caballero, por favor, que esto no es Alemania. ¡Qué ocurrencias tiene usted!

No, esto no es Alemania, definitivamente, no. Porque el señor Guttenberg demostró tener dos licenciaturas y eso que llaman vergüenza y la señora Ortega, licenciatura, ni una, y vergüenza, ninguna. Y aquí no pasa nada. Nada de nada.

El gobierno de los mejores... Pues, vaya, porque entre don Baudilio y la Licenciada... ¡y lo que está por venir!

Licenciaturas, doctorados y mentiras (I)


Karl-Theodor zu Guttenberg (en verdad, Karl-Theodor Maria Nikolaus Johann Jacob Philipp Franz Joseph Sylvester, Freiherr von und zu Guttenberg, y seguro que me he dejado algo por el camino) lo tenía todo. En primer lugar, era un aristócrata de rancio abolengo: Freiherr es algo así como barón; su padre, director de orquesta y su abuelo, Secretario de Estado; su madre es de los Ribbentrop, y su mujer, de los Bismarck. Media historia de Alemania se resume en una reunión de familia, para que vean ustedes. Karl-Theodor no iba a ser menos que papá o mamá. Se licenció en Derecho y en Ciencias Políticas (en las dos cosas, con nota) e hizo carrera en la política, donde triunfó. La primera ministra, la señora Merkel, le nombró ministro de Economía y Tecnología. Luego, ministro de Defensa. Con apenas treinta y nueve años, era el ministro mejor valorado por los alemanes, que elogiaban su integridad y honestidad, para que vean ustedes.

Mientras tanto, se doctoró en la Universidad de Bayreuth en 2007, gracias a su tesis Verfassung und Verfassungsvertrag. Konstitutionelle Entwicklungsstufen in den USA und der EU, que, para entendernos, reflexionaba sobre el desarrollo constitucional en los EE.UU. y en Europa. Hasta aquí, muy bien.

Sin embargo, a finales del febrero pasado, Annette Schavan, ministra de Educación, dijo en voz alta que sentía vergüenza por lo que había hecho el ministro de Defensa. La primera ministra, Angela Merkel, se vio obligada a despachar con él en privado y Karl-Theodor zu Guttenberg presentó su dimisión en medio de un gran escándalo, un escándalo de padre y señor mío, de los que hay pocos. Fíjense ustedes que Norbert Lammert, presidente del Parlamento, dijo que lo que había hecho don Karl-Theodor había sido (cito) un clavo en el ataúd de la confianza en la democracia. Los periódicos decían cosas peores.

Pues ¿qué había hecho? Había copiado algunas partes de su tesis doctoral, sin citar las fuentes. El pasado 23 de febrero, la Universidad de Bayreuth le retiró el título de doctor, dando por demostrado un plagio de parte de su tesis. El 1 de marzo, Guttenberg ya había dimitido mientras el Gobierno Alemán no sabía cómo disculparse en público por haber tenido un tramposo de ministro.

Esas cosas no pasan en Cataluña. Luego les explico el caso de la señora Ortega y verán como es verdad que no pasan.

¿Por qué no también nosotros?


El Discovery, la lanzadera o transbordador espacial, se ha jubilado después de pasar 365 días en órbita y recorrer 238 millones de kilómetros en treinta y nueve viajes espaciales. Casi nada, casi como mi coche. Comenzaron a montarla el 27 de agosto de 1979, se presentó en sociedad cuatro años más tarde y su primer vuelo espacial fue el 20 de agosto de 1984. El otro día, la jubilaron.

Ahora la NASA pasará nueve meses limpiándola, para dejarla como una patena. Prestarán especial atención a los componentes tóxicos porque la intención es exhibirla en un museo. ¿Qué museo? El que pague los casi veintinueve millones de dólares que va a costar ponerla limpita y a punto de exposición. Son setenta y ocho toneladas de chatarra espacial con mucha historia, y son varios los museos interesados, y andan todos a la greña entre sí.

El primero es el Museo de la NASA, en Houston, que ruega que el Discovery se quede en casa. Luego viene el Museo de la Aviación, de Seattle, que sostiene que gran parte de la nave se fabricó en la Boeing, vecina de la ciudad. El Museo del Aire y del Espacio de Nueva York (que incluye un portaviones, el Intrepid, en su colección), también reclama el cacharro. En el Museo de la Fuerza Aérea, de Dayton, Ohio, también la quieren, porque allí nacieron los padres de la aviación (los hermanos Wright) y porque, qué narices, el Discovery también ha servido a las órdenes de los militares y el Secretario de Defensa ha adelantado diez millones de dólares para hacerse con la nave. ¡Aún hay más! El Smithsonian de Washington cuenta con el respaldo del Congreso de los Estados Unidos, que es capaz de cualquier cosa por hacerla la puñeta a Obama, que quería que fuera a Dayton, y el museo se ha comprometido a pagar la limpieza de la nave con un presupuesto extraordinario que ha salido de no se sabe dónde. Finalmente, la NASA, lo que es la NASA propiamente dicha, quisiera exhibir la Discovery en el Centro Espacial Kennedy, junto a la rampa de lanzamiento que tantas veces utilizó, cerquita del cohete Apollo, ése que nos llevó hasta la Luna.

¡Qué follón! No sabemos quién se llevará el gato al agua. En Houston y en Dayton ya están construyendo el hangar para exhibirla. El Gobierno opta por Dayton y el Congreso, por Washington, pero eso no quiere decir nada. En Nueva York y en Seattle se han organizado movimientos ciudadanos que reclaman el transbordador espacial. En la NASA... En fin, que los ingenieros también tienen su corazoncito y quisieran verla ahí mismo, al salir del trabajo.

De todos modos, que no cunda el pánico, porque dos transbordadores más se jubilarán en un par de años y los que se queden con las ganas podrán pujar de nuevo.

Yo propongo que, si alguno tiene suelto, podríamos pedirla también nosotros, para exhibirla en el Fòrum, donde hay sitio de sobras y no sabemos qué hacer con él, aunque quedaría mucho más bonita encima de la Sagrada Familia, donde simbolizaría el empeño del hombre en alcanzar el cielo. No se rían. Peores dispendios he visto, y mucho menos interesantes.

De ciencia, poca y mala


Avisan las asociaciones y clubes de científicos españoles... Sí, sí, aunque les parezca increíble todavía tenemos científicos en España... Y no, un científico y un dentrífico no es lo mismo... Decía que ayer se reunió la Sociedad de Confederaciones Científicas de España para presentar un informe sobre la educación científica en España, y es para ponerse a llorar.

De entrada, sólo un 4% de los alumnos sobresalen en ciencia, mientras que un 19% de los mismos se instalan en los niveles más bajos, y no van más abajo porque no hay. El nivel medio es deficiente, no superaría una prueba de mínimos, y el interés por la ciencia, nulo. Casi la mitad de los alumnos consideran ser científico algo así como ser un apestado, algo intrínsecamente malo, mientras todo el mundo aspira a ser futbolista o salir en Gran Hermano... (Paréntesis: la inmensa mayoría no han leído 1984 ni saben quién es el Gran Hermano, pero ésa es otra historia.)

El informe asegura que no disponer de una élite científica es un lastre para nuestra sociedad, pero que lo más preocupante y peligroso es la falta de cultura científica, que puede producir mucho daño a la población y un retroceso en la economía de quítate para allá. Así, por ejemplo, los movimientos contrarios a la vacunación en los EE.UU. han hecho rebrotar enfermedades que se creían casi erradicadas y la ignorancia permite la manipulación de la opinión pública con demasiada facilidad. Véanse casos como los aparatos que magnetizan el agua, las timopulseras, la promoción y el éxito de falsas medicionas (homeopatía, quiropráctica, acupuntura, etc.), algunas alarmas sociales sin fundamento... y algunos peligros con mucho fundamento que despreciamos con mucha alegría e insensatez. Cuidado, cuidado.

Prenafeta, Laporta, Sostres y la Secretaría General de Asuntos Exteriores (de la Generalidad de Cataluña)

El inefable señor don Salvador Sostres i Tarrida, que nació en 1975, se matriculó el primer año en la Facultad de Periodismo de la Universidad Autónoma de Barcelona y dejó la carrera ahí mismo. Descubrió que no le hacía falta para dedicarse a ser tertuliano y escribir artículos de opinión, creando polémicas innecesarias, de las que uno puede llegar a vivir la mar de bien si sabe insultar según el viento predominante. Entre las más sonadas, se cita la ofensa a El Triangle por unas subvenciones, un artículo en el Avui que decía (cito textualmente) que hablar castellano es de pobres y de horteras, de analfabetos y de gente de poco nivel, así, tal cual, de acusar de alcohólico al señor don Pasqual Maragall, que se querelló contra él, de infamar a Labordeta, una vez muerto (qué valiente, por Dios), por (cito de nuevo) comunista y ruralista, y son también muy celebrados los comentarios que hizo en el programa Alto y Claro de Telemadrid, que trajeron cola (véase el enlace). Qué lástima que personajes como éste ofendan el noble oficio del periodista.

Fue él quien calificó a los señores Alavedra y Prenafeta de hombres de honor... ¿Será casualidad? Porque los mafiosos se llaman a sí mismos honorables, hombres de honor... Decía que los dejó por las nubes, y les perdonó en voz alta su desliz por el gran servicio que habían prestado a la resistencia nacional, entre otras lindezas dedicadas a dos personajes acusados de blanquear dinero mediante la corrupción urbanística. La declaración, que no tiene desperdicio, es muy fácil de encontrar en internet. Se quedó tan pancho, el hombre, y sigue en sus trece.

Hace pocos días, en El Mundo, el señor Sostres publicó un artículo que insiste en esa relación amistosa con el señor Prenafeta, con el que comparte muchas comidas en restaurantes de postín, como también es fácil de comprobar (¿quién paga la nota?). Cuenta el caballero que hace un año, el 8 de marzo de 2010, cuando cayó una nevada en Barcelona de padre y muy señor mío, el señor Sostres, el señor Prenafeta y el ahora secretario de Comunicación del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, don Josep Martí, quedaron atrapados por la nevada (sic) en el restaurante Vía Veneto y tuvieron que alargar el café, la copa y el puro hasta bien entrada la noche.

Cuenta que coincidieron con el señor Laporta, que iba acompañado del economista nacional, el señor Sala i Martin, y que hablaron largo y tendido. Cuenta que quisieron quitarle de la cabeza al señor Laporta la idea de meterse en política, pero Laporta no daba su brazo a torcer. Entonces le propusieron que se apuntara a CiU (sic). Prenafeta no se lo pensó dos veces y llamó a don Artur Mas (hoy presidente) y habló largo rato con él. En beneficio del señor Mas, éste no quiso ver al señor Laporta en CiU ni en pintura, pues no se fiaba de él. Pero Prenafeta insistía. Dijo lo siguiente, y cito: Dale un cargo suculento, como la Secretaría de Exteriores, algo que le permita figurar, pero que no interfiera en el día a día del Gobierno.

No hubo manera. Mas dijo que no y Prenafeta confesó que lástima, que Laporta era un buen chaval. Todo lo dicho, dicho por el señor Sostres.

Ahora soy yo el que se escandaliza. Por dos o tres razones. La primera, es la facilidad con la que un tipo como Prenafeta, con la de antecedentes delictivos (o presuntamente delictivos, si quieren) que lleva a cuestas, un chanchullero de tal calibre y reconocimiento público, un tipo que se mueve entre la corrupción como Pedro por su casa... la facilidad, decía, con la que un tipo así llama a don Artur Mas y le aconseja (y el otro, que se deja llamar y aconsejar, que conste). La familiaridad con la que se reúne un personaje de tal calibre con cargos de confianza del Partido en un lugar tan público como el Vía Veneto...

Pero lo que de verdad me saca de quicio es que los mismos que mandan digan que ser secretario general de Asuntos Exteriores (de la Generalidad de Cataluña) es un chollo, un suculento cargo que no sirve nada más que para figurar.

¿Lo han suprimido? No, qué va. El reajuste, el recorte, la austeridad, no pasa por ahí. Pasa por echar médicos a la calle, eso sí, por no pagar ni el gas ni la electricidad de las escuelas.

Pues, malditos sus huesos, qué quieren que les diga. Así se pudran.

Pantaleón y las visitadoras


¿Me permiten confesarme? No había leído nada de Vargas Llosa. Apenas algún artículo en los periódicos, y con alguno estaba de acuerdo y con algún otro, no, y ninguno me había llamado especialmente la atención. Me gustaba oírlo en las entrevistas que radiaban o televisaban, pero creía, sostenía, que era un escritor aburrido, de mucha palabra para poca sustancia. Hoy, damas y caballeros, tengo que reconocer en voz alta y delante de todos ustedes que pensar tal cosa fue una solemne estupidez. Burro de mí.

Me leí su discurso de agradecimiento por el Premio Nobel. Me gustó (mucho). Luego me regalaron Pantaleón y las visitadoras, que escribió en Barcelona, en el barrio de Sarrià, en la calle Ossio, entre 1972 y 1974, con la inestimable ayuda de Carmen Balcells, la famosa agente literaria, en la edad de oro de la cultura literaria de Barcelona. Pues he leído Pantaleón y las visitadoras y ¿saben qué les digo? ¡Que me lo he pasado la mar de bien! Es un libro divertidísimo.

El propio Vargas Llosa admite que escribió Pantaleón y las visitadoras para pasar un buen rato, y se nota. Pero es un libro que esconde tras el humor temas de mucha enjundia. Después de la risa queda la reflexión. Vargas Llosa escribió un buen libro, qué caray.

La historia es tan simple como absurda. Un oficial de intendencia recto y formal recibe el encargo del Ejército del Perú de montar un burdel de campaña itinerante para satisfacer las necesidades viriles de las guarniciones amazónicas. Aquí se lía todo y no les digo más. Ni que decir tiene que la censura prohibió la publicación de la novela. ¡Qué tontos ellos! ¡Qué cortedad de miras! Léanla.

Impulsiona

Una consultora que se dedica a reclutar trabajadores para otras empresas, a cambio de un estipendio, publicó este domingo un anuncio que me llamó la atención. La empresa se presenta como HAYS - Recruiting experts in Sales and Management, que, visto lo visto, debe de ser extranjera. HAYS utiliza un lenguaje a la vez directo y retorcido. Directo porque en vez del usted, utiliza el tú y abusa del imperativo. Retorcido porque luego no dice nada claro y son todo frases hechas, huecas y cargadas de palabros en inglés.

Se supone que los consultores utilizan este lenguaje para evitar que el aspirante al puesto de trabajo sepa dónde se mete y no salga corriendo. Quizá, también, para darse importancia, empleando una jerga que sólo conocen los iniciados. No sé.

El tono de los anuncios de HAYS no genera confianza. Es el de ese amigote que quiere enredarte, que ta da palmadas en la espalda, te habla en voz alta y sonríe por compromiso. A mí, tanto tuteo y tanta compadreo... En fin, preferir el usted y el condicional es cuestión de gustos, lo admito. A lo que íbamos. En los anuncios de HAYS, en cada uno de ellos, bajo la titulación requerida se lee un lema, como: Lidera tu grupo de trabajo, Proyecta tu futuro profesional, etcétera, que se supone que anima y envalentona a los candidatos.

Me llamó la atención un anuncio de esta consultora que decía: Ingeniero de ventas - Impulsiona los planes de expansión.

¿Impulsiona? Será impulsa. Existe la impulsión, pero prevalece impulso y se utiliza el verbo impulsar, porque impulsionar... no existe. O quizá sí, y sea algo nuevo, y soy yo que no me entero de nada. Pero yo me pregunto ¿qué confianza merece quien promete una carrera profesional chachi cuando no sabe lo que dice? O cómo decirlo. O cuando lo dice de manera tan retorcida.

En serio, si una persona que sabe leer y escribir quiere llevarse las manos a la cabeza, que lea las demandas de trabajo en un diario de tirada nacional. Luego comenzará a intuir porque el país no acaba de funcionar como se espera que funcione.

Ovejas geniales


Si existe un animal con fama de tonto, no es el burro, sino la oveja. Pero una cosa es la fama y otra, la realidad. Para discernir si las ovejas son tan tontas como se cree, un grupo de científicos de la Universidad de Cambridge han realizado diversos experimentos sobre la capacidad cognitiva y de discernimiento de las ovejas. Las dos investigadoras, A. Jennifer Morton y Laura Avanzo, trabajaron con siete ovejas seleccionadas de la raza Welsh Mountain en marzo y junio de 2010.

La labor intelectual de las ovejas consistía en escoger entre dos cubos. En uno estaba la comida y en el otro, no. Al principio, la comida estaba siempre en el mismo cubo de color azul. Luego se cambió de cubo. Luego se cambiaron los colores de los cubos, las formas de los cubos, hasta se emplearon dos cubos iguales... Las ovejas superaron todas las pruebas.

También eran capaces de reconocer imágenes fotográficas de otras ovejas, diferenciando a la oveja tal de la oveja cual, como también eran capaces de discernir quién era quién entre las imágenes de los cuidadores humanos (una manera como cualquier otra de llamar a los pastores). Es más, se descubrió que tenían una memoria capaz de remontarse dos años atrás. (Sin ir más lejos, los políticos no llegan a tanto.)

Las ovejas se sometieron a los exámenes no sin angustias. Algunos dilemas intelectuales provocaron ansiedad en los ovinos. Balaban, corrían de un lado al otro, se orinaron encima de puro pánico e incluso en alguna ocasión abandonaron el corral sin comer, indecisas sobre qué cubo escoger. Las investigadoras achacaron el comportamiento al dilema de tener que escoger y al miedo de equivocarse, pero, en general, las ovejas pasaron el examen con nota.

Se reirán, si quieren, pero el experimento tiene su intríngulis. Si se valida la conclusión de las investigadoras sobre la capacidad cognitiva de las ovejas, éstas podrán emplearse en el estudio de diversas enfermedades neuroológicas.

Una salvajada

El director del Festival de Cine de Sitges, Ángel Sala, ha sido denunciado por la fiscalía de Barcelona por exhibir íntegramente (a medianoche) la película de Srdjan Spasojevic titulada A Serbian Film, que es, a todas luces, una salvajada de mucho cuidado. Se acusa al señor Sala de un delito de exhibición de pornografía infantil, porque la película incluye escenas de una violencia extrema (muy extrema) donde, perdonen ustedes, se viola a un bebé recién nacido y donde un padre sodomiza a su hijo, de ocho años, entre otras tantas lindezas.

La denuncia la ha presentado una asociación de defensa del menor en la Fiscalía General del Estado. Hay que añadir que un juez ya había prohibido exhibir la película en la Semana de Terror de San Sebastián (Donostia). Se argumenta que la película ya ha sido proyectada en algunos festivales en Londres, Bruselas, Montreal, Chicago o Austin, pero nunca en su versión íntegra, puesto que las autoridades de por ahí han obligado a suprimir varios minutos de la cinta.

El asunto es feo, desagradable y polémico. Muy feo y desagradable. ¿Se equivocó el señor Sala? Que la gente abandone una sala de cine con bascas y pesadillas es un acicate publicitario para un festival de cine de miedo como el de Sitges, pero ¿era preciso llegar hasta aquí? Acusan al señor Sala, pero ¿nadie acusa al señor Spasojevic? No sabemos en qué acabará todo esto.

Ten, aquí tienes su teléfono

Estos días hemos vivido otro suceso político que pertenece a la categoría del esperpento. El suceso tiene que ver con un teléfono y una rueda de prensa. Les explico.

Anda el independentismo catalán un tanto revuelto. El poder les ha sentado mal y perder el poder, peor. Las escisiones están a la orden del día y surgen en la escena política personajes pintorescos diciendo disparates. El más notable de todos ellos es un tipo llamado Laporta, estrafalario y caradura, que la lia allá por donde va. Su ideario ha oscilado entre no permitir que Francisco Franco dejara de ser Socio Honorario del Fútbol Club Barcelona (todavía lo es) y exigir inmediatamente la secesión de Cataluña de España. Es famosa su afición a desnudarse en los aeropuertos, a echarse por encima botellas de champagne de 200 euros que paga otro, a liarse con señoritas que fuman, a tratar negocios multimillonarios con tiranos de repúblicas que fueron soviéticas, etcétera. Todo un tipo.

Se presentó a las elecciones con una coalición que responde a las siglas de SI, que logró cuatro escaños. Fíjense ustedes que el señor Laporta acaba de abandonar la formación, por discrepancias con sus socios, a los que acusa de aprovecharse de su imagen para ganar votos (sic). ¿Cuánto tiempo ha durado la coalición en el Parlamento? ¿Tres meses? ¿Cuatro?

Ahora viene el esperpento. Cuando sus socios supieron que el señor Laporta les abandonaba, fueron a cenar para celebrarlo. Así, como les cuento, para celebrarlo. Luego improvisaron una rueda de prensa en un salón del restaurante, donde se apiñaron dos docenas de periodistas y una docena de políticos. La pregunta fue, evidentemente, por qué el señor Laporta había abandonado SI. No sé, pregúntenle a él, respondieron sus antiguos compañeros. Un periodista guasón preguntó entonces: ¿Y cómo vamos a preguntárselo, si no tenemos su teléfono?

Un momento, que ahora se lo doy, dijo el señor Bertrán, que ejercía de portavoz del SI, y dictó en voz alta el teléfono personal del señor Laporta a todos los periodistas presentes. Número a número. Ten, ya tienes su teléfono, concluyó. Lamentablemente, no se ha publicado el número, pero los periodistas presentes todavía conservan la cara de pasmo y asombro. ¿Adónde iremos a parar? ¿Es esto serio?

Finalmente, imputados

Lo que anuncié en su día, por leerlo en los periódicos, se ha cumplido. El titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Barcelona llama a declarar a los seis hermanos Carulla como imputados. El delito, fraude fiscal. Aunque la cifra no se conoce exactamente, se habla de una evasión de impuestos superior a los 160 millones de euros entre 2003 y 2006, que los funcionarios de Hacienda descubrieron de casualidad cuando corrían tras una trama europea de blanqueo de dinero procedente de la prostitución, el narcotráfico y la corrupción urbanística, la misma que hizo caer a Prenafeta, Alavedra y compañía en el llamado caso Pretoria.

La familia Carulla, propietaria de Agrolimen, una familia bien, un apellido ilustre, patrona de la Fundación Carulla, ésa que promueve los valores de la sociedad catalana (visto lo visto, ¿qué valores?), que aupó y sostuvo a Millet al frente del Palau de la Música y que ahora ocupa su lugar, esa familia, digo, está en manos de jueces y fiscales y... ¿saben qué les digo? Mejor me lo callo, porque hay señoras y niños delante.

Al borde del abismo


Richard Overy ha escrito Al borde del abismo. El subtítulo nos explica de qué va el ensayo: Diez días que condujeron a la Segunda Guerra Mundial. Lo ha traducido Isabel Ferrer Marrades para Tusquets Editores y es un libro interesante y ameno. El autor se centra en la diplomacia alemana, británica y francesa, con algún apunte sobre Polonia o Italia, para explicarnos cómo se inició formalmente la Segunda Guerra Mundial. El libro intenta responder a muchas preguntas, pero nos descubre un Chamberlain que desconocíamos y especialmente, un Hitler mediocre e inepto, que no creía posible que una democracia pudiera plantarle cara, que desconocía profundamente los asuntos de la diplomacia y que carecía en grado sumo, por no decir del todo, de un savoir-faire en política internacional. Los que conocen el tema, disfrutarán de la lectura; los que apenas saben nada, quedarán muy bien informados. Recomendable.

Apreciación

En una conversación: No es que mi reloj se atrase, es que vivo deprisa.

¿Será casualidad?


Liberal, nacionalista, de centro e interclasista; así se define Unió Mallorquina, que es, mejor dicho, era, un partido en manos de delincuentes. De presuntos delincuentes, si nos ponemos finos. Quiero decir que mientras algunos de ellos ya arrastran condenas por diversas trapacerías, algunos otros todavía no han sido condenados formalmente, aunque toda la junta directiva del partido tiene más de una causa pendiente per cápita con la justicia, que podía ser tanto por cohecho como por evasión de impuestos, falsedad documental, soborno, malversación de fondos públicos, etcétera, con el telón de fondo de los chanchullos urbanísticos y la corrupción más descarada.

Hace un año, sumaba más de siete causas judiciales pendientes por corrupción cada cien concejales (la media nacional es de una causa cada cien). Eso no impedía que tanto las izquierdas como las derechas hicieran la vista gorda, incluso que favorecieran políticamente a los delincuentes, pues Unió Mallorquina era el partido bisagra en el Parlamento Balear y uno necesita pactar con el diablo para hacerse con el poder.

Unió Mallorquina se fundó en octubre de 1982. El 28 de febrero de 2011 era tal el número de causas pendientes y tan grandes las fianzas que tenía que pagar el partido, y tantos los dirigentes detenidos por la policía desde principios de año (docenas), que sus miembros han refundado el partido, con la intención (copio) de romper clara y profundamente con el pasado.

Por eso, nadie les niega el sentido del humor. Será una broma, será casualidad o será porque se sienten próximos, pero el nuevo partido se llamará Convergència de les Illes Balears. No sé cómo les habrá sentado la ocurrencia a los convergentes de la calle Córcega.

Don Baudilio amenaza a los enfermos

Ya sabemos cómo va todo. Le duele a usted aquí o allá y va al médico. Pasa unos meses yendo de un especialista a otro y le plantean una operación quirúrgica para ponerle remedio. Le dicen que no hay otro remedio, que no es especialmente grave. Usted acepta porque ya no puede con su alma. Se trata de una rodilla que le atormenta, quizá sea la cadera, que se le ha roto y no le permite caminar, o unas cataratas que le comen la vista, una próstata que le tortura, un colon que le ha convertido en una persona incontinente, una hernia... Ya lleva meses a vueltas con el diagnóstico, y justo cuando le dicen que ya puede operarse, no antes, entra a formar parte de la famosa lista de espera.

Le dicen que no es urgente. ¡Urgente...! Es posible que no vaya a morirse de ésta, pero ¡caramba! Eso duele y usted sufre. La espera es una angustia constante, porque uno no ve el fin a tanto padecer. Casi no encuentra consuelo en los analgésicos o los calmantes. Quizá no pueda trabajar, ni verse con los amigos. No será grave, pero es importante y el daño se eterniza. Puede esperar meses sin que nadie le ponga remedio. ¡Y parece que a nadie le importe!

De hecho, la situación llegó a ser tan crítica que en 2007 el Gobierno de la Generalidad de Cataluña puso un plazo máximo a la lista de espera de catorce operaciones y lo dejó en 180 días. ¡Seis meses! Si en seis meses todavía no habían podido operarle en un hospital público, podía ir usted a un otro hospital (concertado). Este hospital estaba obligado a operarle y la Seguridad Social cubría los gastos de la intervención a un precio estipulado. Además, en algunos hospitales públicos se habilitaron nuevos turnos de cirugía por la tarde para atender listas de espera que habían llegado a superar los ¡dos años! ¡Dos años...!

El que llaman honorable señor don Baudilio Ruiz García, que se hace llamar Boi Ruiz por vergüenza del nombre que le pusieron sus padres o por parecer más de aquí a los de su cuerda, no sé, quién sabe, ha anunciado hoy que piensa suprimir este sistema.

Nada de plazo máximo. Nada de derivarle a otro hospital si lleva esperando seis meses a que le curen. Aquí se calla uno y espera lo que haga falta: seis meses, un año, dos, los que sean, sin chistar. Si se muere usted antes, mejor, que nos ahorramos unos dineritos. Si paga la operación de su bolsillo, porque tiene posibles y puede permitírselo, los antiguos amiguitos de don Baudilio, los de la Unión Catalana de Hospitales, aplaudirán encantados, porque ya han visto que un mala sanidad pública es un negocio para la sanidad privada. Ahora bien, no se le ocurra a usted ser un jubilado, un parado o un mileurista sin ahorros y requerir una operación de hernia artroscópica, porque va usted para cojo crónico toda su vida.

Se suman otras medidas al asunto: se evitará en lo posible la consulta con los especialistas, se prohibirá contratar a personal eventual para las urgencias hospitalarias y no se cubrirán las bajas, se cerrarán los quirófanos que operaban por la tarde, se restringirá la compra de material sanitario (vendas, apósitos, desinfectantes...) y se solicitará que den el alta a más enfermos que hasta ahora, para evitar la saturación del sistema sanitario. Lo cuento como lo cuentan, porque tal es el plan de austeridad. Sólo le falta a don Baudilio prohibir a la población que se ponga enferma, pero todo se andará.

¿Qué dice la prensa sobre este asunto? Que es una vergüenza que TV3 no pueda verse en Alicante, que no hay derecho, etcétera. Pues ¿saben qué les digo? Mejor no lo dejo por escrito, que es muy feo indicar por dónde y cómo pueden meterse todos las antenas de televisión, comenzando por don Baudilio y acabando en las redacciones de los periódicos. Hay cosas mucho más importantes en juego.

Asesinos sin rostro


Asesinos sin rostro (Mördar atan ansike, 1991), de Henning Mankell es la primera aventura de Kurt Wallander, un policía sueco. El personaje ha tenido éxito, aunque no sea un lince en el arte de la deducción, como Holmes, o un elemento extremadamente violento y cínico, como el agente de la Continental. No, nada de eso. Wallander es un funcionario del cuerpo de policía sueco más bien desgraciado: se ha divorciado, se lleva mal con su hija, no se lleva mejor con su padre... No es precisamente la alegría de la huerta, pero sí que es un policía tenaz, que a veces tiene sus intuiciones, y que se enfrenta a crímenes horrendos con esfuerzo y honestidad. Casi podríamos decir que el mérito de Mankell es crear un policía que es una persona normal y corriente, aunque sueca.

Asesinos sin rostro la traducen Dea y Amanda M. Mansten, y la publica Tusquets, que tiene prácticamente toda la serie de Wallander en las librerías. Es de buen leer, distrae y se agradece.